Isaias 60:18 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Isaias
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1 - Isaías dijo: «Habitantes de Jerusalén, ustedes están llenos de esplendor porque la gloria de Dios brilla sobre ustedes. Una noche oscura envuelve a las naciones, pero Dios hará brillar su luz, y así los reyes del mundo verán la gloria futura de Israel».

4 - Dios dijo: «Habitantes de Jerusalén, levanten los ojos y miren a su alrededor: todo el mundo se reúne en Jerusalén. De muy lejos vienen familias enteras, con sus niños en brazos.

5 - Al verlos llegar, con los tesoros del mar y las riquezas de las naciones, se llenarán de gozo y alegría.

6 - »A Jerusalén vendrá mucha gente de las regiones del desierto. Vendrán montados sobre muchos camellos. También vendrá gente del reino de Sabá. Vendrá con incienso y oro, y alabará mis grandes hechos.

7 - Las ovejas del país de Quedar serán para ustedes; sobre mi altar me podrán presentar los carneros de Nebaiot como ofrendas agradables, y yo haré que mi templo se vea aun más hermoso.

8 - »Llegan barcos de alta mar trayendo a los habitantes de Jerusalén con su oro y su plata. Vienen para adorarme, pues soy el Dios santo de Israel que los llena de poder.

10 - »Habitantes de Jerusalén, yo estuve muy enojado con ustedes y por eso los castigué; pero ahora les mostraré lo mucho que los amo. Gente extranjera reconstruirá las murallas de la ciudad, y los reyes de otras naciones se pondrán a su servicio.

11 - »Los portones de Jerusalén no se cerrarán ni de día ni de noche; así las naciones, bajo la guía de sus reyes, podrán traerles sus riquezas.

12 - Todas las naciones que no estén al servicio de ustedes serán destruidas por completo».

13 - Dios continuó diciendo a los habitantes de Jerusalén: «Todas las riquezas del Líbano y todas sus finas maderas vendrán a dar hermosura a mi templo, donde he puesto mi trono.

14 - »Los descendientes de sus antiguos enemigos vendrán y se humillarán ante ustedes; quienes antes los despreciaban, se arrodillarán ante ustedes y llamarán a Jerusalén: “Ciudad del Dios santo de Israel”.

15 - »Jerusalén se ha quedado abandonada, odiada y muy sola, pero yo haré que llegue a ser motivo de orgullo y alegría.

16 - Las naciones traerán sus mejores alimentos y los reyes le entregarán sus regalos. Así los habitantes de Jerusalén reconocerán que yo soy el Poderoso salvador de Israel.

17 - »Yo, el Dios de Israel, haré que gobierne la paz y que haya justicia. Les daré oro en vez de bronce, plata en vez de hierro, bronce en vez de madera, y hierro en vez de piedras.

18 - »Nunca más se oirá en Israel el ruido de la violencia, ni habrá destrucción ni ruina: a las murallas de Jerusalén las llamarán “Salvación”, y a sus portones “Alabanza”.

19 - Ya no será necesario que el sol alumbre de día y que la luna brille de noche, porque para siempre yo seré su luz y resplandor.

20 - »El sol jamás se ocultará y la luna nunca perderá su luz, porque yo soy el Dios de Israel, y seré para ustedes una luz que brillará para siempre. Así pondré fin a su tristeza.

21 - »En Jerusalén sólo vivirá gente honrada que será la dueña del país. Será como los brotes de una planta que yo mismo plantaré; será la obra de mis manos que manifestará mi poder.

22 - Hasta la familia más pequeña se convertirá en una gran nación. Yo soy el único Dios, y cuando llegue el momento, haré que todo esto suceda pronto».