Mateo 26:30 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Mateo
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Cuando Jesús terminó todos estos discursos, dijo a sus discípulos:

2 - Ustedes saben que la Pascua cae dentro de dos días, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.

3 - Por entonces, los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás,

4 - y se pusieron de acuerdo para detener a Jesús con artimañas y darle muerte.

5 - Pero se decían: "No será durante la fiesta, para que el pueblo no se alborote."

6 - Jesús se encontraba en Betania, en casa de Simón el leproso.

7 - Se acercó a él una mujer, mientras estaba a la mesa, con un frasco de mármol precioso lleno de un perfume muy caro, y se lo derramó en la cabeza.

8 - Al ver esto, los discípulos protestaban: "¿Para qué tanto derroche?

9 - Este perfume se podía haber vendido muy caro para ayudar a los pobres."

10 - Jesús se dio cuenta y les dijo: "¿Por qué molestan a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es realmente una buena obra.

11 - Siempre tienen a los pobres con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre.

12 - Al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella preparaba mi entierro.

13 - En verdad les digo: dondequiera que se proclame el Evangelio, en todo el mundo, se contará también su gesto, y será su gloria."

14 - Entonces uno de los Doce, que se llamaba Judas Iscariote, se presentó a los jefes de los sacerdotes

15 - y les dijo: "¿Cuánto me darán si se lo entrego?" Ellos prometieron darle treinta monedas de plata.

16 - Y a partir de ese momento, Judas andaba buscando una oportunidad para entregárselo.

17 - El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: "¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?"

18 - Jesús contestó: "Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa."

19 - Los discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.

20 - Llegada la tarde, Jesús se sentó a la mesa con los Doce.

21 - Y mientras comían, les dijo: "En verdad les digo: uno de ustedes me va a traicionar."

22 - Se sintieron profundamente afligidos, y uno a uno comenzaron a preguntarle: "¿Seré yo, Señor?"

23 - El contestó: "El que me va a entregar es uno de los que mojan su pan conmigo en el plato.

24 - El Hijo del Hombre se va, como dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! ¡Sería mejor para él no haber nacido!"

25 - Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó también: "¿Seré yo acaso, Maestro?" Jesús respondió: "Tú lo has dicho."

26 - Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman; esto es mi cuerpo."

27 - Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: "Beban todos de ella:

28 - esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados.

29 - Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre."

30 - Después de cantar los salmos, partieron para el monte de los Olivos.

31 - Entonces Jesús les dijo: "Todos ustedes caerán esta noche: ya no sabrán qué pensar de mí. Pues dice la Escritura: Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas.

32 - Pero después de mi resurrección iré delante de ustedes a Galilea."

33 - Pedro empezó a decirle: "Aunque todos tropiecen, yo nunca dudaré de ti."

34 - Jesús le replicó: "Yo te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces."

35 - Pedro insistió: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y los demás discípulos le aseguraban lo mismo.

36 - Llegó Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní, y dijo a sus discípulos: "Siéntense aquí, mientras yo voy más allá a orar."

37 - Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y angustia.

38 - Y les dijo: "Siento una tristeza de muerte. Quédense aquí conmigo y permanezcan despiertos."

39 - Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: "Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú."

40 - Volvió donde sus discípulos, los halló dormidos; y dijo a Pedro: "¿De modo que no pudieron permanecer despiertos ni una hora conmigo?

41 - Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil."

42 - De nuevo se apartó por segunda vez a orar: "Padre, si esta copa no puede ser apartada de mí sin que yo la beba, que se haga tu voluntad."

43 - Volvió otra vez donde los discípulos y los encontró dormidos, pues se les cerraban los ojos de sueño.

44 - Los dejó, pues, y fue de nuevo a orar por tercera vez repitiendo las mismas palabras.

45 - Entonces volvió donde los discípulos y les dijo: "¡Ahora pueden dormir y descansar! Ha llegado la hora y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.

