Hechos 10:16 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Hechos
Capitulos:

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1 - En la ciudad de Cesarea vivía un hombre llamado Cornelio. Era capitán de un grupo de cien soldados romanos, al que se conocía como Regimiento Italiano.

2 - Cornelio y todos los de su casa amaban y adoraban a Dios. Además, Cornelio ayudaba mucho a los judíos pobres, y siempre oraba a Dios.

3 - Un día, a eso de las tres de la tarde, Cornelio tuvo una visión, en la que claramente veía que un ángel de Dios llegaba a donde él estaba y lo llamaba por su nombre.

4 - Cornelio sintió miedo, pero miró fijamente al ángel y le respondió: «¿Qué desea mi Señor?» El ángel le dijo: «Dios ha escuchado tus oraciones, y está contento con todo lo que haces para ayudar a los pobres.

5 - Envía ahora mismo dos hombres al puerto de Jope. Diles que busquen allí a un hombre llamado Pedro,

6 - que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.»

7 - Tan pronto como el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes. Llamó también a un soldado de su confianza que amaba a Dios,

8 - y luego de contarles todo lo que le había pasado, los envió a Jope.

9 - Al día siguiente, mientras el soldado y los sirvientes se acercaban al puerto de Jope, Pedro subió a la azotea de la casa para orar. Era como el mediodía.

10 - De pronto, sintió hambre y quiso comer algo. Mientras le preparaban la comida, Pedro tuvo una visión.

11 - Vio que el cielo se abría, y que bajaba a la tierra algo como un gran manto, colgado de las cuatro puntas.

12 - En el manto había toda clase de animales, y hasta reptiles y aves.

13 - Pedro oyó la voz de Dios, que le decía: «¡Pedro, mata y come de estos animales!»

14 - Pedro respondió: «¡No, Señor, de ninguna manera! Nuestra ley no nos permite comer carne de esos animales, y yo jamás he comido nada que esté prohibido.»

15 - Dios le dijo: «Pedro, si yo digo que puedes comer de estos animales, no digas tú que son malos.»

16 - Esto ocurrió tres veces. Luego, Dios retiró el manto y lo subió al cielo.

17 - Mientras tanto, Pedro se quedó admirado, pensando en el significado de esa visión. En eso, los hombres que Cornelio había enviado llegaron a la casa de Simón

18 - y preguntaron: «¿Es aquí donde vive un hombre llamado Pedro?»

19 - Pedro seguía pensando en lo que había visto, pero el Espíritu del Señor le dijo: «Mira, unos hombres te buscan.

20 - Baja y vete con ellos. No te preocupes, porque yo los he enviado.»

21 - Entonces Pedro bajó y les dijo a los hombres: —Yo soy Pedro. ¿Para qué me buscan?

22 - Ellos respondieron: —Nos envía el capitán Cornelio, que es un hombre bueno y obedece a Dios. Todos los judíos lo respetan mucho. Un ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Haz que Pedro venga a tu casa, y escucha bien lo que va a decirte.”

23 - Pedro les dijo: —Entren en la casa, y pasen aquí la noche. Al amanecer, Pedro y aquellos hombres se prepararon y salieron hacia la ciudad de Cesarea. Con ellos fueron algunos miembros de la iglesia del puerto de Jope.

24 - Un día después llegaron a Cesarea. Cornelio estaba esperándolos, junto con sus familiares y un grupo de sus mejores amigos, a quienes él había invitado.

25 - Cuando Pedro estuvo frente a la casa, Cornelio salió a recibirlo, y con mucho respeto se arrodilló ante él.

26 - Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, que no soy ningún dios.»

27 - Luego se pusieron a conversar, y entraron juntos en la casa. Allí Pedro encontró a toda la gente que se había reunido para recibirlo,

28 - y les dijo: —Ustedes deben saber que a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra raza ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie.

29 - Por eso he aceptado venir a esta casa. Díganme, ¿para qué me han hecho venir?

30 - Cornelio le respondió: —Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante,

31 - y me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y ha tomado en cuenta todo lo que has hecho para ayudar a los pobres.

32 - Envía a Jope unos mensajeros, para que busquen a un hombre llamado Pedro, que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.”

33 - »Enseguida envié a mis mensajeros, y tú has aceptado muy amablemente mi invitación. Todos estamos aquí, listos para oír lo que Dios te ha ordenado que nos digas, y estamos seguros de que él nos está viendo en este momento.

34 - Entonces Pedro comenzó a decirles: —Ahora comprendo que para Dios todos somos iguales.

35 - Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.

36 - Este es el mismo mensaje que Dios enseñó a los israelitas por medio de Jesús, el Mesías y Señor que manda sobre todos; para que por medio de él todos vivan en paz con Dios.

37 - »Ustedes ya saben lo que ha pasado en toda la región de Judea. Todo comenzó en Galilea, después de que Juan bautizó a

38 - Jesús de Nazaret y Dios le dio el poder del Espíritu Santo. Como Dios estaba con él, Jesús hizo siempre lo bueno y sanó a todos los que vivían bajo el poder del diablo.

39 - Nosotros vimos todas las cosas que Jesús hizo en la ciudad de Jerusalén y en todo el territorio judío. Y también vimos cuando lo mataron clavándolo en una cruz.

40 - Pero tres días después Dios lo resucitó y nos permitió verlo de nuevo,

41 - y comer y beber con él. Dios no permitió que todos lo vieran. Sólo nos lo permitió a nosotros, porque ya nos había elegido para anunciar que Jesús vive.

42 - »Jesús nos ha encargado anunciar que Dios lo ha nombrado juez de todo el mundo, y que él juzgará a los que aún viven y a los que ya han muerto.

43 - »Los profetas hablaron acerca de Jesús, y dijeron que Dios perdonará a todos los que confíen en él. Sólo por medio de él podemos alcanzar el perdón de Dios.

44 - Todavía estaba hablando Pedro con ellos cuando, de repente, el Espíritu Santo vino sobre todos los que estaban escuchando el mensaje.

45 - Los que habían venido de Jope con Pedro se quedaron sorprendidos al ver que el Espíritu Santo había venido también sobre los que no eran judíos.

46 - Y los oían hablar y alabar a Dios en idiomas desconocidos.

47 - Pedro les dijo a sus compañeros: «Dios ha enviado el Espíritu Santo para dirigir la vida de gente de otros países, así como nos lo envió a nosotros, los judíos. Ahora nadie puede impedir que también los bauticemos.»

48 - Habiendo dicho esto, Pedro ordenó que todos fueran bautizados en el nombre de Jesús, el Mesías. Luego, ellos le rogaron a Pedro que se quedara en su casa algunos días más.