Filipenses 3:17 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Filipenses
Capitulos:

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1 - Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor.

2 - ¡Cuídense de los perros, cuídense de los obreros malos, cuídense de los que se hacen incisiones!

3 - Nosotros somos los verdaderos circuncidados, pues servimos a Dios en espíritu y confiamos no en cosas humanas, sino en Cristo Jesús.

4 - Porque, hablando de méritos humanos, yo también tendría con qué sentirme seguro. Si alguno cree que puede confiar en tales cosas, ¡cuánto más lo puedo yo!

5 - Nací de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos, y fui circuncidado a los ocho días.par ab ¿Observaba yo la Ley? Por supuesto, pues era fariseo,

6 - y convencido, como lo demostré persiguiendo a la Iglesia; y en cuanto a ser justo según la Ley, fui un hombre irreprochable.

7 - Pero al tener a Cristo consideré todas mis ventajas como cosas negativas.

8 - Más aún, todo lo considero al presente como peso muerto en comparación con eso tan extraordinario que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. A causa de él ya nada tiene valor para mí y todo lo considero como pelusas mientras trato de ganar a Cristo.

9 - Y quiero encontrarme en él, no teniendo ya esa rectitud que pretende la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, quiero decir, la reordenación que Dios realiza a raíz de la fe.

10 - Quiero conocerlo, quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos; y siendo semejante a él en su muerte,

11 - alcanzaré, Dios lo quiera, la resurrección de los muertos.

12 - No creo haber conseguido ya la meta ni me considero un "perfecto", sino que prosigo mi carrera hasta conquistarlo, puesto que ya he sido conquistado por Cristo.

13 - No, hermanos, yo no me creo todavía calificado, pero para mí ahora sólo vale lo que está adelante; y olvidando lo que dejé atrás,

14 - corro hacia la meta, con los ojos puestos en el premio de la vocación celestial, quiero decir, de la llamada de Dios en Cristo Jesús.

15 - Todos nosotros, si somos de los "perfectos", tenemos que pensar así; y si no ven todavía las cosas en esta forma, Dios los iluminará.

16 - Mientras tanto, sepamos conservar lo que hemos conquistado.

17 - Sean imitadores míos, hermanos, y fíjense en los que siguen nuestro ejemplo.

18 - Porque muchos viven como enemigos de la cruz de Cristo; se lo he dicho a menudo y ahora se lo repito llorando.

19 - La perdición los espera; su Dios es el vientre, y se sienten muy orgullosos de cosas que deberían avergonzarlos. No piensan más que en las cosas de la tierra.

20 - Nosotros tenemos nuestra patria en el cielo, y de allí esperamos al Salvador que tanto anhelamos, Cristo Jesús, el Señor.

21 - Pues él cambiará nuestro cuerpo miserable usando esa fuerza con la que puede someter a sí el universo, y lo hará semejante a su propio cuerpo, del que irradia su gloria.