Capitulos:
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1 - »No puedes pescar un cocodrilo con un simple anzuelo, ni atarle la lengua con una cuerda.
2 - No puedes perforarle la quijada ni atarle el hocico.
3 - ¡Un cocodrilo no va a rogarte que le tengas compasión,
4 - ni va a servirte como esclavo por el resto de su vida!
5 - Tampoco podrás jugar con él como juegas con los pájaros, y atarle una cuerda a una pata para que jueguen tus hijas.
6 - No se despedaza un cocodrilo para venderlo en el mercado;
7 - ¡las lanzas no le atraviesan la piel ni la cabeza!
8 - Si quieres sujetarlo, acabarás peleando con él, y te arrepentirás de hacerlo.
9 - No tiene caso que pienses en llegar a dominarlo; ¡con sólo verlo, caerás desmayado!
10 - Si nadie puede con él, ¿quién va a poder conmigo, que soy el Dios todopoderoso?
11 - ¡Mío es todo lo que hay debajo del cielo! ¿Quién me puede pedir cuentas?
12 - »No olvides que el cocodrilo tiene patas muy fuertes una piel impenetrable, y un cuerpo enorme que nadie puede dominar.
14 - No hay quien se atreva a abrirle el enorme hocico para ver sus filosos colmillos.
15 - Su cuerpo está cubierto con hileras de pequeños escudos, que ni el aire dejan pasar.
18 - Cuando el cocodrilo resopla, sus ojos brillan más que el rayo y que el sol del nuevo día;
19 - de su hocico salen chispas de lumbre y llamas de fuego;
20 - lanza humo por la nariz y fuego por la boca; ¡parece una olla puesta al fuego! ¡Un soplo suyo enciende la leña!
22 - Es tan fuerte su cuello que sólo de verlo da miedo;
23 - la piel más blanda de su cuerpo es impenetrable;
24 - su pecho es firme como roca y duro como piedra de molino.
25 - Cuando el cocodrilo se sacude, hasta los más poderosos tiemblan y echan a correr.
26 - No hay arma capaz de herirlo, pues rompe el hierro como paja, y el bronce como madera podrida; las flechas no lo penetran, y las piedras de las hondas tan sólo le hacen cosquillas; golpearlo con un martillo es como golpearlo con una pluma.
30 - Cuando se arrastra por el lodo, abre surcos como el arado;
31 - cuando se lanza al fondo del lago, el agua parece una olla hirviendo,
32 - y a su paso va dejando una estela blanca y brillante.
33 - El cocodrilo a nadie le teme, y no hay animal que se le parezca.
34 - Desprecia a los poderosos, pues es el rey de los monstruos».