Isaias 10:20 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Isaias
Capitulos:

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1 - ¡Pobres de aquellos que dictan leyes injustaspar ab y ponen por escrito los decretos de la maldad.

2 - Dejan sin protección a los pobres de mi país;par ab roban a los pequeños de sus derechos,par ab dejan sin nada a la viudapar ab y despojan al huérfano!

3 - ¿Qué harán el día en que se arreglen las cuentas?par ab ¿A dónde huirán, y quién los ayudarápar ab cuando, desde lejos, venga el desastre?par ab ¿Dónde encerrarán sus riquezas?

4 - No quedará más que doblegarse bajo las cadenaspar ab o caer con los muertos.par ab Pero a Yavé no se le ha pasado el enojo,par ab aún sigue con la mano amenazante.

5 - ¡Ay de Asur, que es el bastón de mi ira,par ab el garrote que usa mi furor!

6 - Yo lo he enviadopar ab contra una nación impía,par ab contra un pueblo que me molesta,par ab para que lo saqueepar ab y le quite todo lo que tienepar ab y lo pisotee como el polvo de las calles.

7 - El, sin embargo, no entiende mi proyecto,par ab ni lo cree así su corazón,par ab pues su intención es destruirpar ab y desmenuzar a no pocas naciones.

8 - Dice: "¿Mis príncipes no son reyes acaso?

9 - No sucedió a Calmo como a Carquemis, a Jamat igual que a Arpad y a Samaria como a Damasco?

10 - Mi mano supo alcanzar los reinos de los ídolos, en que las estatuas eran más numerosas que las de Jerusalén y Samaria;

11 - pues bien, como he tratado a Samaria y a sus ídolos, ¿no seré capaz de hacer lo mismo con Jerusalén y sus objetos sagrados?"

12 - Pero esto ha de suceder: cuando el Señor haya terminado su obra en la montaña de Sión y en Jerusalén, castigará la soberbia del corazón del rey de Asiria y la mirada despreciativa de sus ojos. Porque dijo:

13 - Esto lo conseguí con la fuerza de mi brazopar ab y con mi capacidad, pues soy inteligente;par ab he hecho retroceder las fronteras de los pueblospar ab y me he apoderado de sus tesoros.par ab Yo como soberano hice bajar de su trono a sus reyes.

14 - Mi mano ha tomado, como se toma un nido,par ab las riquezas de los pueblos.par ab Como se recogen huevos botados,par ab así me he apoderado de toda la tierrapar ab y no hubo quién aletearapar ab ni abriera el pico ni piara."

15 - ¿Acaso el hacha se cree más que el leñador,par ab o la sierra, más que el aserrador?par ab ¡Como si el bastón mandara a quien lo usapar ab o el palo moviera al que no es de madera!

16 - Por eso, Yavé de los ejércitos enviarápar ab a sus hombres forzudos la debilidadpar ab y prenderá fuego a su lujopar ab como se enciende la leña.

17 - La luz de Israel se hará fuegopar ab y su Santo será como una llama,

18 - que quemará y consumirápar ab todos sus matorrales en un solo día.par ab El esplendor de sus bosques y de sus árboles frutalespar ab se desvanece, se deshace,par ab y se le va la vida.

19 - Lo que quede de sus árboles será tan poco, que un niño los podrá contar.

20 - Aquel día el resto de Israel y los sobrevivientes de la familia de Jacob ya no le pedirán ayuda al que les pega, sino que le pedirán ayuda a Yavé, el Santo de Israel, y serán sinceros con él.

21 - Un resto volverá, un resto de Jacob se volverá hacia el Dios fuerte.

22 - Porque aunque fuera tu pueblo, oh Israel, como la arena del mar, sólo un resto volverá. Su destrucción está decidida, para que quede bien en claro la justicia;

23 - pues el Señor Yavé de los Ejércitos llevará a cabo, en todo el país, exterminio y limpieza.

24 - Por tanto, así se expresa Yavé de los Ejércitos:par ab Oh pueblo mío, que vives en Sión, no le tengas miedo a Asur, que te da de palos, o que te pega con su bastón, como hacía Egipto.

25 - Porque dentro de muy poco tiempo desaparecerá mi enojo, y mi cólera se tornará contra él.

26 - Yavé de los Ejércitos hará zumbar la huasca sobre él, igual como cuando se las dio a Madián, en el cerro Horeb, y levantará su bastón sobre el mar, como lo hizo en Egipto.

27 - Entonces, la carga se caerá de tu espalda, su yugo dejará de pesar en tu cuello, y la abundancia reemplazará la opresión.

28 - Se acerca por el lado de Rimón, avanza sobre Ayot, atraviesa Migrón, deja su bagaje en Micmas.

29 - Atraviesan el desfiladero, pasan la noche en Gueba. Rama se asusta, Guibea de Saúl huye.

30 - Grita, hija de Galim; escúchala, Lais; respóndele, Anatot.

31 - Madmena se dispersa, los habitantes de Gabim buscan refugio.

32 - Hoy mismo hará un alto en Nob, y extenderá su brazo sobre el cerro de la hija de Sión, la colina de Jerusalén...

33 - Pero vean cómo el Señor Yavé de los Ejércitos desgaja con fuerza las copas de los árboles; los más altos son cortados y los más orgullosos, rebajados. Su hacha termina con los matorrales del bosque,

34 - y el Líbano tan nombrado se viene abajo.