Salmos 119:132 - La Biblia Latinoamericana

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1 - Dichosos los que sin yerro andan el camino y caminan según la Ley del Señor.

2 - Dichosos los que observan sus testimonios y lo buscan de todo corazón,

3 - que sin cometer injusticia caminan por sus sendas.

4 - Tú eres quien promulgó tus ordenanzas para que las observen totalmente.

5 - Ojalá sea firme mi conducta en cumplir tus preceptos.

6 - Entonces no tendré vergüenza alguna en respetar todos tus mandamientos.

7 - Te daré gracias con rectitud de corazón cuando vaya aprendiendo tus juicios justos.

8 - Tus preceptos, yo los quiero guardar, no me abandones, pues, completamente.

9 - ¿Cómo un joven purifica su camino? Basta con que observe tus palabras.

10 - ¡Con todo mi corazón te he buscado, no me desvíes de tus mandamientos!

11 - En mi corazón escondí tu palabra para no pecar contra ti.

12 - ¡Bendito seas, Señor, enséñame tus preceptos!

13 - Con mis labios he enumerado todos los juicios de tu boca.

14 - Me he complacido en seguir tus testimonios más que en tener toda una fortuna.

15 - Quiero meditar tus ordenanzas y tener ante mis ojos tus senderos.

16 - En tus preceptos me deleitaré, jamás me olvidaré de tus palabras.

17 - Sé bueno con tu servidor y viviré, pues yo quisiera guardar tu palabra.

18 - Abre mis ojos para que yo vea las maravillas de tu Ley.

19 - En la tierra soy sólo un pasajero, no me ocultes, pues, tus mandamientos.

20 - Mi alma se consume deseando tus juicios en todo tiempo.

21 - Tú amenazas a los arrogantes malditos, que desertan de tus mandamientos.

22 - Ahórrame el desprecio y la vergüenza, pues tus testimonios he guardado.

23 - Aunque príncipes sesionen en mi contra, tu servidor meditará en tus maravillas.

24 - Tus testimonios son también mis delicias, tus preceptos son mis consejeros.

25 - Mi alma está adherida al polvo, vivifícame conforme a tu palabra.

26 - Te expuse mis proyectos y me respondiste: enséñame tus preceptos.

27 - Haz que tome el camino de tus ordenanzas para que medite tus maravillas.

28 - Mi alma está deprimida de pesar, levántame de acuerdo a tu palabra.

29 - Aleja de mí el camino engañador, y dame la gracia de tu Ley.

30 - He elegido el camino de la verdad, y tus juicios he deseado.

31 - Me he apegado, Señor, a tus testimonios, que no me decepcione.

32 - Corro por el camino de tus mandamientos, ahí me ensanchas el corazón.

33 - Señor, enséñame el camino de tus preceptos, que los quiero seguir hasta el final.

34 - Dame inteligencia para guardar tu Ley, y que la observe de todo corazón.

35 - Guíame por la senda de tus mandamientos, pues en ésa me complazco.

36 - Inclina mi corazón hacia tus testimonios y no hacia la ganancia.

37 - Guarda mis ojos de mirar cosas vanas, me darás vida en tus caminos.

38 - Cumple con tu siervo tu promesa, dirigida a aquellos que te temen.

39 - Aparta de mí el desprecio que temo, pues tus juicios son para mi bien.

40 - Mira cómo deseo tus ordenanzas, tú que eres justo, vivifícame.

41 - Que vengan a mí, Señor, tu gracia y tu salvación, conforme a tu palabra.

42 - Entonces responderé a los que se burlan, que puedo confiar en tus palabras.

43 - Que no se me olvide la palabra de verdad, pues espero en tus juicios.

44 - Quiero observar tu Ley constantemente, por siempre jamás.

45 - Estaré a mis anchas en todos mis caminos, pues tus ordenanzas he buscado.

46 - Ante reyes hablaré de tus testimonios y no tendré vergüenza.

47 - Me he deleitado en tus mandamientos, a los que amaba mucho.

48 - Alzaré mis manos hacia ti y meditaré en tus preceptos.

49 - Recuerda tu palabra a tu servidor, ella ha mantenido mi esperanza.

50 - Este es mi consuelo en mi miseria que tu palabra me vivificará.

51 - Los soberbios se burlaban mucho de mí, pero no me he movido de tu Ley.

52 - Me acuerdo de tus juicios de otros tiempos y eso, Señor, me da aliento.

53 - Al ver a los impíos me da rabia: ¿por qué abandonan tu Ley?

54 - Tus preceptos son salmodias para mí en la casa donde me reciben.

55 - Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh Señor, y observo tu Ley.

56 - Por lo menos esto me quedará, haber guardado tus ordenanzas.

57 - Lo que escojo, Señor, yo lo he dicho, es observar tus palabras.

58 - Con todo mi corazón he procurado que tu rostro se enternezca, ten piedad de mí según tu palabra.

59 - He reflexionado en mis caminos, a tus testimonios readecuaré mis pasos.

60 - Me he apresurado, no me he retardado en obedecer tus mandamientos.

