Jueces 18:23 - La Biblia Textual

Libro de Jueces
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1 - Por aquellos días no había rey en Israel, y por el mismo tiempo la tribu de Dan buscaba para sí una heredad donde habitar, porque hasta aquel momento no le había caído heredad entre las tribus de Israel.

2 - Y los hijos de Dan enviaron desde Zora y Estaol a cinco hombres de su estirpe, de los más nobles entre ellos, hombres de valor, para explorar y reconocer la tierra, y les dijeron: ¡Id y explorad la tierra! Y ellos llegaron a la serranía de Efraín, hasta la casa de Micah, para pasar allí la noche.

3 - Y cuando se estaban acercando a la casa de Micah, reconocieron la voz del joven levita, y llegándose allá, le preguntaron: ¿Quién te trajo aquí? ¿qué haces en este lugar? ¿qué tienes aquí?

4 - Y él les respondió: Esto y aquello ha tratado Micah conmigo, y me ha tomado a sueldo para que sea su sacerdote.

5 - Le dijeron ellos: Te rogamos que consultes a ’Elohim, para que sepamos si ha de ser próspero el camino que llevamos.

6 - Y el sacerdote les respondió: ¡Id en paz! En presencia de YHVH está el camino por el cual andáis.

7 - Partieron pues los cinco hombres y llegaron a Lais, y vieron que la población que había en ella vivía con seguridad, a la manera de los sidonios, tranquilos y confiados, porque no había en aquella tierra nadie que los perturbara en cosa alguna, ni quien se enseñoreara de ellos, y estaban lejos de los sidonios y no tenían trato con nadie.

8 - Regresaron pues a sus hermanos en Zora y Estaol, y sus hermanos les preguntaron: ¿Qué traéis?

9 - Ellos dijeron: Levantaos, y marchemos contra ellos, que hemos visto la tierra y es buena en gran manera, ¿y no haréis nada? No seáis perezosos en marchar allá para tomar posesión de esa tierra.

10 - Cuando lleguéis, entraréis a un pueblo confiado y a una tierra espaciosa. Ciertamente, ’Elohim la ha entregado en vuestra mano. Es un lugar donde no falta cosa alguna que haya en la tierra.

11 - Entonces, de la familia de los danitas, de Zora y de Estaol, partieron seiscientos hombres equipados con armas de guerra.

12 - Y subieron y acamparon en Quiriat-jearim, en Judá, por lo que el lugar se llama hasta el día de hoy Majaneh-Dan, el cual está detrás de Quiriat-jearim.

13 - De allí avanzaron hacia la serranía de Efraín, y llegaron a la casa de Micah.

14 - Y aquellos cinco hombres que habían ido a reconocer la tierra de Lais, tomaron la palabra y dijeron a sus hermanos: ¿Sabéis que hay en esas casas efod y terafínes, y una imagen esculpida y una imagen fundida? Ahora pues considerad lo que habréis de hacer.

15 - Y se desviaron hacia allá, y entrando en la casa del joven levita, en casa de Micah, le saludaron pacíficamente.

16 - Pero a la entrada del portón permanecían los seiscientos hombres de los hijos de Dan ceñidos con sus armas de guerra.

17 - Y los cinco hombres que habían ido a reconocer la tierra, subieron y entraron y tomaron la imagen esculpida y el efod y los terafines y la imagen fundida, mientras el sacerdote permanecía a la entrada del portón con los seiscientos hombres ceñidos con armas de guerra.

18 - Aquellos pues entraron en la casa de Micah y tomaron la imagen esculpida y el efod, y los terafines y la imagen fundida. Entonces el sacerdote les preguntó: ¿Qué estáis haciendo?

19 - Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y ven con nosotros, y sé para nosotros padre y sacerdote. ¿Acaso es mejor para ti ser sacerdote para la casa de un solo hombre, que para una tribu y una familia de Israel?

20 - Entonces el corazón del sacerdote se alegró y tomando el efod y los terafines y la imagen esculpida, y se fue en medio de aquella gente.

21 - Luego dieron la vuelta y partieron, poniendo a los pequeños, el ganado y el bagaje delante de ellos.

22 - Ya se habían alejado de la casa de Micah, cuando los hombres que estaban en las casas vecinas a la casa de Micah fueron convocados, y siguieron tras los hijos de Dan.

23 - Y gritaron a los hijos de Dan, pero éstos, volviendo su rostro, dijeron a Micah: ¿Qué te sucede que has convocado gente?

24 - Y él contestó: Habéis tomado mis dioses que hice, y al sacerdote, y os habéis marchado, ¿y qué es lo que me queda? ¿Y todavía me preguntáis qué me sucede?

25 - Pero los hijos de Dan le respondieron: Que tu voz no sea oída entre nosotros, no sea que algunos hombres con ánimo amargado os acometan, y pierdas tu vida, y la vida de los de tu familia.

26 - Los danitas prosiguieron su camino, y viendo Micah que eran más fuertes que él, se volvió y regresó a su casa.

27 - Ellos por su parte, tomando lo que Micah había hecho, y al sacerdote que él tenía, cayeron sobre Lais, pueblo tranquilo y confiado, y los pasaron a filo de espada y prendieron fuego a la ciudad.

28 - Y no hubo quien la librara, porque estaba lejos de Sidón, y no tenían trato con hombre alguno. Estaba en el valle de Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad y habitaron en ella.

29 - Y llamaron a la ciudad Dan, por el nombre de su padre e hijo de Israel. Sin embargo el nombre de la ciudad había sido Lais.

30 - Y los hijos de Dan erigieron para sí la imagen de escultura, y Jonatán ben Gersón, hijo de Manasés, él y sus hijos, fueron sacerdotes en la tribu de Dan hasta el día del cautiverio del país.

31 - Asi, mantuvieron erigida para sí la imagen esculpida que Micah había hecho, todo el tiempo que la Casa de Dios estuvo en Silo.