Lucas 8:21 - La Biblia Reina Valera Revisión 1995

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios. Lo acompañaban los doce

2 - y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades:{cf5super [1]} María, que se llamaba Magdalena,{cf5super [2]} de la que habían salido siete demonios,

3 - Juana, mujer de Chuza, intendente de Herodes,{cf5super [3]} Susana y otras muchas que ayudaban con sus bienes.

4 - Juntándose una gran multitud y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola:

5 - "El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron.

6 - Otra parte cayó sobre la piedra y, después de nacer, se secó, porque no tenía humedad.{cf5super [4]}

7 - Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella la ahogaron.

8 - Y otra parte cayó en buena tierra, nació y llevó fruto a ciento por uno". par Hablando estas cosas, decía con fuerte voz: "El que tiene oídos para oir, oiga".

9 - Sus discípulos le preguntaron: par --¿Qué significa esta parábola?

10 - Él dijo: par --A vosotros os es dado{cf5super [5]} conocer los misterios del reino de Dios,{cf5super [6]} pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan.{cf5super [7]}

11 - "Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

12 - Los de junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven.

13 - Los de sobre la piedra son los que, habiendo oído, reciben la palabra con gozo, pero no tienen raíces; creen por algún tiempo, pero en el tiempo de la prueba se apartan.

14 - La que cayó entre espinos son los que oyen pero luego se van y son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.

15 - Pero la que cayó en buena tierra son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

16 - "Nadie enciende una luz para después cubrirla con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero{cf5super [8]} para que los que entren vean la luz.

17 - Así nada hay oculto que no haya de ser descubierto,{cf5super [9]} ni escondido que no haya de ser conocido y de salir a la luz.

18 - Mirad, pues, cómo oís, porque a todo el que tiene, se le dará, y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará.{cf5super [10]}

19 - Entonces su madre y sus hermanos{cf5super [11]} vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud.

20 - Y se le avisó, diciendo: par --Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.

21 - Él entonces respondiendo, les dijo: par --Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.{cf5super [12]}

22 - Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos y les dijo: par --Pasemos al otro lado del lago.{cf5super [13]} par Y partieron.

23 - Pero, mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago, y se anegaban y peligraban.

24 - Vinieron a él y lo despertaron, diciendo: par --¡Maestro, Maestro, que perecemos! par Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron y sobrevino la calma.

25 - Y les dijo: par --¿Dónde está vuestra fe? par Atemorizados, se maravillaban y se decían unos a otros: par --¿Quién es este, que aun a los vientos y a las aguas manda, y lo obedecen?{cf5super [14]}

26 - Arribaron a la tierra de los gadarenos,{cf5super [15]} que está en la ribera opuesta a Galilea.

27 - Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; no vestía ropa ni habitaba en casa, sino en los sepulcros.{cf5super [16]}

28 - Al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: par --¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormentes.

29 - (Jesús le ordenaba al espíritu impuro que saliera del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y lo ataban con cadenas y grillos, pero, rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)

30 - Jesús le preguntó: par --¿Cómo te llamas? par Él dijo: par --Legión.{cf5super [17]} par Muchos demonios habían entrado en él

31 - y le rogaban que no los mandara al abismo.{cf5super [18]}

32 - Había allí un hato de muchos cerdos{cf5super [19]} que pacían en el monte; y le rogaron que los dejara entrar en ellos. Él les dio permiso.

33 - Entonces los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.

34 - Los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron y dieron aviso en la ciudad y por los campos.

35 - Y salieron a ver lo que había sucedido; vinieron a Jesús y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.

36 - Los que lo habían visto les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.

37 - Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se alejara de ellos, pues tenían gran temor. Entró, pues, Jesús en la barca y se fue.

38 - El hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que lo dejara quedarse con él, pero Jesús lo despidió, diciendo:

39 - --Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. par Él, entonces, se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.{cf5super [20]}

40 - Cuando volvió Jesús,{cf5super [21]} lo recibió la multitud con gozo, pues todos lo esperaban.

41 - Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un alto dignatario de la sinagoga; postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrara en su casa,

42 - porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. par Y mientras iba, la multitud lo oprimía.

43 - Pero una mujer que padecía de flujo de sangre{cf5super [22]} desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y por ninguno había podido ser curada,{cf5super [23]}

44 - se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Al instante se detuvo el flujo de su sangre.

45 - Entonces Jesús dijo: par --¿Quién es el que me ha tocado? par Todos lo negaban, y dijo Pedro y los que con él estaban: par --Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y preguntas: "¿Quién es el que me ha tocado?"

46 - Pero Jesús dijo: par --Alguien me ha tocado, porque yo he sentido que ha salido poder de mí.

47 - Entonces, cuando la mujer vio que había sido descubierta, vino temblando y, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa lo había tocado{cf5super [24]} y cómo al instante había sido sanada.

48 - Él le dijo: par --Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.{cf5super [25]}

49 - Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del alto dignatario de la sinagoga a decirle: par --Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.

50 - Oyéndolo Jesús, le respondió: par --No temas; cree solamente y será salva.

51 - Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan y al padre y a la madre de la niña.

52 - Todos lloraban y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: par --No lloréis; no está muerta, sino que duerme.{cf5super [26]}

53 - Y se burlaban de él, porque sabían que estaba muerta.

54 - Pero él, tomándola de la mano, clamó diciendo: par --¡Muchacha, levántate!

55 - Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diera de comer.

56 - Sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijeran{cf5super [27]} lo que había sucedido.