Mateo 24:9 - La Biblia Textual

Libro de Mateo
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Y saliendo Jesús, se iba del Templo, cuando sus discípulos se acercaron para mostrarle las edificaciones del Templo.

2 - Tomando entonces la palabra, Él les dijo: ¿Veis todas estas cosas? De cierto os digo: De ningún modo quedará aquí piedra sobre piedra que no sea totalmente derribada.

3 - Y estando sentado en el monte de las Olivas, se le acercaron los discípulos en privado, diciendo: Dinos, ¿cuándo será esto, y cuál la señal de tu venida, y de la consumación de la era?

4 - Jesús respondió y les dijo: Mirad que nadie os engañe.

5 - Porque vendrán muchos en mi Nombre diciendo: Yo soy el Mesías, y a muchos engañarán.

6 - Y estaréis destinados a oír guerras y alarma de guerras. Mirad, no os alarméis, porque así debe acontecer; pero aún no es el fin.

7 - Porque será levantada nación contra nación y reino contra reino, y habrá hambres y terremotos en diferentes lugares.

8 - Y todas estas cosas serán el principio de los dolores de parto.

9 - Entonces os entregarán a tribulación y os matarán, y seréis aborrecidos por todas las naciones a causa de mi Nombre.

10 - Y muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.

11 - Y serán levantados muchos falsos profetas y engañarán a muchos.

12 - Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de la mayoría se enfriará.

13 - Mas el que perseveró hasta el fin, éste será salvo.

14 - Y este Evangelio del reino será proclamado en toda la tierra habitada, para testimonio a las naciones, y entonces vendrá el fin.

15 - Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación, dicha por el profeta Daniel, puesta en el lugar santo (el que esté leyendo, entienda),

16 - entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes;

17 - el de la azotea, no baje a tomar lo de su casa;

18 - y el que esté en el campo, no regrese a tomar su capa.

19 - Mas, ¡ay de las que estén encintas, y de las que estén amamantando en aquellos días!

20 - Orad, por tanto, para que vuestra huida no sea en invierno, ni en sábado.

21 - Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la ha habido desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.

22 - Y si aquellos días no hubieran sido acortados, ninguna carne sería salva; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

23 - Entonces, si alguno os dijera: ¡He aquí el Mesías! o: ¡Aquí!, no lo creáis.

24 - Porque serán levantados falsos mesías, y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, hasta el punto de engañar, si fuera posible, aun a los escogidos.

25 - He aquí os lo he predicho.

26 - Si, pues, os dicen: ¡Mira, está en el desierto!, no salgáis. ¡Mira, está en las recámaras!, no lo creáis.

27 - Porque como el relámpago sale de oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.

28 - Dondequiera que esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.

29 - E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol será oscurecido y la luna no dará su resplandor; las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas:

30 - Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán entonces, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.

31 - Y enviará a sus ángeles con gran trompeta, y reunirán a sus escogidos de los cuatro vientos, de un extremo al otro extremo de los cielos.

32 - Así que, de la higuera aprended la parábola: Cuando su rama ya se pone tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

33 - Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

34 - De cierto os digo: De ningún modo pasará este linaje hasta que sucedan todas estas cosas.

35 - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

36 - Pero acerca de aquél día y hora, nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

37 - Pero como los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre;

38 - porque como en aquellos días antes del diluvio, estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,

39 - y no se dieron cuenta hasta que el diluvio llegó y se los llevó a todos, así también será la venida del Hijo del Hombre.

40 - Entonces estarán dos en el campo: uno será tomado y el otro será dejado.

41 - Dos mujeres estarán moliendo en el molino: una será tomada y la otra será dejada.

42 - ¡Velad, pues, porque no sabéis en cuál día viene vuestro Señor!

43 - Pero sabed esto: Si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche vendría el ladrón, velaría y no permitiría que se horadara su casa.

44 - Por esto, vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre viene a la hora que no pensáis.

45 - ¿Quién es pues el siervo fiel y prudente, al cual el señor puso sobre su servidumbre, para que les dé el alimento a tiempo?

46 - ¡Bienaventurado el siervo aquel que, cuando llegue su señor, lo halle haciendo así!

47 - De cierto os digo que lo pondrá sobre todos sus bienes.

48 - Pero si aquel siervo malo dijera en su corazón: Mi señor tarda,

49 - y comenzara a golpear a sus consiervos, y comiera y bebiera con los que se emborrachan,

50 - vendrá el señor de aquel siervo en día que no aguarda y a la hora que no conoce,

51 - y lo castigará severamente, y le señalará su parte con los hipócritas. Allí será el llanto y el crujido de los dientes.