Apocalipsis 9:11 - Biblia en Lenguaje Sencillo

Libro de Apocalipsis
Capitulos:

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1 - El quinto ángel tocó su trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. A ella se le dio la llave del túnel que lleva al Abismo profundo.

2 - Y cuando la estrella abrió el túnel del Abismo, de allí salió humo, como de un horno muy grande, y el humo oscureció el sol y el aire.

3 - Del humo salieron saltamontes, los cuales cubrieron la tierra y recibieron poder para picar como escorpiones a la gente.

4 - Luego, Dios les ordenó que no dañaran a la tierra, ni a los árboles ni a las plantas, sino sólo a quienes no tuvieran en su frente la marca del sello de Dios.

5 - Dios les permitió que hirieran a la gente durante cinco meses, pero no les permitió que mataran a nadie. Y las heridas que hacían los saltamontes eran tan dolorosas como la picadura de los escorpiones.

6 - Durante esos cinco meses, la gente que había sido picada quería morirse, pero seguía viviendo. Era como si la muerte huyera de ellas.

7 - Los saltamontes parecían caballos de guerra, listos para entrar en batalla. En la cabeza tenían algo que parecía una corona de oro, y sus caras parecían humanas.

8 - Sus crines parecían cabellos de mujer, y sus dientes parecían colmillos de león.

9 - Sus cuerpos estaban protegidos con algo parecido a una armadura de hierro, y sus alas resonaban como el estruendo de muchos carros tirados por caballos cuando entran en combate.

10 - En la cola tenían un aguijón como de escorpión, con el que podían dañar a la gente durante cinco meses.

11 - El ángel del Abismo es el jefe de los saltamontes. En hebreo se llama Abadón, y en griego se llama Apolión; en ambos idiomas, su nombre quiere decir «Destructor».

12 - Ese fue el primer desastre, pero todavía faltan dos.

13 - El sexto ángel tocó su trompeta. De pronto oí una voz, que salía de en medio de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba frente a Dios.

14 - La voz le dijo al sexto ángel que había tocado la trompeta: «Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates».

15 - Entonces el sexto ángel soltó a los cuatro ángeles, para que mataran a la tercera parte de los seres humanos, pues Dios los había preparado exactamente para esa hora, día, mes y año.

16 - Y oí el número de los que peleaban montados a caballo, y eran doscientos millones de soldados.

17 - Los soldados que vi montados a caballo llevaban, en su pecho, una armadura de metal roja como el fuego, azul como el zafiro y amarilla como el azufre. Los caballos tenían cabeza como de león, y de su hocico salía fuego, humo y azufre.

18 - La tercera parte de los seres humanos murió por causa del fuego, del humo y del azufre.

19 - Las colas de los caballos parecían serpientes, y con sus cabezas herían a la gente. Es decir, los caballos tenían poder en el hocico y en la cola.

20 - El resto de la gente, es decir, los que no murieron a causa del fuego, el humo y el azufre, no dejaron de hacer lo malo, ni dejaron de adorar a los demonios y a las imágenes de dioses falsos. Al contrario, siguieron adorando imágenes de piedra, de madera, y de oro, plata y bronce. Esos dioses falsos no pueden ver ni oír, ni caminar.

21 - Esa gente no dejó de matar ni de hacer brujerías; tampoco dejó de robar ni de tener relaciones sexuales prohibidas.