Filipenses 3:9 - Biblia Al Dia

Libro de Filipenses
Capitulos:

1234

1 - Por lo demás, hermanos míos, alegraos en el Señor. Para mí no es molestia volver a escribiros lo mismo, y a vosotros os da seguridad.

2 - Cuidaos de esos perros, cuidaos de esos que hacen el mal, cuidaos de esos que mutilan el cuerpo.

3 - Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.

4 - Yo mismo tengo motivos para tal confianza. Si cualquier otro cree tener motivos para confiar en esfuerzos humanos, yo más:

5 - circuncidado al octavo día, del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa; en cuanto a la interpretación de la ley, fariseo;

6 - en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que la ley exige, intachable.

7 - Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.

8 - Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo

9 - y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe.

10 - Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte.

11 - Así espero alcanzar la resurrección de entre los muertos.

12 - No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.

13 - Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante,

14 - sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.

15 - Así que, ¡escuchad los perfectos! Todos debemos tener este modo de pensar. Y si en algo pensáis de forma diferente, Dios os hará ver esto también.

16 - En todo caso, vivamos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado.

17 - Hermanos, seguid todos mi ejemplo, y fijaos en los que se comportan conforme al modelo que os hemos dado.

18 - Como os he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo.

19 - Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Sólo piensan en lo terrenal.

20 - En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.

21 - Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.