Genesis 37:21 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Genesis
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1 - Esta es la historia de Jacob, que vivió en la tierra de Canaán, donde antes su padre había vivido como extranjero. Cuando José tenía diecisiete años, ayudaba a sus hermanos, los hijos de Bilhá y de Zilpá, a cuidar las ovejas. Pero José le contaba a su padre lo mal que se portaban sus hermanos.

3 - Jacob amaba a José más que a sus otros hijos, pues había nacido cuando ya era muy anciano. Por eso le hizo una capa de muchos colores.

4 - Pero sus hermanos lo odiaban, y ni siquiera le hablaban, pues veían que su padre lo quería más que a ellos.

5 - Un día José tuvo un sueño. Cuando se lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más,

6 - pues les dijo: —Anoche tuve un sueño,

7 - y soñé que estábamos en medio del campo, atando el trigo en manojos. De repente, mi manojo se levantó y se quedó bien derecho, mientras los de ustedes lo rodeaban y se inclinaban ante él.

8 - Sus hermanos protestaron: —¡Ahora resulta que vas a ser nuestro rey y nuestro jefe! Y por causa del sueño y por lo que decía, creció en ellos el odio que le tenían.

9 - José tuvo otro sueño, y también se lo contó a sus hermanos. Les dijo: —Fíjense que tuve otro sueño. Resulta que esta vez el sol, la luna y once estrellas, se inclinaban ante mí.

10 - Cuando les contó este sueño a su padre y a sus hermanos, su padre lo reprendió, y le dijo: —¿Qué clase de sueño es ese? ¿Quieres decir que tu madre y tus hermanos, y yo mismo, vamos a ser tus esclavos?

11 - Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre trataba de entender el significado de sus sueños.

12 - Los hermanos de José habían llevado las ovejas de su padre a los pastos de Siquem.

13 - Unos días después, Jacob le dijo a José: —Ya sabes que tus hermanos están en Siquem, cuidando las ovejas. Quiero que vayas a ver si todo está bien, y que regreses a contármelo. —Sí, papá, enseguida voy —le respondió. José salió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem,

15 - pero no encontró a sus hermanos por ningún lado. Poco después lo encontró un hombre y le preguntó: —¿Qué andas buscando?

16 - José le respondió: —Busco a mis hermanos y a sus rebaños. Tal vez usted pueda decirme dónde están.

17 - Aquel hombre contestó: —Hace días que se fueron. Alcancé a oír que se iban a Dotán. José siguió buscando a sus hermanos, y allá los encontró.

18 - Cuando ellos lo vieron acercarse, antes de que él llegara a donde ellos estaban, se pusieron de acuerdo para matarlo.

19 - Unos a otros se decían: «¡Vaya, vaya! ¡Aquí viene ese gran soñador!

20 - Vamos a matarlo y a echarlo en uno de estos pozos, y diremos que algún animal feroz se lo comió. ¡Ya vamos a ver si se cumplen sus sueños!»

21 - Al oír esto, Rubén trató de librar a José de sus hermanos, para luego llevárselo a su padre. Por eso les dijo: «No está bien que lo matemos. ¿Para qué matarlo? Si quieren, échenlo en este pozo del desierto; ¡pero no le hagan daño!»

23 - Cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, ellos le quitaron la capa que su padre le había hecho

24 - y lo echaron al pozo, que estaba seco. Y Rubén se fue.

25 - Los hermanos se sentaron a comer. De pronto vieron que se acercaba un grupo de comerciantes. Eran unos ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos estaban cargados de finos perfumes y hierbas de rico olor, que los ismaelitas pensaban vender en Egipto.

26 - Judá entonces les dijo a sus hermanos: «No ganamos nada con matar a nuestro hermano, y luego tener que mentir acerca de su muerte.

27 - Nos conviene más vendérselo a estos ismaelitas. Después de todo, José es nuestro hermano; ¡es de nuestra propia familia!» Esta idea les pareció bien,

28 - así que cuando los comerciantes pasaron por allí, los hermanos de José lo sacaron del pozo y lo vendieron en veinte monedas de plata. Entonces los comerciantes se lo llevaron a Egipto.

29 - Cuando Rubén regresó y vio que José ya no estaba en el pozo, rompió su ropa en señal de tristeza,

30 - y luego fue a decirles a sus hermanos: «¡José ya no está en el pozo! Y ahora, ¿qué le voy a decir a mi padre?»

31 - Mataron entonces un cabrito, y con la sangre del cabrito mancharon la capa de José.

32 - Luego le llevaron la capa a Jacob, y le dijeron: —¡Mira lo que encontramos! Nos parece que es la capa de tu hijo.

33 - Jacob la reconoció, y lleno de dolor gritó: —¡Sí, es la capa de mi hijo! ¡Seguramente algún animal feroz lo hizo pedazos y se lo comió!

34 - Allí mismo Jacob rompió su ropa en señal de tristeza, se vistió de luto, y durante mucho tiempo lloró por la muerte de su hijo.

35 - Todos sus hijos llegaron para consolarlo, pero él no quería que lo consolaran. Más bien, lloraba y decía que quería morirse para estar con José.

36 - Cuando los comerciantes llegaron a Egipto, vendieron a José. Lo compró Potifar, que era un oficial del rey de Egipto y capitán de la guardia.