Mateo 13:58 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Mateo
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas del lago.

2 - Pero la gente vino a él en tal cantidad, que subió a una barca y se sentó en ella, mientras toda la gente se quedó en la orilla.

3 - Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o parábolas.par ab Les decía: "El sembrador salió a sembrar.

4 - Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron.

5 - Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad.

6 - Pero apenas salió el sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron.

7 - Otros cayeron en medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron.

8 - Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno.

9 - El que tenga oídos, que escuche."

10 - Los discípulos se acercaron y preguntaron a Jesús: "¿Por qué les hablas en parábolas?"

11 - Jesús les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos, no.

12 - Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.

13 - Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.

14 - En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán.

15 - Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón... Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.

16 - ¡Dichosos los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen!

17 - Yo se lo digo: muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.

18 - Escuchen ahora la parábola del sembrador:

19 - Cuando uno oye la palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que cayó a lo largo del camino.

20 - La semilla que cayó en terreno pedregoso, es aquel que oye la Palabra y en seguida la recibe con alegría.

21 - En él, sin embargo, no hay raíces, y no dura más que una temporada. Apenas sobreviene alguna contrariedad o persecución por causa de la Palabra, inmediatamente se viene abajo.

22 - La semilla que cayó entre cardos, es aquel que oye la Palabra, pero luego las preocupaciones de esta vida y los encantos de las riquezas ahogan esta palabra, y al final no produce fruto.

23 - La semilla que cayó en tierra buena, es aquel que oye la Palabra y la comprende. Este ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta veces más."

24 - Jesús les propuso otra parábola: "Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos. Un hombre sembró buena semilla en su campo,

25 - pero mientras la gente estaba durmiendo, vino su enemigo, sembró malas hierbas en medio del trigo y se fue.

26 - Cuando el trigo creció y empezó a echar espigas, apareció también la maleza.

27 - Entonces los trabajadores fueron a decirle al patrón: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, viene esa maleza?"

28 - Respondió el patrón: "Eso es obra de un enemigo." Los obreros le preguntaron: "¿Quieres que arranquemos la maleza?"

29 - No, dijo el patrón, pues al quitar la maleza podrían arrancar también el trigo.

30 - Déjenlos crecer juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a los segadores: Corten primero las malas hierbas, hagan fardos y arrójenlos al fuego. Después cosechen el trigo y guárdenlo en mis bodegas."

31 - Jesús les propuso otra parábola: "Aquí tienen una figura del Reino de los Cielos: el grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo.

32 - Es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece, se hace más grande que las plantas de huerto. Es como un árbol, de modo que las aves vienen a posarse en sus ramas."

33 - Jesús les contó otra parábola: "Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: la levadura que toma una mujer y la introduce en tres medidas de harina. Al final, toda la masa fermenta."

34 - Todo esto lo contó Jesús al pueblo en parábolas. No les decía nada sin usar parábolas,

35 - de manera que se cumplía lo dicho por el Profeta: Hablaré en parábolas, daré a conocer cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

36 - Después Jesús despidió a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de las malas hierbas sembradas en el campo."

37 - Jesús les dijo: "El que siembra la semilla buena es el Hijo del Hombre.

38 - El campo es el mundo. La buena semilla es la gente del Reino. La maleza es la gente del Maligno.

39 - El enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

40 - Vean cómo se recoge la maleza y se quema: así sucederá al fin del mundo.

41 - El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles; éstos recogerán de su Reino todos los escándalos y también los que obraban el mal,

42 - y los arrojarán en el horno ardiente. Allí no habrá más que llanto y rechinar de dientes.

43 - Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda.

44 - El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo.

45 - Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: un comerciante que busca perlas finas.

46 - Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra.

47 - Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: una red que se ha echado al mar y que recoge peces de todas clases.

48 - Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan, escogen los peces buenos, los echan en canastos y tiran los que no sirven.

49 - Así pasará al final de los tiempos: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los buenos

50 - y los arrojarán al horno ardiente. Allí será el llorar y el rechinar de dientes."

51 - Preguntó Jesús: "¿Han entendido ustedes todas estas cosas?" Ellos le respondieron: "Sí."

52 - Entonces Jesús dijo: "Está bien: cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas."

53 - Cuando Jesús terminó de decir estas parábolas, se fue de allí.

54 - Un día se fue a su pueblo y enseñó a la gente en su sinagoga. Todos quedaban maravillados y se preguntaban: "¿De dónde le viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos milagros?

55 - ¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Pero si su madre es María, y sus hermanos son Santiago, y José, y Simón, y Judas!

56 - Sus hermanas también están todas entre nosotros, ¿no es cierto? ¿De dónde, entonces, le viene todo eso?" Ellos se escandalizaban y no lo reconocían.

57 - Entonces Jesús les dijo: "Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su patria y en su propia familia."

58 - Y como no creían en él, no hizo allí muchos milagros.