Lucas 22:7 - Biblia Al Dia

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Se aproximaba la fiesta de los Panes sin levadura, llamada la Pascua.

2 - Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban algún modo de acabar con Jesús, porque temían al pueblo.

3 - Entonces entró Satanás en Judas, uno de los doce, al que llamaban Iscariote.

4 - Éste fue a los jefes de los sacerdotes y a los capitanes del templo para tratar con ellos cómo les entregaría a Jesús.

5 - Ellos se alegraron y acordaron darle dinero.

6 - Él aceptó, y comenzó a buscar una oportunidad para entregarles a Jesús cuando no hubiera gente.

7 - Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua,

8 - Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles:—Id y haced los preparativos para que comamos la Pascua.

9 - —¿Dónde quieres que la preparemos? —le preguntaron.

10 - —Mirad —contestó él—: al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua. Seguidlo hasta la casa en que entre,

11 - y decid al dueño de la casa: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la sala en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?”

12 - Él os mostrará en la planta alta una sala amplia y amueblada. Preparad allí la cena.

13 - Ellos se fueron y encontraron todo tal como les había dicho Jesús. Así que prepararon la Pascua.

14 - Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa.

15 - Entonces les dijo:—He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con vosotros antes de padecer,

16 - pues os digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios.

17 - Luego tomó la copa, dio gracias y dijo:—Tomad esto y repartidlo entre vosotros.

18 - Os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.

19 - También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio y dijo:—Este pan es mi cuerpo, entregado por vosotros; haced esto en memoria de mí.

20 - De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo:—Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.

21 - Pero sabed que la mano del que va a traicionarme está con la mía, sobre la mesa.

22 - A la verdad el Hijo del hombre se irá según está decretado, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!

23 - Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos haría esto.

24 - Tuvieron además un altercado sobre cuál de ellos sería el más importante.

25 - Jesús les dijo:—Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores.

26 - No sea así entre vosotros. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve.

27 - Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre vosotros como uno que sirve.

28 - Ahora bien, vosotros sois los que habéis estado siempre a mi lado en mis pruebas.

29 - Por eso, yo mismo os concedo un reino, así como mi Padre me lo concedió a mí,

30 - para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

31 - »Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearos como si fuerais trigo.

32 - Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.

33 - —Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte.

34 - —Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.

35 - Luego Jesús dijo a todos:—Cuando os envié sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso os faltó algo?—Nada —respondieron.

36 - —Ahora, en cambio, el que tenga un monedero, que lo lleve; así mismo, el que tenga una bolsa. Y el que nada tenga, que venda su manto y compre una espada.

37 - Porque os digo que tiene que cumplirse en mí aquello que está escrito: “Y fue contado entre los transgresores.” En efecto, lo que se ha escrito de mí se está cumpliendo.

38 - —Mira, Señor —le señalaron los discípulos—, aquí hay dos espadas.—¡Basta! —les contestó.

39 - Jesús salió de la ciudad y, como de costumbre, se dirigió al monte de los Olivos, y sus discípulos lo siguieron.

40 - Cuando llegaron al lugar, les dijo: «Orad para no caer en tentación.»

41 - Entonces se separó de ellos a una buena distancia, se arrodilló y empezó a orar:

42 - «Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya.»

43 - Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo.

44 - Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

45 - Cuando terminó de orar y volvió a los discípulos, los encontró dormidos, agotados por la tristeza.

46 - «¿Por qué estáis durmiendo? —les exhortó—. Levantaos y orad para no caer en tentación.»

47 - Todavía estaba hablando Jesús cuando se apareció una turba, y al frente iba uno de los doce, el que se llamaba Judas. Éste se acercó a Jesús para besarlo,

48 - pero Jesús le preguntó:—Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?

49 - Los discípulos que lo rodeaban, al darse cuenta de lo que pasaba, dijeron:—Señor, ¿atacamos con la espada?

50 - Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha.

51 - —¡Dejadlos! —ordenó Jesús.Entonces tocó la oreja al hombre, y lo sanó.

52 - Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del templo y a los ancianos, que habían venido a prenderlo:—¿Acaso soy un bandido, para que vengáis contra mí con espadas y palos?

53 - Todos los días estaba con vosotros en el templo, y no os atrevisteis a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado vuestra hora, cuando reinan las tinieblas.

54 - Prendieron entonces a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de lejos.

55 - Pero luego, cuando encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro se les unió.

56 - Una criada lo vio allí sentado a la lumbre, lo miró detenidamente y dijo:—Éste estaba con él.

57 - Pero él lo negó.—Muchacha, yo no lo conozco.

58 - Poco después lo vio otro y afirmó:—Tú también eres uno de ellos.—¡No, hombre, no lo soy! —contestó Pedro.

59 - Como una hora más tarde, otro lo acusó:—Seguro que éste estaba con él; pues también es galileo.

60 - —¡Hombre, no sé de qué estás hablando! —replicó Pedro.En el mismo momento en que dijo eso, cantó el gallo.

61 - El Señor se volvió y miró directamente a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces.»

62 - Y saliendo de allí, lloró amargamente.

63 - Los hombres que vigilaban a Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo.

64 - Le vendaron los ojos, y le increpaban:—¡Adivina quién te pegó!

65 - Y le lanzaban muchos otros insultos.

66 - Al amanecer, se reunieron los ancianos del pueblo, tanto los jefes de los sacerdotes como los maestros de la ley, e hicieron comparecer a Jesús ante el Consejo.

67 - —Si eres el Cristo, dínoslo —le exigieron.Jesús les contestó:—Si os lo dijera, no me creíríais,

68 - y si os hiciera preguntas, no me contestaríais.

69 - Pero de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso.

70 - —¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —le preguntaron a una voz.—Vosotros mismos lo decís.

71 - —¿Para qué necesitamos más testimonios? —resolvieron—. Acabamos de oírlo de sus propios labios.