Mateo 13:46 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Mateo
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Ese mismo día, Jesús salió de la casa donde estaba, fue a la orilla del Lago de Galilea, y allí se sentó para enseñar.

2 - Como mucha gente llegó a escucharlo, tuvo que subir a una barca y sentarse para enseñar desde allí. La gente permaneció de pie en la playa.

3 - Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos y comparaciones. Les puso esta comparación:

4 - «Un campesino salió a sembrar trigo. Mientras sembraba, algunas semillas cayeron en el camino. Poco después vinieron unos pájaros y se las comieron.

5 - »Otras semillas cayeron en un terreno con muchas piedras y poca tierra. Allí pronto brotaron plantas de trigo, pues la tierra era poco profunda.

6 - Pero las plantas no vivieron mucho tiempo porque no tenían buenas raíces, y se quemaron cuando salió el sol.

7 - »Otras semillas cayeron entre espinos. Cuando los espinos crecieron, apretaron las espigas de trigo y no las dejaron crecer.

8 - »Pero otras semillas cayeron en tierra buena y produjeron una cosecha muy buena. En algunos casos, las semillas sembradas produjeron espigas con cien semillas, otras produjeron espigas con sesenta semillas, y otras produjeron espigas con treinta semillas.

9 - »¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten mucha atención!»

10 - Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Por qué enseñas a la gente por medio de ejemplos?

11 - Jesús les dijo: «A ustedes yo les permito conocer los secretos del reino de Dios, pero no a los demás.

12 - Porque a los que saben algo acerca de los secretos del reino, se les permite saber mucho más. Pero a los que no saben mucho de los secretos del reino, Dios les hará que olviden aun lo poquito que saben.

13 - Yo enseño a la gente por medio de ejemplos; así, por más que miren, no verán nada, y por más que oigan, tampoco entenderán nada.

14 - Así se cumple en ellos lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías: “Esta gente, por más que escuche, nunca entenderá; y por más que mire, nunca verá.

15 - Pues no aprende ni piensa, sino que cierra los ojos para no ver, y se tapa los oídos para no oír. Si hiciera lo contrario, entendería mi mensaje, cambiaría su manera de vivir, ¡y yo la salvaría!”

16 - »Pero a ustedes, mis discípulos, Dios los ha bendecido, porque ven y escuchan mi mensaje.

17 - Muchos profetas y mucha gente buena hubieran querido ver lo que ustedes ven y oyen, pero no pudieron.

18 - »Ahora, pongan atención y les diré lo que significa el ejemplo del campesino.

19 - Hay algunos que escuchan el mensaje del reino de Dios, pero como no lo entienden, el diablo viene y hace que lo olviden. Estos son como las semillas que cayeron junto al camino.

20 - »Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que oyen el mensaje del reino de Dios, y lo aceptan rápidamente y con gran alegría,

21 - pero como no entienden muy bien el mensaje, su alegría dura muy poco. Cuando tienen problemas, o los maltratan por ser obedientes a Dios, enseguida se olvidan del mensaje.

22 - »Luego están las semillas que cayeron entre los espinos. Estas semillas representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje cambie sus vidas. Sólo piensan en lo que necesitan y en cómo hacerse ricos.

23 - »Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje y lo entienden. Estos sí cambian sus vidas y hacen lo bueno. Son como esas semillas que produjeron espigas con cien, con sesenta, y hasta con treinta semillas.»

24 - Jesús les puso este otro ejemplo: «En el reino de Dios sucede lo mismo que le pasó a uno que sembró, en su terreno, muy buenas semillas de trigo.

25 - Mientras todos dormían, llegó su enemigo y, entre las semillas de trigo, sembró semillas de una mala hierba llamada cizaña, y después se fue.

26 - »Cuando las semillas de trigo produjeron espigas, los trabajadores se dieron cuenta de que también había crecido cizaña.

27 - Entonces fueron adonde estaba el dueño del terreno, y le dijeron: “Señor, si usted sembró buenas semillas de trigo, ¿por qué también creció la cizaña?”

28 - »El dueño les dijo: “Esto lo hizo mi enemigo”. »Los trabajadores le preguntaron: “¿Quieres que vayamos a arrancar la mala hierba?”

29 - »El dueño les dijo: “¡No! El trigo y la cizaña se parecen mucho, y a lo mejor ustedes van y arrancan el trigo junto con la cizaña.

