Capitulos:
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1 - Israel dijo: «¡Ustedes, pueblos de las costas más lejanas, óiganme y presten atención! »Yo soy el fiel servidor de Dios. Él pronunció mi nombre desde antes que yo existiera como pueblo.
2 - Dios hizo que mis palabras fueran poderosas como flechas, como espadas afiladas. Dios me protegió, me cuidó,
3 - y me dijo: “Tú eres mi fiel servidor; gracias a ti daré a conocer mi poder”.
4 - »Sin embargo, yo me dije: “He trabajado inútilmente; me he quedado sin fuerzas y no he logrado nada”. En realidad, lo que hago es gracias al poder de Dios, y ya él ha preparado mi recompensa.
5 - Dios me formó desde antes que naciera para que fuera yo su fiel servidor, y siempre estuviéramos unidos. Para Dios, yo valgo mucho; por eso él me fortalece».
6 - Dios le dijo a su fiel servidor: «Yo te he enviado para que reúnas a las tribus de Israel y las hagas volver a su patria. Aun esto es muy poco para ti. Por eso te pondré como una luz para las naciones, y haré que lleves la salvación hasta el último rincón del mundo».
7 - Dios, el Salvador y santo de Israel, le dijo al pueblo: «Israel, tú has sido despreciado y odiado por otros pueblos, y ahora eres esclavo de esos tiranos. Pon atención a mis palabras: “Yo soy tu único Dios; cuando los reyes y los príncipes de otras naciones te vean, se humillarán ante ti. ”¡Yo te he elegido y te cumpliré esta promesa!”»
8 - Dios les dijo a los israelitas: «Cuando llegó el momento de mostrarles mi bondad, fui bondadoso con ustedes; cuando necesitaron salvación, yo les di libertad. Yo los formé para que fueran una bendición para otros pueblos. Por eso ustedes, israelitas, volverán a ocupar las tierras que sus enemigos destruyeron, y reconstruirán el país.
9 - Ustedes les dirán a los presos: “¡Quedan en libertad!”, y a los que viven en la oscuridad: “¡Salgan a la luz!” »Ustedes encontrarán buenos pastos junto a todos los caminos, y en cualquier cerro desierto tendrán alimento para el ganado.
10 - No tendrán hambre ni sed, ni los molestará el sol ni el calor, porque yo los amo y los guío, y los llevaré a fuentes de agua.
11 - Les abriré un camino a través de las montañas y los haré pasar por un terreno llano.
12 - Ustedes, los israelitas, vendrán de muy lejos, de todos los rincones del mundo.
13 - »¡Cielos, griten de alegría! ¡Tierra, alégrate mucho! ¡Montañas, lancen gritos de felicidad! Porque yo, el único Dios, consuelo a mi pueblo y tengo compasión de los pobres».
14 - El pueblo de Jerusalén decía: «Dios me abandonó, mi Dios se olvidó de mí».
15 - Pero Dios respondió: «Jerusalén, ¿acaso puede una madre olvidar o dejar de amar a su hijo? Y aunque ella lo olvidara, yo no me olvidaré de ti.
16 - Yo te llevo grabada como un tatuaje en mis manos, siempre tengo presentes tus murallas.
17 - »Ya se han ido tus destructores; si con rapidez te destruyeron, con más rapidez serás reconstruida.
18 - Levanta los ojos y mira a tu alrededor, todos los israelitas se reúnen y vuelven hacia ti. Yo soy el único Dios, y juro por mi vida que todos tus habitantes serán como los adornos de una novia.
19 - »Tú, Jerusalén, estabas en ruinas, pero ya se han alejado los que te destruyeron. Ahora tendrás tantos habitantes que el país te resultará pequeño.
20 - Los hijos que dabas por perdidos te dirán al oído: “Este país es demasiado pequeño para todos nosotros”.
21 - »Tú, Jerusalén, dirás como una madre: “¿Quién me dio tantos hijos? Yo no tenía hijos ni podía tenerlos; me habían dejado sola, quedé completamente abandonada. ¿Quién crió a estos hijos míos? ¿De dónde vinieron?”
22 - »Yo daré una orden a las naciones para que traigan en brazos a tus hijos y a tus hijas.
23 - Los reyes serán tus padres adoptivos y las princesas, tus niñeras. Se arrodillarán ante ti y reconocerán que no quedan avergonzados los que confían en mí, y que yo soy el único Dios.
24 - »A un guerrero no se le puede quitar lo que ha ganado en el combate; un prisionero de guerra no se puede escapar del tirano.
25 - Pero yo, el único Dios, declaro que al guerrero y al tirano les quitarán lo que hayan conquistado. A ustedes los israelitas les digo, que yo salvaré a sus hijos y a sus hijas de manos de sus enemigos.
26 - Haré que sus opresores se coman su propia carne y se emborrachen con su sangre. Así sabrá toda la humanidad que yo soy el único Dios, soy el Dios todopoderoso, y el salvador de Israel».