Esdras 3:4 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Esdras
Capitulos:

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1 - Los israelitas ya estaban en sus ciudades, cuando, al llegar el séptimo mes, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén.

2 - Josué hijo de Yosadac y sus hermanos sacerdotes, Zorobabel hijo de Sealtiel y sus hermanos, se juntaron para reconstruir el altar del Dios de Israel y ofrecer en él holocaustos tal como está escrito en la ley de Moisés, el hombre de Dios.

3 - A pesar del miedo a los paganos, se reconstruyó el altar en el mismo lugar y se ofrecieron en él holocaustos en honor de Yavé: el holocausto de la mañana y el de la tarde.

4 - Se celebró la fiesta de los Tabernáculos tal como está escrito, con el número de holocaustos determinados para cada día.

5 - Luego, además del holocausto perpetuo, se ofrecieron los que estaban previstos para los sábados, las lunas nuevas y todas las fiestas en honor de Yavé; se ofrecieron también los holocaustos que cada uno con toda libertad quería ofrecer a Yavé.

6 - Se comenzó a ofrecer holocaustos a Yavé el primer día del séptimo mes, cuando aún no se habían puesto los cimientos del santuario de Yavé.

7 - Dieron dinero a los que trabajaban la piedra y a los carpinteros; víveres, bebidas y aceite a la gente de Sidón y de Tiro para que trajesen madera de cedro. Debían transportarla por mar desde el Líbano hasta Yafo, según la autorización dada por Ciro, rey de Persia.

8 - Al segundo año de su llegada al Templo de Dios en Jerusalén, el segundo mes, Zorobabel hijo de Sealtiel y Josué hijo de Yosadac, sus demás hermanos, los sacerdotes, los levitas y todos los que habían regresado del cautiverio a Jerusalén, comenzaron la obra. Encargaron a los levitas de veinte años para arriba que dirigieran la obra del Templo de Yavé.

9 - Josué, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, los hijos de Yodabías, se hicieron todos cargo de la dirección de los que trabajaban en el Templo de Dios.

10 - Cuando los obreros pusieron los cimientos del Templo de Yavé, se presentaron los sacerdotes revestidos de túnicas con sus trompetas, los levitas hijos de Azaf con sus címbalos, para celebrar a Yavé tal como lo había ordenado David, rey de Israel.

11 - Entonaron este canto para alabar y celebrar a Yavé: "¡Porque es bueno, porque eterno es su amor para con Israel!" Todo el pueblo lanzaba grandes aclamaciones, y daba gracias a Yavé porque se habían puesto los cimientos del Templo de Yavé.

12 - Muchas personas de edad, sacerdotes y levitas, jefes de familia que habían conocido el primer templo, lloraban abundantemente mientras se ponían ante su vista los cimientos, pero muchos otros dejaban escapar sus alegres exclamaciones.

13 - No se podía distinguir entre el ruido de las aclamaciones alegres y el del llanto del pueblo; eran tales las aclamaciones que se podían oír desde lejos.