Capitulos:
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1 - ¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Démosle gracias, porque él es bueno! ¡Dios nunca deja de amarnos!
2 - ¡Digámoslo nosotros, pues él nos liberó del poder de los egipcios!
3 - Digámoslo nosotros, que somos su pueblo, pueblo que él reunió de países del norte y del sur, del este y del oeste.
4 - Nuestros abuelos andaban sin rumbo y por lugares desiertos; no encontraban el camino que los llevara a un lugar habitado.
5 - Tenían hambre y sed, y habían perdido la esperanza de quedar con vida.
6 - Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los libró de su aflicción.
7 - Los puso en el camino correcto que los llevaría a un lugar habitado.
8 - ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!
9 - ¡Dios calma la sed del sediento, y el hambre del hambriento!
10 - Nuestros abuelos estaban afligidos, vivían en la esclavitud y no sabían qué hacer ni a dónde ir,
11 - pues no tomaron en cuenta los consejos del Dios altísimo y se rebelaron contra él.
12 - Por eso Dios los castigó con los trabajos más pesados; tropezaban, y nadie los levantaba.
13 - Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los salvó de su aflicción,
14 - les mostró el camino a seguir y los libró de su esclavitud.
15 - ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!
16 - ¡Hizo pedazos las puertas de bronce y las barras de hierro que nos tenían prisioneros!
17 - Nuestros abuelos fueron tan rebeldes que se portaron como unos tontos; sufrieron mucho por su maldad.
18 - ¡Tan enfermos se pusieron que al ver la comida vomitaban!
19 - Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los salvó de su aflicción;
20 - con sólo una orden los sanó. ¡Así los salvó de la muerte!
21 - ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!
22 - ¡Démosle muestras de gratitud, y presentémosle ofrendas! ¡Anunciemos entre gritos de alegría las maravillas que ha hecho!
23 - Nuestros abuelos compraron barcos y se ganaron la vida comerciando en otros países.
24 - En alta mar presenciaron la acción maravillosa de nuestro Dios:
25 - Dios dio una orden, y vino un fuerte viento que levantaba grandes olas.
26 - Cuando se vieron en peligro, los marineros perdieron el valor; eran lanzados de arriba abajo,
27 - y de nada les servía ser marineros expertos, pues se tropezaban y caían como si estuvieran borrachos.
28 - Llenos de angustia, oraron a Dios, y él los sacó de su aflicción;
29 - calmó la furia de la tormenta, y aplacó las olas del mar.
30 - Cuando se calmó la tormenta, ellos se pusieron muy contentos y Dios los llevó a su destino.
31 - ¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!
32 - ¡Que lo alaben todo el pueblo y sus gobernantes!
33 - Dios convirtió en desiertos los ríos y los manantiales,
34 - pero a la tierra fértil la convirtió en tierra inútil, porque los que allí vivían eran gente muy malvada;
35 - en cambio, al desierto lo convirtió en tierra fértil, rodeada de lagunas y manantiales.
36 - Al pueblo que había pasado hambre, lo dejó vivir allí, y ellos construyeron grandes ciudades,
37 - sembraron campos, plantaron viñedos, y tuvieron muy buenas cosechas.
38 - Dios les dio su bendición, y ellos tuvieron muchos hijos y sus ganados se multiplicaron.
39 - Tiempo después, los malvados los humillaron y los hicieron sufrir, hasta que sólo unos pocos quedaron con vida.
40 - Pero Dios castigó a esos malvados y los hizo perderse por desiertos sin caminos.
41 - A la gente pobre Dios la saca de su aflicción y hace que sus familias aumenten como sus rebaños.
42 - Cuando la gente honrada ve esto, se llena de alegría; pero los malvados se quedan callados.
43 - Tomen esto en cuenta los sabios, y pónganse a meditar en lo mucho que Dios nos ama.