Salmos 39:9 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - Había dicho: "Andaré derecho, para que no peque por mi lengua, le pondré a mi lengua una mordaza mientras el malvado se yergue ante mí".

2 - Callaba resignado, sin decir palabra, pero me atormentaba al ver su buena suerte;

3 - me ardía por dentro el corazón, y el escándalo atizaba el fuego, hasta que al fin se me soltó la lengua.

4 - Señor, haz que conozca mi fin y cuál es el largo de mis días, para que sepa lo frágil que soy.

5 - A mis días no les diste más de una cuarta y mi existencia es nada para ti. El hijo de Adán se pavonea, pero no es más que soplo.

6 - Pasa el hombre mortal como una sombra, no es más que un soplo, pero se afana y almacena sin saber quién lo tendrá.

7 - Si es así, ¿qué me queda, Señor? Pondré en ti mi esperanza.

8 - No consideres todos mis pecados, no me avergüences ante el insensato".

9 - Me callo, no hablaré más, pues tú así lo dispusiste.

10 - Aleja de mí tus castigos, que me han destrozado los golpes de tu mano.

11 - Corriges al hombre cobrándole sus culpas, roes como polilla lo que más deseó. En verdad, el hombre es sólo un soplo.

12 - Señor, escucha mi plegaria, presta oído a mis clamores, no permanezcas sordo a mis lágrimas, pues en tu casa soy un forastero y, como mis padres, peregrino.

13 - Dame un descanso, que pueda respirar antes de que me vaya y ya no esté.