61 - Las pecadores intentaron seducirme, pero no me he olvidado de tu Ley.

62 - A medianoche me levanto, te doy gracias por tus justos juicios.

63 - Me he aliado con todos los que te temen y que observan tus ordenanzas.

64 - De tu bondad, Señor, está llena la tierra, enséñame tus preceptos.

65 - Has sido bueno con tu servidor, Señor, de acuerdo a tu palabra.

66 - Enséñame el buen sentido y el saber, pues tengo fe en tus mandamientos.

67 - Antes de ser humillado me había alejado, pero ahora yo observo tu palabra.

68 - Tú que eres bueno y bienhechor, enséñame tus preceptos.

69 - Los soberbios me recubren de mentira, mas, con todo el corazón, guardo tus ordenanzas.

70 - Su corazón está paralizado y ciego, pero para mí tu Ley es mi delicia.

71 - Fue bueno para mí que me humillaras, para que así aprendiera tus preceptos.

72 - La ley de tu boca vale más para mí que millones de oro y plata.

73 - Tus manos me han hecho y organizado, dame inteligencia para aprender tus mandatos.

74 - Se alegrarán los que te temen al ver que he esperado en tu palabra.

75 - Sé, Señor, que tus juicios son justos y que con razón me has afligido.

76 - Que tu gracia me asista y me consuele, conforme a tu palabra dada a tu siervo.

77 - Que venga a mí tu ternura y me dé vida, porque mis delicias son tu Ley.

78 - Confunde a los soberbios que me calumnian, mientras yo medito en tus ordenanzas.

79 - Que se vuelvan a mí los que te temen y que saben de tus testimonios.

80 - Que cumpla mi corazón sin falla tus preceptos, para que no quede avergonzado.

81 - Mi alma se desgastó anhelando tu salvación, espero en tu palabra.

82 - Mis ojos se cansaron por tu palabra, ¿cuándo vendrás a confortarme?

83 - Aunque parezco un cuero ahumado, no he olvidado tus preceptos.

84 - ¿Qual será la suerte de tu servidor? ¿cuándo harás justicia con mis perseguidores?

85 - Los soberbios me han cavado trampas, lo que estaba en contra de tu Ley.

86 - Todos tus mandamientos son verdad: me persiguen sin razón, ¡ayúdame!

87 - Por poco no me dejaban en el suelo, pero yo no abandoné tus ordenanzas.

88 - Por tu bondad dame vida, para que observe el testimonio de tu boca.

89 - Tu palabra, Señor, es para siempre, inmutable en los cielos.

90 - De generación en generación tu verdad; igual que la tierra que tú fundaste

91 - y que se mantiene por tu decisión, pues el universo es tu servidor.

92 - Si en tu Ley no hubiera puesto mis delicias habría perecido en mi miseria.

93 - Jamás olvidaré tus ordenanzas pues por ellas me haces revivir.

94 - Tuyo soy, sálvame, ya que he buscado tus ordenanzas.

95 - Los malvados me espían para perderme, pero estoy atento a tus testimonios.

96 - He visto el fin de todo lo perfecto, ¡cuánto más amplio es tu mandamiento!

97 - ¡Cuánto amo tu Ley! En ella medito todo el día.

98 - Me haces más sabio que mis enemigos, por tu mandamiento que es siempre mío.

99 - Soy más agudo que todos mis maestros, merced a tus testimonios que medito.

100 - Superé a los ancianos en saber, pues guardo tus ordenanzas.

101 - Aparté mis pasos de todo mal camino, pues quería ser fiel a tu palabra.

102 - De tus juicios no me he apartado, pues tú me los enseñas.

103 - ¡A mi paladar son dulces tus palabras, más que la miel para mi boca!

104 - Tus ordenanzas me han dado la inteligencia, por eso odio cualquier ruta mentirosa.

105 - Para mis pasos tu palabra es una lámpara, una luz en mi sendero.

106 - He hecho un juramento y lo mantendré, de guardar tus justos juicios.

107 - He sido hasta el colmo afligido, vivifícame, Señor, según tu palabra.

108 - Acepta, Señor, la ofrenda de mi boca, y enséñame tus juicios.

109 - Expongo mi vida a cada instante, pero jamás me olvido de tu ley.

110 - Los malvados me han tendido una celada, pero no me alejé de tus ordenanzas.

111 - Tus testimonios han sido siempre mi herencia, son la alegría de mi corazón.

112 - Incliné mi corazón a cumplir tus preceptos, siempre y totalmente.

113 - Odio los corazones repartidos y amo tu Ley.

114 - Tú eres mi refugio y mi escudo, he puesto en tu palabra mi esperanza.

115 - Apártense de mi, agentes del mal, para que guarde los mandamientos de mi Dios.

116 - Sostenme según tu palabra, y viviré, que no sea en vano mi esperanza.

117 - Sé mi apoyo y estaré salvado, que tus preceptos sean siempre mis delicias.

118 - Desprecias a los que abandonan tus preceptos, sus proyectos no son más que mentira.

