Lucas 23:31 - Biblia Al Dia

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Así que la asamblea en pleno se levantó, y lo llevaron a Pilato.

2 - Y comenzaron la acusación con estas palabras:—Hemos descubierto a este hombre agitando a nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al emperador y afirma que él es el Cristo, un rey.

3 - Así que Pilato preguntó a Jesús:—¿Eres tú el rey de los judíos?—Tú mismo lo dices —respondió.

4 - Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la multitud:—No encuentro que este hombre sea culpable de nada.

5 - Pero ellos insistían:—Con sus enseñanzas agita al pueblo por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.

6 - Al oír esto, Pilato preguntó si el hombre era galileo.

7 - Cuando se enteró de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo mandó a él, ya que en aquellos días también Herodes estaba en Jerusalén.

8 - Al ver a Jesús, Herodes se puso muy contento; hacía tiempo que quería verlo por lo que oía acerca de él, y esperaba presenciar algún milagro que hiciera Jesús.

9 - Lo acosó con muchas preguntas, pero Jesús no le contestaba nada.

10 - Allí estaban también los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, acusándolo con vehemencia.

11 - Entonces Herodes y sus soldados, con desprecio y burlas, le pusieron un manto lujoso y lo mandaron de vuelta a Pilato.

12 - Anteriormente, Herodes y Pilato no se llevaban bien, pero ese mismo día se hicieron amigos.

13 - Pilato entonces reunió a los jefes de los sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo,

14 - y les dijo:—Me habéis traido a este hombre acusado de fomentar la rebelión entre el pueblo, pero resulta que lo he interrogado delante de vosotros sin encontrar que sea culpable de lo que lo acusaís.

15 - Y es claro que tampoco Herodes lo ha juzgado culpable, puesto que nos lo devolvió. Como podéis ver, no ha cometido ningún delito que merezca la muerte,

16 - así que le daré una paliza y después lo soltaré.

17 - Ahora bien, durante la fiesta tenía la obligacíon de soltarles un preso (véanse Mt 27.15 y Mr 15.6).

18 - Pero todos gritaron a una voz:—¡Llévate a ése! ¡Suéltanos a Barrabás!

19 - A Barrabás lo habían metido en la cárcel por una insurrección en la ciudad, y por homicidio.

20 - Pilato, como quería soltar a Jesús, apeló al pueblo otra vez,

21 - pero ellos se pusieron a gritar:—¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!

22 - Por tercera vez les habló:—Pero, ¿qué crimen ha cometido este hombre? No encuentro que él sea culpable de nada que merezca la pena de muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré.

23 - Pero a grandes voces ellos siguieron insistiendo en que lo crucificara, y con sus gritos se impusieron.

24 - Por fin Pilato decidió concederles su demanda:

25 - soltó al hombre que le pedían, el que por insurrección y homicidio había sido echado en la cárcel, y dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran.

26 - Cuando se lo llevaban, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús.

27 - Lo seguía mucha gente del pueblo, incluso mujeres que se golpeaban el pecho, lamentándose por él.

28 - Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:—Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.

29 - Mirad, va a llegar el tiempo en que se dirá: “¡Dichosas las estériles, que nunca dieron a luz ni amamantaron!”

30 - Entonces»“dirán a las montañas: ‘¡Caed sobre nosotros!’,y a las colinas: ‘¡Cubridnos!’ ”

31 - Porque si esto se hace cuando el árbol está verde, ¿qué no sucederá cuando esté seco?

32 - También llevaban con él a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados.

33 - Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, junto con los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda.

34 - —Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen.Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.

35 - La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él.—Salvó a otros —decían—; que se salve a sí mismo, si es el Cristo de Dios, el Escogido.

36 - También los soldados se acercaron para burlarse de él. Le ofrecieron vinagre

37 - y le dijeron:—Si eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

38 - Resulta que había sobre él un letrero, que decía: «ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.»

39 - Uno de los criminales allí colgados empezó a insultarlo:—¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!

40 - Pero el otro criminal lo reprendió:—¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena?

41 - En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; éste, en cambio, no ha hecho nada malo.

42 - Luego dijo:—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43 - —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús.

44 - Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó sumida en la oscuridad,

45 - pues el sol se ocultó. Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos.

46 - Entonces Jesús exclamó con fuerza:—¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!Y al decir esto, expiró.

47 - El centurión, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo:—Verdaderamente este hombre era justo.

48 - Entonces los que se habían reunido para presenciar aquel espectáculo, al ver lo ocurrido, se fueron de allí golpeándose el pecho.

49 - Pero todos los conocidos de Jesús, incluso las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se quedaron mirando desde lejos.

50 - Había un hombre bueno y justo llamado José, miembro del Consejo,

51 - que no había estado de acuerdo con la decisión ni con la conducta de ellos. Era natural de un pueblo de Judea llamado Arimatea, y esperaba el reino de Dios.

52 - Éste se presentó ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

53 - Después de bajarlo, lo envolvió en una sábana de lino y lo puso en un sepulcro cavado en la roca, en el que todavía no se había sepultado a nadie.

54 - Era el día de preparación para el sábado, que estaba a punto de comenzar.

55 - Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea siguieron a José para ver el sepulcro y cómo colocaban el cuerpo.

56 - Luego volvieron a casa y prepararon especias aromáticas y perfumes. Entonces descansaron el sábado, conforme al mandamiento.