Jeremias 31:40 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Jeremias
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1 - Entonces, dice Yavé, yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo.

2 - Esto dice Yavé: El pueblo que se salvó de la espada enfrenta la calor del desierto, Israel se está dirigiendo al lugar de su reposo.

3 - De lejos Yavé se le apareció: "Con amor eterno te he amado, por eso prolongaré mi cariño hacia ti.

4 - Volveré a edificarte y serás reedificada, virgen de Israel.

5 - De nuevo lucirás tu belleza bailando, alegremente, con tus panderetas. De nuevo plantarás viñas en los cerros de Samaria, como antes las plantaban los viñadores y las cosechaban.

6 - Vendrá un día en que los centinelas gritarán desde los cerros de Efraím: "¡Levántense, subamos a Sión, adonde está Yavé nuestro Dios!"

7 - Y añade Yavé: ¡Vitoreen con alegría a Jacob, aclamen a la primera de las naciones! Háganse escuchar, celébrenlo y publíquenlo: "¡Yavé ha salvado a su pueblo, al resto de Israel!"

8 - Miren cómo los traigo del país del norte, y cómo los junto de los extremos del mundo. Están todos, ciegos y cojos, mujeres encinta y con hijos, y forman una multitud que vuelve para acá.

9 - Partieron en medio de lágrimas, pero los hago regresar contentos; los voy a llevar a los arroyos por un camino plano para que nadie se caiga. Pues he llegado a ser un padre para Israel y Efraím es mi primogénito.

10 - Que todas las naciones escuchen la palabra de Yavé; proclámenla en las islas lejanas: "El que dispersó a Israel, lo reunirá y lo cuidará como un pastor a su rebaño."

11 - Porque Yavé ha rescatado a Jacob y lo ha librado de las manos del poderoso.

12 - Vendrán, cantando de alegría, al cerro de Sión, y acudirán para gozar de los regalos de Yavé, del trigo, vino y aceite, de las ovejas y bueyes. Su alma será como un huerto bien regado, y no volverán más a estar desganados.

13 - Entonces la muchacha bailará de alegría, jóvenes y viejos vivirán felices; cambiaré su tristeza en alegría, los consolaré, los haré reír después de sus penas.

14 - Daré a los sacerdotes harta manteca y mi pueblo quedará satisfecho con mis regalos, dice Yavé.

15 - Esto dice Yavé: En Ramá se han oído unos quejidos y un amargo lamento: es Raquel que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, pues ya no están.

16 - Así dice Yavé: Deja de lamentarte, y seca el llanto de tus ojos, ya que tu prueba tendrá su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo.

17 - Ten esperanza para el futuro, pues tu descendencia regresará a su tierra.

18 - Escucho, escucho quejarse a Efraím: "Me has pegado, y he sido castigado muy duro, como un novillo no domado; haz que yo vuelva y volveré, ya que tú eres Yavé, mi Dios.

19 - Si bien me he descarriado, ahora me arrepiento, me doy cuenta y me golpeo el pecho. Estoy avergonzado y confundido, pues pesa sobre mí mi infame juventud."

20 - ¿No es Efraím para mí un hijo predilecto, o un niño mimado, para que después de cada amenaza deba siempre pensar en él, y por él se conmuevan mis entrañas y se desborde mi ternura?, palabra de Yavé.

21 - Coloca señales, pon en su lugar las marcas;par ab fíjate bien en la ruta,par ab en el camino por el que te has ido.par ab Vuelve, Virgen de Israel,par ab vuelve a estas ciudades, que son tuyas.

22 - ¿Hasta cuándo andarás de aquí para allá,par ab hija rebelde?par ab Porque Yavé ha presentadopar ab una cosa nueva en la tierra:par ab la mujer es la que busca a su marido.

23 - Estas son las palabras de Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel: "Usarán nuevamente esta expresión en Judá y en sus ciudades, cuando yo haya mejorado su suerte: ¡Que Yavé te bendiga, oh morada de Justicia, monte santo!

24 - Allí se restablecerá Judá con todas sus ciudades; cultivarán la tierra y cuidarán sus rebaños.

25 - Yo daré de beber al alma agotada y saciaré a la que se desmaya."

26 - Entonces fue cuando me desperté, y vi que mi sueño había sido muy bueno.

27 - Se aproximan días, dice Yavé, en que sembraré en la casa de Israel y en la de Judá semilla de hombres y semilla de animales.

28 - Y del mismo modo que me preocupé por arrancarlos, destruirlos, demolerlos, acabarlos y perjudicarlos, así también estaré atento para edificarlos y plantarlos, dice Yavé.

29 - Entonces no andarán diciendo más: "Los padres comieron uvas agrias y los hijos sufren dentera",

30 - sino que cada uno morirá por su propio pecado. El que coma uvas agrias sufrirá dentera.

31 - Ya llega el día, dice Yavé, en que yo pactaré con el pueblo de Israel (y con el de Judá) una nueva alianza.

32 - No será como esa alianza que pacté con sus padres, cuando los tomé de la mano, sacándolos de Egipto. Pues ellos quebraron la alianza, siendo que yo era su Señor.

33 - Esta es la alianza que yo pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

34 - Ya no tendrán que enseñarle a su compañero, o a su hermano, diciéndoles: "Conozcan a Yavé." Pues me conocerán todos, del más grande al más chico, dice Yavé; yo entonces habré perdonado su culpa, y no me acordaré más de su pecado.

35 - Así se expresa Yavé,par ab que ha puesto el sol para alumbrar el día,par ab la luna y las estrellas para iluminar la noche,par ab que agita el mar y hace bramar sus olas,par ab y que se llama Yavé de los Ejércitos:

36 - Si llegara a fallar este orden ante mí, dice Yavé, entonces la raza de Israel dejaría también de ser la nación que me sirve para siempre.

37 - Si pudieran medirse los cielos por arriba y sondear por abajo los cimientos de la tierra, entonces yo también rechazaría a toda la raza de Israel por todo lo que ha hecho, dice Yavé.

38 - Se acerca el tiempo, dice Yavé, en que la ciudad de Yavé será reconstruida desde la torre de Jananeel hasta la puerta del Angulo.

39 - Y el cordel para medir será tirado en línea recta hasta la colina de Gareb, dando la vuelta después hacia Goat.

40 - Y todo el valle de los muertos y de la ceniza, y los campos que limitan con el torrente de Cedrón hasta la esquina de la Puerta de los Caballos, al este, serán consagrados a Yavé. ¡Ya no volverán a ser destruidos ni declarados malditos!