Marcos 14:13 - Biblia Al Dia

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Faltaban sólo dos días para la Pascua y para la fiesta de los Panes sin levadura. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban con artimañas cómo arrestar a Jesús para matarlo.

2 - Por eso decían: «No durante la fiesta, no sea que se amotine el pueblo.»

3 - En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón llamado el leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesú

4 - Algunos de los presentes comentaban indignados:—¿Para qué este desperdicio de perfume?

5 - Podía haberse vendido por muchísimo dinero para dárselo a los pobres.Y la reprendían con severidad.

6 - —Dejadla en paz —dijo Jesús—. ¿Por qué la molestáis? Ella ha hecho una obra buena conmigo.

7 - A los pobres siempre los tendréis con vosotros, y podréis ayudarlos cuando queráis; pero a mí no me vais a tener siempre.

8 - Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura.

9 - Os aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.

10 - Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los jefes de los sacerdotes para entregarles a Jesús.

11 - Ellos se alegraron al oírlo, y prometieron darle dinero. Así que él buscaba la ocasión propicia para entregarlo.

12 - El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, cuando se acostumbraba sacrificar el cordero de la Pascua, los discípulos le preguntaron a Jesús:—¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas la Pascua?

13 - Él envió a dos de sus discípulos con este encargo:—Id a la ciudad y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua. Seguidlo,

14 - y allí donde entre decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la sala en la que pueda comer la Pascua con mis discípulos?”

15 - Él os mostrará en la planta superior una sala amplia, amueblada y arreglada. Preparad allí nuestra cena.

16 - Los discípulos salieron, entraron en la ciudad y encontraron todo tal y como les había dicho Jesús. Así que prepararon la Pascua.

17 - Al anochecer llegó Jesús con los doce.

18 - Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, dijo:—Os aseguro que uno de vosotros, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.

19 - Ellos se pusieron tristes, y uno tras otro empezaron a preguntarle:—¿Acaso seré yo?

20 - —Es uno de los doce —contestó—, uno que moja el pan conmigo en el plato.

21 - A la verdad, el Hijo del hombre se irá tal como está escrito de él, pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.

22 - Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio, diciéndoles:—Tomad; esto es mi cuerpo.

23 - Después tomó una copa, dio gracias y se la dio, y todos bebieron de ella.

24 - —Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos —les dijo—.

25 - Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba el vino nuevo en el reino de Dios.

26 - Después de cantar los salmos, salieron al monte de los Olivos.

27 - —Todos vosotros me abandonaréis —les dijo Jesús—, porque está escrito:»“Heriré al pastor,y se dispersarán las ovejas.”

28 - Pero cuando resucite, iré delante de vosotros a Galilea.

29 - —Aunque todos te abandonen, yo no —declaró Pedro.

30 - —Te aseguro —le contestó Jesús— que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces.

31 - Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro con vehemencia—, jamás te negaré.Y los demás dijeron lo mismo.

32 - Fueron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: «Sentaos aquí mientras yo oro.»

33 - Se llevó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a sentir temor y tristeza.

34 - «Es tal la angustia que me invade que me siento morir —les dijo—. Quedaos aquí y velad.»

35 - Yendo un poco más allá, se postró en tierra y empezó a orar que, de ser posible, no tuviera él que pasar por aquella hora.

36 - Decía: « Abba , Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»

37 - Luego volvió a sus discípulos y los encontró dormidos. «Simón —le dijo a Pedro—, ¿estás dormido? ¿No pudiste mantenerte despierto ni una hora?

38 - Velad y orad para que no caigáis en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpoes débil.»

39 - Una vez más se retiró e hizo la misma oración.

40 - Cuando volvió, los encontró dormidos otra vez, porque se les cerraban los ojos de sueño. No sabían qué decirle.

41 - Al volver por tercera vez, les dijo: «¿Seguís durmiendo y descansando? ¡Se acabó! Ha llegado la hora. Mirad, el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores.

42 - ¡Levantaos! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona!»

43 - Todavía estaba hablando Jesús cuando de repente llegó Judas, uno de los doce. Lo acompañaba una turba armada con espadas y palos, enviada por los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos.

44 - El traidor les había dado esta contraseña: «Al que yo dé un beso, ése es; arréstadlo y llevaoslo bien asegurado.»

45 - Tan pronto como llegó, Judas se acercó a Jesús.—¡Rabí! —le dijo, y lo besó.

46 - Entonces los hombres prendieron a Jesús.

47 - Pero uno de los que estaban ahí desenfundó la espada e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole una oreja.

48 - —¿Acaso soy un bandido —dijo Jesús—, para que vengáis con espadas y palos a arrestarme?

49 - Día tras día estaba con vosotros, enseñando en el templo, y no me prendisteis. Pero es preciso que se cumplan las Escrituras.

50 - Entonces todos lo abandonaron y huyeron.

51 - Cierto joven que se cubría con sólo una sábana iba siguiendo a Jesús. Lo detuvieron,

52 - pero él soltó la sábana y escapó desnudo.

53 - Llevaron a Jesús ante el sumo sacerdote y se reunieron allí todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley.

54 - Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote. Allí se sentó con los guardias, y se calentaba junto al fuego.

55 - Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba contra Jesús para poder condenarlo a muerte, pero no la encontraban.

56 - Muchos testificaban falsamente contra él, pero sus declaraciones no coincidían.

57 - Entonces unos decidieron dar este falso testimonio contra él:

58 - —Nosotros le oímos decir: “Destruiré este templo hecho por hombres y en tres días construiré otro, no hecho por hombres.”

59 - Pero ni aun así concordaban sus declaraciones.

60 - Poniéndose de pie en medio, el sumo sacerdote interrogó a Jesús:—¿No tienes nada que contestar? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra?

61 - Pero Jesús se quedó callado y no contestó nada.—¿Eres el Cristo, el Hijo del Bendito? —le preguntó de nuevo el sumo sacerdote.

62 - —Sí, yo soy —dijo Jesús—. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.

63 - —¿Para qué necesitamos más testigos? —dijo el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—.

64 - ¡Habéis oído la blasfemia! ¿Qué os parece?Todos ellos lo condenaron como digno de muerte.

65 - Algunos comenzaron a escupirle; le vendaron los ojos y le daban puñetazos.—¡Profetiza! —le gritaban.Los guardias también le daban bofetadas.

66 - Mientras Pedro estaba abajo en el patio, pasó una de las criadas del sumo sacerdote.

67 - Cuando vio a Pedro calentándose, se fijó en él.—Tú también estabas con ese nazareno, con Jesús —le dijo ella.

68 - Pero él lo negó:—No lo conozco. Ni siquiera sé de qué estás hablando.Y salió afuera, a la entrada.

69 - Cuando la criada lo vio allí, dijo de nuevo a los presentes:—Éste es uno de ellos.

70 - Él lo volvió a negar.Poco después, los que estaban allí le dijeron a Pedro:—Seguro que tú eres uno de ellos, pues eres galileo.

71 - Él comenzó a echar maldiciones.—¡No conozco a ese hombre del que habláis! —les juró.

72 - Al instante un gallo cantó por segunda vez. Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces.» Y se echó a llorar.