Lucas 10:14 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos, en dos delante de él, a todas las ciudades y lugares adonde debía ir.

2 - Les dijo: "La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.

3 - Vayan, pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos.

4 - No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos.

5 - Al entrar en cualquier casa, bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa.

6 - Si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes le traen; de lo contrario, la bendición volverá a ustedes.

7 - Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario.

8 - No vayan de casa en casa. Cuando entren en una ciudad y sean bien recibidos, coman lo que les sirvan,

9 - sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes.

10 - Pero si entran en una ciudad y no quieren recibirles, vayan a sus plazas y digan:

11 - Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios ha venido a ustedes.

12 - Yo les aseguro que, en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad.

13 - ¡Pobre de ti, Corazaín! ¡Pobre de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se han hecho en ustedes se hubieran realizado en Tiro y Sidón, hace mucho tiempo que sus habitantes habrían hecho penitencia, poniéndose vestidos de penitencia, y se habrían sentado en la ceniza.

14 - Con toda seguridad Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor que ustedes en el día del juicio.

15 - Y tú, Cafarnaún, ¿crees que te elevarás hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el lugar de los muertos.

16 - Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado."

17 - Los setenta y dos discípulos volvieron muy contentos, diciendo: "Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre."

18 - Jesús les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

19 - Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes.

20 - Sin embargo, alégrense no porque los demonios se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos."

21 - En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: "Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad.

22 - Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer."

23 - Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: "¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!

24 - Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron."

25 - Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?"

26 - Jesús le dijo: "¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?"

27 - El hombre contestó: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo."

28 - Jesús le dijo: "¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás."

29 - El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: "¿Y quién es mi prójimo?"

30 - Jesús empezó a decir: "Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto.

31 - Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vió, tomó el otro lado y siguió.

32 - Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado y pasó de largo.

33 - Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él.

34 - Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.

35 - Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: "Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta."

36 - Jesús entonces le preguntó: "Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?"

37 - El maestro de la Ley contestó: "El que se mostró compasivo con él." Y Jesús le dijo: "Vete y haz tú lo mismo."

38 - Siguiendo su camino, entraron en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa.

39 - Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra.

40 - Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. En cierto momento Marta se acercó a Jesús y le dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude."

41 - Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas:

42 - una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada."