Hageo 2:8 - Biblia Al Dia

Libro de Hageo
Capitulos:

12

1 - El día veintiuno del mes séptimo, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo:

2 - «Pregunta a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, al sumo sacerdote Josué hijo de Josadac, y al resto del pueblo:

3 - “¿Queda alguien entre vosotros que haya visto esta casa en su antiguo esplendor? ¿Qué os parece ahora? ¿No la veis como muy poca cosa?

4 - Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! —afirma el Señor—. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor—. ¡Manos a la obra, que yo estoy con vosotros! —afirma el Señor Todopoderoso—.

5 - Y mi Espíritu permanece en medio de vosotros, conforme al pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto.”»No temáis,

6 - porque así dice el Señor Todopoderoso: “Dentro de muy poco haré que se estremezcan los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme;

7 - ¡haré temblar a todas las naciones! Sus riquezas llegarán aquí, y así llenaré de esplendor esta casa —dice el Señor Todopoderoso—.

8 - Mía es la plata, y mío es el oro —afirma el Señor Todopoderoso—.

9 - El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera —dice el Señor Todopoderoso—. Y en este lugar concederé la paz”, afirma el Señor Todopoderoso.»

10 - El día veinticuatro del mes noveno del segundo año de Darío, vino palabra del Señor al profeta Hageo:

11 - «Así dice el Señor Todopoderoso: “Consulta a los sacerdotes sobre las cosas sagradas.” » Entonces Hageo les planteó lo siguiente:

12 - Supongamos que alguien lleva carne consagrada en la falda de su vestido, y sucede que la falda toca pan, o guiso, o vino, o aceite, o cualquier otro alimento; ¿quedarán también consagrados?—¡No! —contestaron los sacerdotes.

13 - Supongamos ahora —prosiguió Hageo— que una persona inmunda por el contacto de un cadáver toca cualquiera de estas cosas; ¿también ellas quedarán inmundas?—¡Sí! —contestaron los sacerdotes.

14 - Entonces Hageo respondió:«¡Así es este pueblo!¡Así es para mí esta nación!—afirma el Señor—.¡Así es cualquier obra de sus manos!¡y aun lo que allí ofrecen es inmundo!

15 - »Ahora bien, desde hoy en adelante, reflexionad. Antes de que vosotros pusierais piedra sobre piedra en la casa del Señor,

16 - ¿cómo os iba? Cuando alguien se acercaba a un montón de grano esperando encontrar veinte medidas, sólo hallaba diez; y si se iba al lagar esperando sacar cincuenta medidas de la artesa del mosto, sólo sacaba veinte.

17 - Herí vuestros campos con quemazón y con plaga, y con granizo toda obra de vuestras manos. Pero vosotros no os volvisteis a mí —afirma el Señor—.

18 - Reflexionad desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno, día en que se colocaron los cimientos de la casa del Señor. Reflexionad:

19 - ¿Queda todavía alguna semilla en el granero? ¿Todavía no producen nada la vid ni la higuera, ni el granado ni el olivo? ¡Pues a partir de hoy yo os bendeciré!»

20 - El día veinticuatro del mismo mes vino por segunda vez palabra del Señor a Hageo:

21 - «Di a Zorobabel, gobernante de Judá: “Yo voy a estremecer los cielos y la tierra.

22 - Volcaré los tronos reales y haré pedazos el poderío de los reinos del mundo. Volcaré los carros con sus conductores, y caerán caballos y jinetes, y éstos se matarán a espada unos a otros.

23 - En aquel día —afirma el Señor Todopoderoso— te tomaré a ti, mi siervo Zorobabel hijo de Salatiel —afirma el Señor—, y te haré semejante a un anillo de sellar, porque yo te he elegido”, afirma el Señor Todopoderoso.»