Mateo 27:16 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - Al amanecer, todos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías celebraron una reunión para decidir la manera de hacer morir a Jesús.

2 - Luego lo ataron y lo llevaron para entregárselo a Pilato, el gobernador.

3 - Cuando Judas, el traidor, supo que Jesús había sido condenado, se llenó de remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los jefes judíos.

4 - Les dijo: "He pecado: he entregado a la muerte a un inocente." Ellos le contestaron: "¿Qué nos importa eso a nosotros? Es asunto tuyo."

5 - Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, se marchó y fue a ahorcarse.

6 - Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas, pero dijeron: "No se puede echar este dinero en el tesoro del Templo, porque es precio de sangre."

7 - Entonces se pusieron de acuerdo para comprar con aquel dinero el Campo del Alfarero y lo destinaron para cementerio de extranjeros.

8 - Por eso ese lugar es llamado Campo de Sangre hasta el día de hoy.

9 - Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: Tomaron las treinta monedas de plata, que fue el precio en que lo tasaron los hijos de Israel,

10 - y las dieron por el Campo del Alfarero, tal como el Señor me lo ordenó.

11 - Jesús compareció ante el gobernador, y éste comenzó a interrogarlo. Le preguntó: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Jesús contestó: "Tú eres el que lo dice."

12 - Los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías lo acusaban, pero Jesús no contestó nada.

13 - Pilato le dijo: "¿No oyes todos los cargos que presentan contra ti?"

14 - Pero Jesús no dijo ni una palabra, de modo que el gobernador se sorprendió mucho.

15 - Con ocasión de la Pascua, el gobernador tenía la costumbre de dejar en libertad a un condenado, a elección de la gente.

16 - De hecho el pueblo tenía entonces un detenido famoso, llamado Barrabás.

17 - Cuando se juntó toda la gente, Pilato les dijo: "¿A quién quieren que deje libre, a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?"

18 - Porque sabía que le habían entregado a Jesús por envidia.

19 - Mientras Pilato estaba en el tribunal, su mujer le mandó a decir: "No te metas con ese hombre porque es un santo, y anoche tuve un sueño horrible por causa de él."

20 - Mientras tanto, los jefes de los sacerdotes y los jefes de los judíos persuadieron al gentío a que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.

21 - Cuando el gobernador volvió a preguntarles: "¿A cuál de los dos quieren que les suelte?", ellos contestaron: "A Barrabás."

22 - Pilato les dijo: "¿Y qué hago con Jesús, llamado el Cristo?" Todos contestaron: "¡Crucifícalo!"

23 - Pilato insistió: "¿Qué ha hecho de malo?" Pero ellos gritaban cada vez con más fuerza: "¡Que sea crucificado!"

24 - Al darse cuenta Pilato de que no conseguía nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, pidió agua y se lavó las manos delante del pueblo. Y les dijo: "Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa."

25 - Y todo el pueblo contestó: "¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!"

26 - Entonces Pilato les soltó a Barrabás. Mandó azotar a Jesús y lo entregó a los que debían crucificarlo.

27 - Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del palacio y reunieron a toda la tropa en torno a él.

28 - Le quitaron sus vestidos y le pusieron una capa de soldado de color rojo.

29 - Después le colocaron en la cabeza una corona que habían trenzado con espinos y en la mano derecha le pusieron una caña. Doblaban la rodilla ante Jesús y se burlaban de él, diciendo: "¡Viva el rey de los judíos!"

30 - Le escupían en la cara y con la caña le golpeaban en la cabeza.

31 - Cuando terminaron de burlarse de él, le quitaron la capa de soldado, le pusieron de nuevo sus ropas y lo llevaron a crucificar.

32 - Por el camino se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y le obligaron a que cargara con la cruz de Jesús.

33 - Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgota (o Calvario), o sea, "calavera",

34 - le dieron a beber vino mezclado con hiel. Jesús lo probó, pero no lo quiso beber.

35 - Allí lo crucificaron y después se repartieron entre ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes.

36 - Luego se sentaron a vigilarlo.

37 - Encima de su cabeza habían puesto un letrero con el motivo de su condena, en el que se leía: "Este es Jesús, el rey de los judíos."

38 - También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

39 - Los que pasaban por allí lo insultaban; movían la cabeza

40 - y decían: "¡Vaya! ¡Tú que destruyes el Templo y lo levantas de nuevo en tres días! Si eres el Hijo de Dios, líbrate del suplicio y baja de la cruz."

41 - Los jefes de los sacerdotes, los jefes de los judíos y los maestros de la Ley también se burlaban de él. Decían:

42 - ¡Ha salvado a otros y no es capaz de salvarse a sí mismo! ¡Que baje de la cruz el Rey de Israel y creeremos en él!

43 - Ha puesto su confianza en Dios. Si Dios lo ama, que lo salve, pues él mismo dijo: Soy hijo de Dios."

44 - Hasta los ladrones que habían sido crucificados con él lo insultaban.

45 - Desde el mediodía hasta las tres de la tarde todo el país se cubrió de tinieblas.

46 - A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani, que quiere decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

47 - Al oírlo, algunos de los presentes decían: "Está llamando a Elías."

48 - Uno de ellos corrió, tomó una esponja, la empapó en vinagre y la puso en la punta de una caña para darle de beber.

49 - Los otros le decían: "Déjalo, veamos si viene Elías a salvarlo."

50 - Pero nuevamente Jesús dio un fuerte grito y entregó su espíritu.

51 - En ese mismo instante la cortina del Santuario se rasgó de arriba abajo, en dos partes.

52 - La tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso.

53 - Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente.

54 - El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios."

55 - También estaban allí, observándolo todo, algunas mujeres que desde Galilea habían seguido a Jesús para servirlo.

56 - Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

57 - Siendo ya tarde, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús.

58 - Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y el gobernador ordenó que se lo entregaran.

59 - José tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia

60 - y lo colocó en el sepulcro nuevo que se había hecho excavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue.

61 - Mientras tanto, María Magdalena y la otra María estaban allí, sentadas frente al sepulcro.

62 - Al día siguiente (el día después de la Preparación de la Pascua), los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron a Pilato

63 - y le dijeron: "Señor, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando aún vivía: Después de tres días resucitaré.

64 - Ordena, pues, que sea asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Este sería un engaño más perjudicial que el primero."

65 - Pilato les respondió: "Ahí tienen una guardia. Vayan ustedes y tomen todas las precauciones que crean convenientes."

66 - Ellos, pues, fueron al sepulcro y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba la entrada y pusieron guardia.