Marcos 10:48 - Biblia Al Dia

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Jesús partió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez concurrieron a él las multitudes, y como era su costumbre, les enseñaba.

2 - En eso, unos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:—¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?

3 - —¿Qué os mandó Moisés? —replicó Jesús.

4 - —Moisés permitió que un hombre escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos.

5 - —Esa ley la escribió Moisés para vosotros por lo obstinados que sois —aclaró Jesús—.

6 - Pero al principio de la creación Dios “los hizo hombre y mujer”.

7 - “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa,

8 - y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.” Así que ya no son dos, sino uno solo.

9 - Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

10 - Vueltos a casa, los discípulos le preguntaron a Jesús sobre este asunto.

11 - —El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera —respondió—.

12 - Y si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio.

13 - Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.

14 - Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidaís, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.

15 - Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.»

16 - Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

17 - Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se postró delante de él.—Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

18 - —¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino sólo Dios.

19 - Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.”

20 - —Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven.

21 - Jesús lo miró con amor y añadió:—Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 - Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas.

23 - Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos:—¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!

24 - Los discípulos se asombraron de sus palabras.—Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! —repitió Jesús—.

25 - Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.

26 - Los discípulos se asombraron aún más, y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?»

27 - —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.

28 - —¿Qué de nosotros, que lo hemos dejado todo y te hemos seguido? —comenzó a reclamarle Pedro.

29 - —Os aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos,

30 - recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna.

31 - Pero muchos de los primeros serán últimos, y los últimos, primeros.

32 - Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús se les adelantó. Los discípulos estaban asombrados, y los otros que venían detrás tenían miedo. De nuevo tomó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder.

33 - «Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles.

34 - Se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero a los tres días resucitará.»

35 - Se le acercaron Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo.—Maestro —le dijeron—, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir.

36 - —¿Qué queréis que haga por vosotros?

37 - —Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.

38 - —No sabéis lo que estáis pidiendo —les replicó Jesús—. ¿Podéis acaso beber el trago amargo de la copa que yo bebo, o pasar por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado?

39 - —Sí, podemos.—Beberéis de la copa que yo bebo —les respondió Jesús— y pasaréis por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado,

40 - pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí concederlo. Eso ya está decidido.

41 - Los otros diez, al oír la conversación, se indignaron contra Jacobo y Juan.

42 - Así que Jesús los llamó y les dijo:—Como vosotros sabéis, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad.

43 - Pero entre vosotros no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre vosotros deberá ser vuestro servidor,

44 - y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos.

45 - Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

46 - Después llegaron a Jericó. Más tarde, salió Jesús de la ciudad acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino.

47 - Al oír que el que venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar:—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!

48 - Muchos lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más:—¡Hijo de David, ten compasión de mí!

49 - Jesús se detuvo y dijo:—Llamadlo.Así que llamaron al ciego.—¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama.

50 - Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús.

51 - —¿Qué quieres que haga por ti? —le preguntó.—Rabí, quiero ver —respondió el ciego.

52 - —Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado.Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.