Capitulos:
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1 - {cf5super [1]} ¿Acaso ignoráis, hermanos (hablo con los que conocen de leyes),{cf5super [2]} que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que este vive?
2 - La mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley que la unía a su marido.
3 - Así que, si en vida del marido se une a otro hombre, será llamada adúltera; pero si su marido muere, es libre de esa ley, de tal manera que si se une a otro marido, no será adúltera.
4 - Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo,{cf5super [3]} para que seáis de otro, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
5 - Mientras vivíamos en la carne, las pasiones pecaminosas, estimuladas por la Ley, obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
6 - Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber muerto para aquella a la que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.{cf5super [4]}
7 - ¿Qué, pues, diremos? ¿La Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado{cf5super [5]} sino por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si la Ley no dijera: "No codiciarás".{cf5super [6]}
8 - Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda codicia porque sin la Ley, el pecado está muerto.{cf5super [7]}
9 - Y yo sin la Ley vivía en un tiempo; pero al venir el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
10 - Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte,
11 - porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó,{cf5super [8]} y por él me mató.
12 - De manera que la Ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.{cf5super [9]}
13 - Entonces, ¿lo que es bueno vino a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el pecado, para mostrarse como pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que el pecado, por medio del mandamiento, llegara a ser extremadamente pecaminoso.
14 - Sabemos que la Ley es espiritual; pero yo soy carnal,{cf5super [10]} vendido al pecado.
15 - Lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que detesto, eso hago.{cf5super [11]}
16 - Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la Ley es buena.
17 - De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que está en mí.
18 - Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no habita el bien, porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19 - No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20 - Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que está en mí.{cf5super [12]}
21 - Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí,
22 - pues según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
23 - pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 - ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?{cf5super [13]}
25 - ¡Gracias doy a Dios,{cf5super [14]} por Jesucristo Señor nuestro! Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne, a la ley del pecado.