119 - Los malos del país son para ti la escoria, por eso yo amo tus testimonios.

120 - Ante ti mi carne tiembla de miedo, tus juicios me llenan de temor.

121 - He actuado con derecho y con justicia, no me entregues a mis opresores.

122 - Defiende la causa de tu servidor, no dejes que me opriman los soberbios.

123 - Por tu salvación mis ojos languidecen, y por tu justa palabra.

124 - Según tu amor actúa con tu siervo, y enséñame tus preceptos.

125 - Soy tu servidor, dame inteligencia para que conozca tus testimonios.

126 - Señor, es tiempo de que actúes, pues se viola tu Ley;

127 - al verlo amo más tus mandamientos, los aprecio más que el oro fino.

128 - Me regulo por todos tus preceptos y odio cualquier camino de mentira.

129 - Maravillosos son tus testimonios por eso mi alma los guarda.

130 - Exponer tus palabras es dar luz y abrir la inteligencia de los sencillos.

131 - Abro una boca grande para aspirar, pues estoy ávido de tus mandamientos.

132 - Vuélvete a mí y ten de mí piedad, como los que aman tu nombre lo merecen.

133 - Afirma con tu palabra mis pasos, no dejes que me domine algún mal.

134 - Líbrame de la opresión del hombre, para que pueda observar tus ordenanzas.

135 - Haz brillar tu faz sobre tu siervo y enséñame tus preceptos.

136 - De mis ojos han brotado ríos de lágrimas, al ver que no se observa tu Ley.

137 - Tú eres justo, Señor, y rectos son tus juicios.

138 - Has dictado tus testimonios con justicia y con toda verdad.

139 - Me consumo de indignación, pues mis adversarios olvidan tus palabras.

140 - Tu palabra está totalmente comprobada, por eso tu servidor la ama.

141 - Aunque soy poca cosa y despreciable, no me olvido de tus ordenanzas.

142 - Tu justicia es justicia eternamente y tu Ley es verdad.

143 - Si me asaltan la angustia y la ansiedad, tus mandamientos aún son mis delicias.

144 - Tus testimonios son justicia eterna, dame inteligencia y viviré.

145 - Te invoco, Señor, con todo el corazón, respóndeme, pues quiero observar tus preceptos.

146 - Yo a ti clamo, sálvame, pues quiero guardar tus testimonios.

147 - Me adelanto a la aurora para clamarte, espero en tus palabras.

148 - Mis ojos se adelantaron a las horas y volví a meditar tu palabra.

149 - Por tu amor, Señor, oye mi voz, hazme vivir según tus juicios.

150 - Mis perseguidores se adhieren al crimen, pero se alejan de tu Ley.

151 - Tú estás cerca, Señor, y todos tus mandamientos son verdad.

152 - Lo que hace tiempo sé de tus testimonios es que los fundaste para siempre.

153 - Mira mi miseria y líbrame, pues no me he olvidado de tu Ley.

154 - Defiende mi causa y líbrame, que me vivifique tu palabra.

155 - La salvación está lejos de los impíos, pues no se interesan en tus preceptos.

156 - Frecuentes son, Señor, tus misericordias, hazme vivir según tus juicios.

157 - Mis perseguidores y mis enemigos son sin cuento, pero no me aparté de tus testimonios.

158 - Vi a los traidores y me dieron asco, pues no respetan tu palabra.

159 - Mira cuánto amo tus ordenanzas, Señor, hazme vivir según tu gracia.

160 - El principio de tu palabra es la verdad, tus juicios son justos para siempre.

161 - Si bien los príncipes me perseguían sin razón, mi corazón temía más a tus palabras.

162 - Tu palabra me llena de gozo como quien encuentra un gran tesoro.

163 - Detesto la mentira, la aborrezco, pero eso sí que amo tu Ley.

164 - Siete veces al día yo te alabo por tus juicios que son justos.

165 - Una paz grande para los que aman tu Ley, nada podrá hacerlos tropezar.

166 - Espero, Señor, tu salvación, y pongo en práctica tus mandamientos.

167 - Mi alma toma en cuenta tus testimonios, los amo totalmente.

168 - Observo tus ordenanzas, tus testimonios, a tu vista están todos mis caminos.

169 - ¡Que mi grito se acerque a tu faz, Señor, según tu palabra, dame inteligencia!

170 - ¡Que mi súplica llegue hasta tu presencia, líbrame de acuerdo a tu palabra!

171 - ¡Que mis labios publiquen tu alabanza, pues tú me enseñas tus preceptos!

172 - ¡Que mi lengua celebre tu palabra, pues son justos todos tus mandamientos!

173 - ¡Que tu mano venga a socorrerme, pues yo elegí tus ordenanzas!

174 - He ansiado, Señor, tu salvación, y tu Ley ha sido mi delicia.

175 - ¡Que mi alma viva para alabarte, y tus juicios vendrán en mi ayuda!

176 - Iba errante como oveja perdida, ven a buscar a tu servidor, pues bien sabes que no olvidé tus mandamientos.