Jeremias 5:26 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Jeremias
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1 - Dios dijo: «Vayan por las calles de Jerusalén; miren bien por las plazas, y busquen a una sola persona buena, que haga justicia y diga la verdad. Si la encuentran, entonces yo perdonaré a la ciudad.

2 - Porque ellos juran en mi nombre, pero nunca cumplen sus promesas».

3 - Yo contesté: «Dios de Israel, yo sé que tú buscas gente honesta. Pero este pueblo es muy terco y más duro que una roca; no ha querido arrepentirse. Por eso lo has castigado, pero parece que no le dolió; y aunque lo has aplastado, no ha querido hacerte caso.

4 - Yo creía que sólo la gente común se comportaba tontamente, y no entendía tus órdenes ni lo que tú quieres que hagan.

5 - Entonces decidí hablar con sus jefes, pues creí que ellos sí entenderían. Pero también ellos te desobedecieron y no quisieron hacerte caso.

6 - Esta gente ha pecado muchas veces, y muchas otras te ha traicionado. Sus enemigos están ahora escondidos cerca de las ciudades de Judá y están a punto de atacar. Vendrán como leones feroces, como leopardos o lobos del desierto, ¡los atacarán y los harán pedazos! Todo el que salga de la ciudad será despedazado».

7 - «Israelitas, ¿qué les hace pensar que los voy a perdonar? ¡Sus hijos me abandonaron, y han jurado por dioses falsos! Yo les di todo lo que necesitaban, pero ellos me fueron infieles; ¡no hubo uno solo de ellos que no corriera tras dioses falsos!

8 - Parecen caballos en celo: ¡relinchan de ganas por la mujer ajena!

9 - Este pueblo merece mi castigo y debo vengarme de ellos. Les juro que lo haré.

10 - »La gente de Israel y de Judá me traicionó, y ya no es mi pueblo. ¡Que los invada el enemigo! ¡Que les cause grandes daños! Pero no permitiré que los destruya del todo. Juro que así será.

12 - »Se han atrevido a negarme; ¡hasta afirman que yo no existo! Dicen que nada malo les pasará, que vivirán en paz y no pasarán hambre.

13 - Pero yo soy el Dios todopoderoso, y mis palabras, en tus labios, serán como un fuego que los hará arder como leña. »Tú, Jeremías, les dirás de mi parte: “Sus profetas no valen nada, pues no hablan de parte de Dios. Y ahora, por lo que han dicho, sufrirán la guerra y el hambre que jamás pensaron sufrir”.

15 - »Israelitas, yo les aseguro que voy a lanzar contra ustedes una nación que viene de lejos. Es una nación muy poderosa y antigua. Ustedes no hablan su idioma, así que no entenderán lo que digan.

16 - Tiene guerreros valientes y cuando disparan sus flechas, es seguro que alguien muere.

17 - Destruirán las ciudades amuralladas, en las que ustedes se sienten seguros. Se comerán sus cosechas y su comida, matarán a sus hijos y a sus hijas, acabarán con sus ovejas y sus vacas, y destruirán sus viñas y sus higueras.

18 - »Sin embargo, no destruiré por completo a Judá.

19 - Y cuando los que sobrevivan te pregunten: “¿Por qué nos hizo todo esto nuestro Dios?”, tú, Jeremías, les contestarás: “Ustedes abandonaron a nuestro Dios, y en su propia tierra adoraron a dioses extranjeros. Por eso tendrán que servir a gente extraña en un país que no será el de ustedes”.

20 - »Quiero que esto lo sepan todos en los reinos de Israel y de Judá:

21 - Escucha, pueblo tonto y estúpido, que tiene ojos pero no quiere ver, que tiene oídos pero no quiere oír.

22 - »Yo, su Dios, pregunto: ¿Ya no me quieren obedecer? ¿Ya no me tienen respeto? Fui yo quien le puso límite al mar y aunque sus olas se pongan bravas y hagan mucho ruido, no van más allá de la playa.

23 - Pero este pueblo es muy rebelde; me abandonó y se fue por mal camino.

24 - Jamás se puso a pensar: “Debemos adorar a nuestro Dios, pues él es quien nos da la lluvia cuando más nos hace falta; nos la manda en otoño y primavera, y nos deja cosechar a tiempo”.

25 - Pero todo esto ha cambiado por causa de sus muchos pecados; por eso ustedes ya no disfrutan de todos esos beneficios.

26 - Hay entre ustedes gente tan mala, que cuando ponen trampas no lo hacen para cazar pájaros sino para atrapar personas.

27 - Sus casas parecen jaulas; ¡pero no están llenas de pájaros, sino repletas de cosas robadas! Así fue como se llenaron de plata y llegaron a ser poderosos.

28 - Su maldad no tiene límites. Están demasiado gordos y demasiado llenos de orgullo. No les hacen justicia a los huérfanos, ni reconocen los derechos de los pobres.

29 - ¿Y acaso piensan ustedes que no los castigaré por todo esto? ¿Qué les hace pensar que no me voy a vengar de ustedes? Les juro que sí lo haré.

30 - »¡Miren lo que pasa en el país! ¡Esto es algo muy terrible!

31 - Los profetas sólo dicen mentiras, los sacerdotes enseñan lo que quieren, y mi pueblo parece estar feliz. Pero cuando llegue el desastre, nadie acudirá en su ayuda».