Cantares 5:15 - La Biblia Textual

Libro de Cantares
Capitulos:

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1 - ¡He venido a mi huerto, oh hermana mía y esposa mía; He recogido mi mirra con mi bálsamo, He comido mi panal con mi miel; He bebido mi vino con mi leche! ¡Comed, amigos! ¡Bebed y embriagaos, oh amados!

2 - Yo dormía, pero mi corazón velaba: ¡Una voz! ¡Mi amado está llamando! ¡Ábreme, hermana mía, amada mía, Paloma mía, perfecta mía! Porque mi cabeza está empapada de rocío, Y mis cabellos del relente de la noche.

3 - Me he despojado mi vestido, ¿Cómo lo volveré a vestir? Me he lavado los pies, ¿Cómo los volveré a ensuciar?

4 - Mi amado extendió su mano a través del resquicio, Y mis entrañas se conmovieron por él.

5 - Me levanté para abrir a mi amado, Mis manos destilaron mirra, De mis dedos se escurrió la mirra por la manecilla del cerrojo.

6 - Abrí a mi amado, Pero mi amado ya se había ido, Había pasado, Y mi alma salió tras su hablar. Lo busqué, pero no lo hallé, Lo llamé, pero no me respondió.

7 - Los guardas que rondan la ciudad me hallaron, Me golpearon y me hirieron. Los guardas de las murallas me despojaron de mi manto.

8 - Os conjuro, oh hijas de Jerusalem, Si halláis a mi amado, ¿Le diréis que desfallezco de amor?

9 - ¿Qué es tu amado más que otro amado, Oh tú, la más hermosa entre las mujeres? ¿Qué es tu amado más que otro amado, Que así nos conjuras?

10 - Mi amado es radiante y lozano, Distinguido entre diez mil.

11 - Su cabeza es como el oro más fino, Sus cabellos, ondulados, Negros como el cuervo.

12 - Sus ojos son como palomas Junto a corrientes de agua, Bañados con leche, Que descansan en la orilla.

13 - Sus mejillas, como un jardín de especias, Que exhalan su fragancia, Sus labios son como lirios, Que destilan abundante mirra.

14 - Sus brazos como barras de oro Engastados con piedras de Tarsis; Su torso, tallado de marfil, Recubierto de zafiros.

15 - Sus piernas son cual columnas de alabastro, Asentadas sobre basas de oro puro. Su aspecto, como el del Líbano, Majestuoso como los cedros.

16 - Su paladar es dulcísimo, Y todo él, la dulzura misma. ¡Tal es mi amado y tal es mi amigo, Oh hijas de Jerusalem!