30 - Mejor dejen que las dos plantas crezcan juntas. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, podremos distinguir cuál es el trigo y cuál es la cizaña. Entonces enviaré a los trabajadores para que arranquen primero la cizaña, la amontonen y la quemen. Luego recogerán el trigo y lo llevarán a mi granero.”»

31 - Jesús también les hizo esta comparación: «Con el reino de Dios pasa algo parecido a lo que sucede con la semilla de mostaza. A pesar de ser muy pequeña, cuando un hombre la siembra en su terreno, crece hasta convertirse en la más grande de las plantas del huerto. Llega a ser tan grande como un árbol, y hasta los pájaros hacen nidos en sus ramas.»

33 - Jesús les puso una comparación más: «Con el reino de Dios pasa lo mismo que con la harina. Cuando una mujer pone en ella un poquito de levadura, ese poquito hace crecer toda la masa.»

34 - Jesús le enseñó todo esto a la gente por medio de ejemplos y comparaciones, y sólo así enseñaba.

35 - De esa manera, Jesús cumplía lo que Dios había dicho por medio del profeta: «Hablaré a la gente por medio de ejemplos, y contaré cosas que Dios ha tenido en secreto desde que hizo el mundo.»

36 - Jesús dejó a la gente allí y se fue a la casa. Entonces sus discípulos fueron a decirle: —Explícanos qué significa el ejemplo de la mala hierba en el terreno.

37 - Jesús les dijo: «El que siembra la buena semilla de trigo soy yo, el Hijo del hombre.

38 - El terreno es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que obedecen las leyes del reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que obedecen al diablo,

39 - que fue quien las sembró en el mundo. El tiempo de la cosecha es el juicio final, y los trabajadores que recogen la cosecha son los ángeles.

40 - Cuando Dios juzgue a todos, será como cuando se arranca la mala hierba y se quema.

41 - Yo, el Hijo del hombre, enviaré a mis ángeles para que saquen de mi reino a todos los que hacen lo malo y obligan a otros a hacerlo.

42 - A esas personas, los ángeles las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto miedo que llorarán y rechinarán los dientes.

43 - Pero los que obedecen a Dios brillarán en el reino del Padre como brilla el sol. ¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten atención!

44 - »Con el reino de Dios pasa lo mismo que con un tesoro escondido en un terreno. Cuando alguien lo encuentra, lo vuelve a esconder; y después va muy alegre a vender todo lo que tiene para comprar el terreno y quedarse con el tesoro.

45 - »El reino de Dios también se parece a un comerciante que compra joyas finas.

46 - Cuando encuentra una joya muy valiosa, vende todo lo que tiene, y va y la compra.

47 - »El reino de Dios se parece a una red de pescar. Los pescadores echan la red al mar, y en ella recogen toda clase de peces.

48 - Cuando la red ya está llena, la sacan a la orilla y se sientan a separar el pescado bueno del malo. Guardan el pescado bueno en una canasta, y tiran el pescado malo.

49 - Así también sucederá cuando llegue el fin del mundo: Los ángeles saldrán a separar a las personas buenas de las malas.

50 - A las malas las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto horror que llorarán y rechinarán los dientes.»

51 - Jesús les preguntó a sus discípulos: —¿Entienden ustedes todas estas enseñanzas? Ellos contestaron: —Sí, las entendemos.

52 - Jesús les dijo: —Todo maestro de la Ley que se convierte en discípulo del reino de Dios, se parece al que va a su bodega, y de allí saca cosas nuevas y cosas viejas.

53 - Cuando Jesús terminó de enseñar con estos ejemplos, se fue de allí.

54 - Llegó a su pueblo y comenzó a enseñar en la sinagoga. La gente estaba tan sorprendida que algunos decían: «¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿Cómo puede hacer esos milagros?» Otros decían:

55 - «Pero, ¡si es Jesús, el hijo de José, el carpintero! Su madre es María, y sus hermanos son Santiago, José, Simón y Judas.

56 - Sus hermanas aún viven aquí. ¿Cómo es que Jesús sabe tanto y puede hacer estos milagros?»

57 - Pero ninguno de los que estaban allí quiso aceptar las enseñanzas de Jesús. Entonces él dijo: «A un profeta se le respeta en todas partes, menos en su propio pueblo y en su propia familia.»

58 - Y como la gente no creía en él, Jesús no hizo muchos milagros en aquel lugar.