Exodo 5:13 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Exodo
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1 - Después de hablar con los israelitas, Moisés y Aarón fueron a ver al rey de Egipto y le dijeron: —El Dios de los israelitas, envía este mensaje a Su Majestad: “Deja que mi pueblo Israel vaya al desierto, para que haga allí una fiesta en mi honor”.

2 - Pero el rey contestó: —¿Y quién es ese Dios? ¿Por qué tendría yo que obedecerlo? ¡No conozco a ningún Dios de los israelitas, ni tampoco voy a dejar que ustedes se vayan!

3 - Moisés y Aarón le dijeron: —Pues él es nuestro Dios y ha venido a ayudarnos. Tenemos que ir al desierto, hasta donde lleguemos en tres días, y presentarle allí nuestras ofrendas. Si no lo hacemos así, tal vez nos castigue con alguna enfermedad, o nos haga morir en la guerra.

4 - Pero el rey les contestó: —¡Mejor vayan a trabajar! ¡Miren a cuanta gente están distrayendo!

6 - Ese mismo día el rey les ordenó a los capataces y a los jefes de trabajo:

7 - «Ya no les den paja a los israelitas para los ladrillos que tienen que hacer. Déjenlos que vayan ellos a recogerla.

8 - Pero exíjanles que hagan la misma cantidad de ladrillos; ¡ni uno menos! Estos israelitas son unos haraganes; por eso andan gritando que los dejemos ir al desierto para adorar a su Dios.

9 - Ustedes háganlos trabajar más todavía. Manténgalos tan ocupados que no tengan tiempo de creer en las mentiras de Moisés y de Aarón».

10 - Los capataces y los jefes de trabajo fueron a decirles a los israelitas: «El rey de Egipto nos manda a decirles que ya no vamos a darles paja para los ladrillos,

11 - sino que ustedes tienen que ir a buscarla y recogerla donde puedan. Pero deben entregar la misma cantidad de ladrillos de siempre».

12 - Los israelitas recorrieron todo Egipto en busca de hierba seca, para usarla en lugar de la paja que antes les daban.

13 - Los capataces les decían: «¡Apúrense! Cada día tienen que entregar la misma cantidad de ladrillos que hacían cuando se les daba paja».

14 - Pero como no podían hacerlo, los capataces golpeaban a los jefes israelitas que habían puesto para vigilar el trabajo. Les decían: «Ya van tres días que no han entregado la misma cantidad de ladrillos».

15 - Entonces los jefes israelitas fueron a quejarse ante el rey. Le dijeron: —¿Por qué nos trata así Su Majestad?

16 - Su gente no sólo nos exige que hagamos ladrillos, sino que ni siquiera nos da paja, y para colmo nos golpea. Si no estamos entregando la misma cantidad de ladrillos, es por culpa de ellos.

17 - Pero él les contestó: —¡Haraganes! ¡Son unos haraganes! Me piden que los deje ir a adorar a su Dios, pero lo que quieren es dejar de trabajar.

18 - Así que regresen a su trabajo. Y aunque no voy a darles paja, ustedes deberán entregar la misma cantidad de ladrillos.

19 - Esta respuesta del rey significaba un gran problema para los jefes israelitas,

20 - así que cuando se encontraron con Moisés y Aarón, que estaban esperándolos afuera,

21 - les dijeron: —¡Que Dios los castigue por el mal que nos han hecho! Ahora el rey y su gente nos odian más que antes. ¡Ustedes les han dado un pretexto para que nos maten!

22 - Entonces Moisés le reclamó a Dios: —Dios mío, ¿para esto me enviaste? ¿Sólo para hacer sufrir a tu pueblo?

23 - Desde que vine a Egipto y le di al rey tu mensaje, él no ha dejado de maltratar a tu pueblo; sin embargo, tú todavía no nos has liberado.