Capitulos:
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1 - {cf5super [1]} Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,{cf5super [2]} los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu,{cf5super [3]}
2 - porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.{cf5super [4]}
3 - Lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne,{cf5super [5]} Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado,{cf5super [6]} y a causa del pecado,{cf5super [7]} condenó al pecado en la carne,
4 - para que la justicia de la Ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
5 - Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne;{cf5super [8]} pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
6 - El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz,{cf5super [9]}
7 - por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden;
8 - y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
9 - Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros.{cf5super [10]} Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
10 - Pero si Cristo está en vosotros,{cf5super [11]} el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive{cf5super [12]} a causa de la justicia.{cf5super [13]}
11 - Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros.
12 - Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne,
13 - porque si vivís conforme a la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.{cf5super [14]}
14 - Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios,{cf5super [15]}
15 - pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción,{cf5super [16]} por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!"{cf5super [17]}
16 - El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.{cf5super [18]}
17 - Y si hijos, también herederos; herederos de Dios{cf5super [19]} y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
18 - Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse,{cf5super [20]}
19 - porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
20 - La creación fue sujetada a vanidad,{cf5super [21]} no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza.
21 - Por tanto, también la creación misma será libertada{cf5super [22]} de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
22 - Sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.
23 - Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias{cf5super [23]} del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo,{cf5super [24]}
24 - porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; ya que lo que alguno ve, ¿para qué esperarlo?
25 - Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 - De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.{cf5super [25]}
27 - Pero el que escudriña los corazones{cf5super [26]} sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
28 - Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien,{cf5super [27]} esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 - A los que antes conoció,{cf5super [28]} también los predestinó{cf5super [29]} para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo,{cf5super [30]} para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.{cf5super [31]}
30 - Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
31 - ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?{cf5super [32]}
32 - El que no escatimó{cf5super [33]} ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?{cf5super [34]}
33 - ¿Quién acusará a los escogidos{cf5super [35]} de Dios? Dios es el que justifica.{cf5super [36]}
34 - ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios,{cf5super [37]} el que también intercede por nosotros.{cf5super [38]}
35 - ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada?{cf5super [39]}
36 - Como está escrito: par "Por causa de ti somos muertostodo el tiempo; par somos contados como ovejasde matadero".{cf5super [40]}
37 - Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 - Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir,
39 - ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.