Lucas 19:47 - Biblia Al Dia

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Jesús llegó a Jericó y comenzó a atravesar la ciudad.

2 - Resulta que había allí un hombre llamado Zaqueo, jefe de los recaudadores de impuestos, que era muy rico.

3 - Estaba tratando de ver quién era Jesús, pero la multitud se lo impedía, pues era de baja estatura.

4 - Por eso se adelantó corriendo y se subió a un árbol para poder verlo, ya que Jesús iba a pasar por allí.

5 - Llegando al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo:—Zaqueo, baja en seguida. Voy a quedarme hoy en tu casa.

6 - Así que se apresuró a bajar y, muy contento, recibió a Jesús en su casa.

7 - Al ver esto, todos empezaron a murmurar: «Ha ido a hospedarse con un pecador.»

8 - Pero Zaqueo dijo resueltamente:—Mira, Señor: Ahora mismo voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que sea.

9 - —Hoy ha llegado la salvación a esta casa —le dijo Jesús—, ya que éste también es hijo de Abraham.

10 - Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

11 - Como la gente lo escuchaba, pasó a contarles una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios iba a manifestarse en cualquier momento.

12 - Así que les dijo: Ün hombre de la nobleza se fue a un país lejano para ser coronado rey y luego regresar.

13 - Llamó a diez de sus siervos y entregó a cada cual una buena cantidad de dinero. Les instruyó: “Haced negocio con este dinero hasta que yo vuelva.”

14 - Pero sus súbditos lo odiaban y mandaron tras él una delegación a decir: “No queremos a éste por rey.”

15 - »A pesar de todo, fue nombrado rey. Cuando regresó a su país, mandó llamar a los siervos a quienes había entregado el dinero, para enterarse de lo que habían ganado.

16 - Se presentó el primero y dijo: “Señor, tu dinero ha producido diez veces más.”

17 - “¡Hiciste bien, siervo bueno! —le respondió el rey—. Puesto que has sido fiel en tan poca cosa, te doy el gobierno de diez ciudades.”

18 - Se presentó el segundo y dijo: “Señor, tu dinero ha producido cinco veces más.”

19 - El rey le respondió: “A ti te pongo sobre cinco ciudades.”

20 - »Llegó otro siervo y dijo: “Señor, aquí tienes tu dinero; lo he tenido guardado, envuelto en un pañuelo.

21 - Es que te tenía miedo, porque eres un hombre muy exigente: tomas lo que no depositaste y cosechas lo que no sembraste.”

22 - El rey le contestó: “Siervo malo, con tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Así que sabías que soy muy exigente, que tomo lo que no deposité y cosecho lo que no sembré?

23 - Entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco, para que al regresar pudiera reclamar los intereses?”

24 - Dijo luego a los presentes: “Quitadle el dinero y dadselo al que recibió diez veces más.”

25 - “Señor —protestaron—, ¡él ya tiene diez veces más!”

26 - El rey contestó: “Os aseguro que a todo el que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.

27 - Pero en cuanto a esos enemigos míos que no me querían por rey, traedlos aquí y matadlos delante de mí.” »

28 - Dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo hacia Jerusalén.

29 - Cuando se acercó a Betfagué y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos con este encargo:

30 - «Id a la aldea que está enfrente y, al entrar en ella, encontraréis atado un burrito en el que nadie se ha montado. Desatadlo y traedlo aquí.

31 - Y si alguien os pregunta: “¿Por qué lo desatáis?”, decidle: “El Señor lo necesita.” »

32 - Fueron y lo encontraron tal como él les había dicho.

33 - Cuando estaban desatando el burrito, los dueños les preguntaron:—¿Por qué desatáis el burrito?

34 - —El Señor lo necesita —contestaron.

35 - Se lo llevaron, pues, a Jesús. Luego pusieron sus mantos encima del burrito y ayudaron a Jesús a montarse.

36 - A medida que avanzaba, la gente tendía sus mantos sobre el camino.

37 - Al acercarse él a la bajada del monte de los Olivos, todos los discípulos se entusiasmaron y comenzaron a alabar a Dios por tantos milagros que habían visto. Gritaban:

38 - —¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!—¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!

39 - Algunos de los fariseos que estaban entre la gente reclamaron a Jesús:—¡Maestro, reprende a tus discípulos!

40 - Pero él respondió:—Os aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.

41 - Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella.

42 - Dijo:—¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos.

43 - Te sobrevendrán días en que tus enemigos levantarán un muro y te rodearán, y te encerrarán por todos lados.

44 - Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.

45 - Luego entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo.

46 - «Escrito está —les dijo—: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis convertido en “cueva de ladrones”. »

47 - Todos los días enseñaba en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los dirigentes del pueblo procuraban matarlo.

48 - Sin embargo, no encontraban la manera de hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba con gran interés.