Capitulos:
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1 - El dÃa catorce del mes de Abib, JosÃas ordenó dar inicio a la celebración de la Pascua en Jerusalén, sacrificando el cordero de la fiesta.
2 - A los sacerdotes los organizó de acuerdo a sus tareas, y los animó para que hicieran bien su trabajo en el templo de Dios.
3 - A los ayudantes de los sacerdotes que se dedicaban a la enseñanza de la ley de Dios, les ordenó lo siguiente: «Ya no es necesario que transporten de un lugar a otro el cofre del pacto de Dios. Pónganlo en el templo que el rey Salomón construyó. De ahora en adelante trabajarán en el templo, al servicio de su Dios y su pueblo Israel.
4 - »Sigan las instrucciones que el rey David y su hijo Salomón nos dieron, y organÃcense de acuerdo a sus familias y a sus turnos de trabajo.
5 - AsÃ, un grupo de ayudantes de cada familia tendrá su oportunidad de servir en el templo. Cada grupo representará a las demás familias israelitas.
6 - Cumplan con la ceremonia de preparación y sacrifiquen el cordero de la Pascua, para que asà sus compatriotas tengan todo lo necesario para celebrar la fiesta, tal y como Dios lo ordenó por medio de Moisés».
7 - Entonces JosÃas les dio a todos los que estaban allà treinta mil animales de su propio ganado, para que celebraran la Pascua. Entre los animales iban corderos y cabritos, además de otros tres mil novillos que también ofreció.
8 - Al ver esto, los asistentes del rey también regalaron animales, para que el pueblo, los sacerdotes y sus ayudantes celebraran la Pascua. Además, HilquÃas, ZacarÃas y Jehiel, que eran los asistentes del rey y estaban a cargo del templo de Dios, les dieron a los sacerdotes dos mil seiscientos corderos y trescientos novillos.
9 - ConanÃas y sus hermanos SemaÃas y Natanael, asà como HasabÃas, Jehiel y Jozabad, jefes de los ayudantes de los sacerdotes, dieron cinco mil corderos y quinientos novillos.
10 - Una vez que los sacerdotes estuvieron listos y sus ayudantes se organizaron por grupos, de acuerdo a las órdenes del rey, empezaron la celebración de la Pascua.
11 - Los sacerdotes sacrificaron los animales de la Pascua y rociaron el altar con la sangre. Los ayudantes les quitaron la piel a los animales, y les sacaron la grasa para darle a cada familia la parte que le correspondÃa quemar ante Dios. Luego asaron los animales para la fiesta, y el resto de las ofrendas de Dios las cocinaron en ollas, calderos y sartenes. Todo eso lo repartieron entre la gente del pueblo, y asà cumplieron con lo que habÃa ordenado Moisés.
14 - Los ayudantes de los sacerdotes no sólo tuvieron que cocinar su propia parte, sino también la que les tocó a todos aquellos que estuvieron muy ocupados como para hacerlo por sà mismos. Los sacerdotes, por ejemplo, estuvieron ocupados hasta el anochecer, presentando la grasa y las ofrendas que fueron quemadas. Los cantores estuvieron ocupados siguiendo las indicaciones que habÃan dejado David, Asaf, Hemán y Jedutún, el profeta del rey. Y los encargados de vigilar las entradas del templo tampoco pudieron dejar su puesto.
16 - Asà fue como organizaron todo lo que se necesitó para celebrar la Pascua, y para quemar sobre el altar las ofrendas presentadas a Dios. Todo se hizo según las instrucciones del rey JosÃas.
17 - Durante siete dÃas, los israelitas celebraron la fiesta de la Pascua y de los panes sin levadura.
18 - Cuando JosÃas cumplió dieciocho años de gobernar, tanto él como los sacerdotes y el pueblo celebraron la Pascua en Jerusalén. Nunca antes se habÃa festejado la Pascua de esa manera; ni en la época en que gobernó el profeta Samuel, ni en la época de los reyes que gobernaron Israel antes de JosÃas.
20 - Mucho tiempo después de que JosÃas reparara el templo, Necao, rey de Egipto, salió en plan de guerra hacia Carquemis, junto al rÃo Éufrates. JosÃas pensó que Necao querÃa atacarlo;
21 - pero Necao envió mensajeros a decirle: «No tengo nada contra ti, rey de Judá. No he salido a pelear contra ti, sino contra una nación enemiga. Además, Dios me ha ordenado hacer esto con prontitud. No te opongas a los planes de Dios, porque él podrÃa destruirte».
22 - Pero JosÃas no se dio cuenta de que Dios le estaba hablando por medio de Necao. Asà que se puso su armadura y fue a pelear contra Necao en el valle de Meguido.
23 - En medio de la batalla, una flecha alcanzó al rey JosÃas, y sus ayudantes lo sacaron del campo, pues estaba herido de muerte.
24 - Lo sacaron del carro de combate en el que estaba, lo pasaron a otro de sus carros, y lo llevaron a Jerusalén. Sin embargo, poco después murió. Lo enterraron junto a la tumba de sus antepasados, y todos en Judá y Jerusalén lamentaron en gran manera la muerte de JosÃas.
25 - JeremÃas compuso un canto que expresaba su gran tristeza por la muerte de JosÃas. Lo mismo hicieron los cantores y cantoras; y hasta el momento en que esto se escribió, era costumbre en Israel recordar a JosÃas con esas canciones tan tristes. La letra de estas canciones está escrita en el «Libro de las lamentaciones».
26 - La historia de JosÃas está escrita en el libro de la historia de los reyes de Israel y de Judá. En ese libro se puede leer acerca de todo lo que hizo JosÃas, y de cómo obedeció la ley de Dios.