46 - ¡Levántense, vamos! El traidor está a punto de llegar."

47 - Estaba todavía hablando, cuando llegó Judas, uno de los Doce. Iba acompañado de una chusma armada con espadas y garrotes, enviada por los jefes de los sacerdotes y por las autoridades judías.

48 - El traidor les había dado esta señal: "Al que yo dé un beso, ése es; arréstenlo."

49 - Se fue directamente donde Jesús y le dijo: "Buenas noches, Maestro." Y le dio un beso.

50 - Jesús le dijo: "Amigo, haz lo que vienes a hacer." Entonces se acercaron a Jesús y lo arrestaron.

51 - Uno de los que estaban con Jesús sacó la espada e hirió al sirviente del sumo sacerdote, cortándole una oreja.

52 - Entonces Jesús le dijo: "Vuelve la espada a su sitio, pues quien usa la espada perecerá por la espada.

53 - ¿No sabes que podría invocar a mi Padre y él, al momento, me mandaría más de doce ejércitos de ángeles?

54 - Pero así había de suceder, y tienen que cumplirse las Escrituras."

55 - En ese momento, Jesús dijo a la gente: "A lo mejor buscan un ladrón y por eso salieron a detenerme con espadas y palos. Yo sin embargo me sentaba diariamente entre ustedes en el Templo para enseñar, y no me detuvieron.

56 - Pero todo ha pasado para que así se cumpliera lo escrito en los Profetas." Entonces todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.

57 - Los que tomaron preso a Jesús lo llevaron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los maestros de la Ley y las autoridades judías.

58 - Pedro lo iba siguiendo de lejos, hasta llegar al palacio del sumo sacerdote. Entró en el patio y se sentó con los policías del Templo, para ver en qué terminaba todo.

59 - Los jefes de los sacerdotes y el Consejo Supremo andaban buscando alguna declaración falsa contra Jesús, para poderlo condenar a muerte.

60 - Pero pasaban los falsos testigos y no se encontraba nada. Al fin llegaron dos

61 - que declararon: "Este hombre dijo: Yo soy capaz de destruir el Templo de Dios y de reconstruirlo en tres días."

62 - Entonces el sumo sacerdote se puso de pie y preguntó a Jesús: "¿No tienes nada que responder? ¿Qué es esto que declaran en contra tuya?"

63 - Pero Jesús se quedó callado.par ab Entonces el sumo sacerdote le dijo: "En el nombre del Dios vivo te ordeno que nos contestes: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios?"

64 - Jesús le respondió: "Así es, tal como tú lo has dicho. Y yo les digo más: a partir de ahora ustedes contemplarán al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Dios Todopoderoso, y lo verán venir sobre las nubes del cielo."

65 - Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas, diciendo: "¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos acaban de oír estas palabras blasfemas.

66 - ¿Qué deciden ustedes?" Ellos contestaron: "¡Merece la muerte!"

67 - Luego comenzaron a escupirle en la cara y a darle bofetadas, mientras otros lo golpeaban

68 - diciéndole: "Mesías, ¡adivina quién te pegó!"

69 - Mientras Pedro estaba sentado fuera, en el patio, se le acercó una sirvienta de la casa y le dijo: "Tú también estabas con Jesús de Galilea."

70 - Pero él lo negó delante de todos, diciendo: "No sé de qué estás hablando."

71 - Y como Pedro se dirigiera hacia la salida, lo vio otra sirvienta, que dijo a los presentes: "Este hombre andaba con Jesús de Nazaret."

72 - Pedro lo negó por segunda vez, jurando: "Yo no conozco a ese hombre."

73 - Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: "Sin duda que eres uno de los galileos: se nota por tu modo de hablar."

74 - Entonces Pedro empezó a proferir maldiciones y a afirmar con juramento que no conocía a aquel hombre. Y en aquel_mismo momento cantó un gallo.

75 - Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: "Antes de que cante el gallo me negarás tres veces". Y saliendo fuera, lloró amargamente.