Rut 3:15 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Rut
Capitulos:

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1 - Noemí dijo a su nuera: "Hija mía, ¿no es mi obligación asegurarte un porvenir tranquilo?

2 - Pues bien, Booz, nuestro pariente, con cuya gente has estado trabajando, va a trillar la cebada esta tarde. Tú debes, por lo tanto, hacer lo siguiente:

3 - Lávate, perfúmate, vístete lo mejor que puedas y vete a su era, pero no te dejes ver hasta que haya terminado de comer y beber.

4 - Fíjate bien dónde se va a acostar, y cuando ya esté durmiendo, acércate, levanta las mantas que tenga a sus pies y acuéstate allí. El te dirá entonces lo que debas hacer."

5 - Rut le contestó: "Haré todo lo que me has dicho."

6 - Bajó, pues, a la era e hizo todo lo que su suegra le había indicado.

7 - Booz, después de una cena bien regada, se fue a acostar muy alegre junto a la parva. Ella, por su parte, caminando despacito, destapó sus pies y se acostó.

8 - Como a la medianoche se despertó el hombre y miró con asombro que tenía a sus pies a una mujer.

9 - Como le preguntara quién era, ella le respondió: "Soy Rut, tu sirvienta. Tápame con tu manta, pues tú debes rescatarme."

10 - ¡Que Yavé te bendiga, hija mía, replicó él, pues este acto tuyo de piedad es mayor que el primero, ya que no has elegido a hombres jóvenes, ricos o pobres!

11 - Quédate tranquila, hija, pues haré todo lo que me pidas, ya que todo el pueblo sabe que tú eres una mujer extraordinaria.

12 - Es cierto que a mí me corresponde rescatarte, pero hay otro pariente tuyo más cercano que tiene más obligación.

13 - Quédate aquí por esta noche, y mañana veremos si él quiere rescatarte o no. Pues, si él se niega, te lo prometo por Yavé, lo haré yo.

14 - Por ahora, sigue durmiendo hasta mañana."par ab Antes de que amaneciera, cuando todavía no se puede distinguir bien a las personas, se levantó Booz, pues pensaba: "Nadie debe saber que esta mujer estuvo aquí durmiendo."

15 - Luego, le pidió a Rut que extendiera su chal y se lo llenó de cebada. Ella se lo echó al hombro y se volvió a la ciudad.

16 - Cuando llegó a casa de su suegra, le preguntó: "¿Cómo te ha ido, hija?"

17 - Ella, entonces, le contó todo lo que el hombre había hecho por ella y cómo le había dado toda aquella cebada para que no volviera a su casa con las manos vacías.

18 - Noemí replicó: "Quédate tranquila hasta que veas en qué termina esto, pues estoy segura de que él agotará todos los medios para llevarlo a buen fin hoy mismo."