Lucas 6:48 - Biblia Al Dia

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Un sábado, al pasar Jesús por los sembrados, sus discípulos se pusieron a arrancar unas espigas de trigo, y las desgranaban para comérselas.

2 - Por eso algunos de los fariseos les dijeron:—¿Por qué hacéis lo que está prohibido hacer en sábado?

3 - Jesús les contestó:—¿Nunca habéis leído lo que hizo David en aquella ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre?

4 - Entró en la casa de Dios y, tomando los panes consagrados a Dios, comió lo que sólo a los sacerdotes les está permitido comer. Y dio también a sus compañeros.

5 - Entonces añadió:—El Hijo del hombre es Señor del sábado.

6 - Otro sábado entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada;

7 - así que los maestros de la ley y los fariseos, buscando un motivo para acusar a Jesús, no le quitaban la vista de encima para ver si sanaría en sábado.

8 - Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano paralizada:—Levántate y ponte frente a todos.Así que el hombre se puso de pie. Entonces Jesús dijo a los otros:

9 - —Voy a haceros una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?

10 - Jesús se quedó mirando a todos los que lo rodeaban, y dijo al hombre:—Extiende la mano.Así lo hizo, y la mano quedó restablecida.

11 - Pero ellos se enfurecieron y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús.

12 - Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.

13 - Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que nombró apóstoles:

14 - Simón (a quien llamó Pedro), su hermano Andrés, Jacobo, Juan, Felipe, Bartolomé,

15 - Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón, al que llamaban el Zelote,

16 - Judas hijo de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.

17 - Bajó con ellos y se detuvo en un llano. Había allí una gran multitud de sus discípulos y mucha gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón,

18 - que habían llegado para escucharlo y para que los sanara de sus enfermedades. Los que eran atormentados por espíritus malignos quedaban liberados;

19 - así que toda la gente procuraba tocarlo, porque de él salía poder que sanaba a todos.

20 - Él entonces dirigió la mirada a sus discípulos y dijo:«Dichosos vosotros los pobres,porque el reino de Dios os pertenece.

21 - Dichosos vosotros que ahora pasáis hambre,porque seréis saciados.Dichosos vosotros que ahora lloráis,porque habréis de reír.

22 - Dichosos vosotros cuando os odien,cuando os discriminen, os insulten y os desprestigienpor causa del Hijo del hombre.

23 - »Alegraos en aquel día y saltad de gozo, pues os espera una gran recompensa en el cielo. Daos cuenta de que así trataron a los falsos profetas los antepasados de esta gente.

24 - »Pero ¡ay de vosotros los ricos,porque ya habéis recibido vuestro consuelo!

25 - ¡Ay de vosotros los que ahora estáis saciados,porque sabréis lo que es pasar hambre!¡Ay de vosotros los que ahora reís,porque sabréis lo que es derramar lágrimas!

26 - ¡Ay de vosotros cuando todos os elogien!Daos cuenta de que así trataron a los falsos profetas los antepasados deesta gente.

27 - »Pero a vosotros que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a quienes os odian,

28 - bendecid a quienes os maldicen, orad por quienes os maltratan.

29 - Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la camisa, no le impidas que se lleve también la capa.

30 - Dale a todo el que te pida, y si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames.

31 - Tratad a los demás tal y como queréis que ellos os traten a vosotros.

32 - »¿Qué mérito tenéis al amar a quienes os aman? Aun los pecadores hacen así.

33 - ¿Y qué mérito tenéis al hacer bien a quienes os hacen bien? Aun los pecadores actúan así.

34 - ¿Y qué mérito tenéis al dar prestado a quienes pueden corresponderos? Aun los pecadores se prestan entre sí, esperando recibir el mismo trato.

35 - Vosotros, por el contrario, amad a vuestros enemigos, hacedles bien y dadles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendréis una gran recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.

36 - Sed compasivos, así como vuestro Padre es compasivo.

37 - »No juzguéis, y no se os juzgará. No condenéis, y no se os condenará. Perdonad, y se os perdonará.

38 - Dad, y se os dará: se os pondrá en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midáis a otros, se os medirá a vosotros.»

39 - También les contó esta parábola: «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

40 - El discípulo no está por encima de su maestro, pero todo el que haya completado su aprendizaje, a lo sumo llega al nivel de su maestro.

41 - »¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que tienes en el tuyo?

42 - ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del

43 - »Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo.

44 - A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas.

45 - El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.

46 - »¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que os digo?

47 - Voy a deciros a quién se parece todo el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica:

48 - Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida.

49 - Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible.»