Marcos 5:28 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Llegaron a la otra orilla del lago, que es la región de los gerasenos.

2 - Apenas había bajado Jesús de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo.

3 - El hombre vivía entre los sepulcros, y nadie podía sujetarlo ni siquiera con cadenas.

4 - Varias veces lo habían amarrado con grillos y cadenas, pero él rompía las cadenas y hacía pedazos los grillos, y nadie lograba dominarlo.

5 - Día y noche andaba por los cerros, entre los sepulcros, gritando y lastimándose con piedras.

6 - Al divisar a Jesús, fue corriendo y se echó de rodillas a sus pies.

7 - Entre gritos le decía: "¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo! Te ruego por Dios que no me atormentes."

8 - Es que Jesús le había dicho: "Espíritu malo, sal de este hombre."

9 - Cuando Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?", contestó: "Me llamo Multitud, porque somos muchos."

10 - Y rogaban insistentemente a Jesús que no los echara de aquella región.

11 - Había allí una gran piara de cerdos comiendo al pie del cerro.

12 - Los espíritus le rogaron: "Envíanos a esa piara y déjanos entrar en los cerdos." Y Jesús se lo permitió.

13 - Entonces los espíritus malos salieron del hombre y entraron en los cerdos; en un instante las piaras se arrojaron al agua desde lo alto del acantilado y todos los cerdos se ahogaron en el lago.

14 - Los cuidadores de los cerdos huyeron y contaron lo ocurrido en la ciudad y por el campo, de modo que toda la gente fue a ver lo que había sucedido.

15 - Se acercaron a Jesús y vieron al hombre endemoniado, el que había estado en poder de la Multitud, sentado, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron.

16 - Los testigos les contaron lo ocurrido al endemoniado y a los cerdos,

17 - y ellos rogaban a Jesús que se alejara de sus tierras.

18 - Cuando Jesús subía a la barca, el hombre que había tenido el espíritu malo le pidió insistentemente que le permitiera irse con él.

19 - Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con los tuyos y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido compasión de ti."

20 - El hombre se fue y empezó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; y todos quedaban admirados.

21 - Jesús, entonces, atravesó el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se juntó en la playa en torno a él.

22 - En eso llegó un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a sus pies

23 - suplicándole: "Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo."

24 - Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía.

25 - Se encontraba allí una mujer que padecía un derrame de sangre desde hacía doce años.

26 - Había sufrido mucho en manos de muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, pero en lugar de mejorar, estaba cada vez peor.

27 - Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto.

28 - La mujer pensaba: "Si logro tocar, aunque sólo sea su ropa, sanaré."

29 - Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana.

30 - Pero Jesús se dio cuenta de que un poder había salido de él, y dándose vuelta en medio del gentío, preguntó: "¿Quién me ha tocado la ropa?"

31 - Sus discípulos le contestaron: "Ya ves cómo te oprime toda esta gente ¿y preguntas quién te tocó?"

32 - Pero él seguía mirando a su alrededor para ver quién le había tocado.

33 - Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, asustada y temblando, se postró ante él y le contó toda la verdad.

34 - Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad."

35 - Jesús estaba todavía hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: "Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar ya al Maestro?"

36 - Jesús se hizo el desentendido y dijo al oficial: "No tengas miedo, solamente ten fe."

37 - Pero no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.

38 - Cuando llegaron a la casa del oficial, Jesús vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban.

39 - Jesús entró y les dijo: "¿Por qué este alboroto y tanto llanto? La niña no está muerta, sino dormida."

40 - Y se burlaban de él. Pero Jesús los hizo salir a todos, tomó consigo al padre, a la madre y a los que venían con él, y entró donde estaba la niña.

41 - Tomándola de la mano, dijo a la niña: "Talitá kumi", que quiere decir: "Niña, te lo digo, ¡levántate!"

42 - La jovencita se levantó al instante y empezó a caminar (tenía doce años). ¡Qué estupor más grande! Quedaron fuera de sí.

43 - Pero Jesús les pidio insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a la niña.