Hechos 16:29 - La Biblia Reina Valera Revisión 1995

Libro de Hechos
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1 - Después llegó a Derbe y a Listra.{cf5super [1]} Había allí cierto discípulo llamado Timoteo,{cf5super [2]} hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;

2 - y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.

3 - Quiso Pablo que este fuera con él; y tomándolo, lo circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego.{cf5super [3]}

4 - Al pasar por las ciudades,{cf5super [4]} les comunicaban las decisiones{cf5super [5]} que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardaran.

5 - Así que las iglesias eran animadas en la fe y aumentaban en número cada día.

6 - {cf5super [6]} Atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;

7 - y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu{cf5super [7]} no se lo permitió.

8 - Entonces, pasando junto a Misia, descendieron a Troas.

9 - Una noche, Pablo tuvo una visión. Un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: "Pasa a Macedonia y ayúdanos".{cf5super [8]}

10 - Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciáramos el evangelio.{cf5super [9]}

11 - Zarpando, pues, de Troas, navegamos directamente a Samotracia, el día siguiente a Neápolis{cf5super [10]}

12 - y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia.{cf5super [11]} Estuvimos en aquella ciudad algunos días.

13 - Un sábado salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración.{cf5super [12]} Nos sentamos y hablamos a las mujeres que se habían reunido.

14 - Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira,{cf5super [13]} que adoraba a Dios,{cf5super [14]} estaba oyendo. El Señor le abrió el corazón para que estuviera atenta a lo que Pablo decía,

15 - y cuando fue bautizada, junto con su familia,{cf5super [15]} nos rogó diciendo: par --Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, hospedaos en mi casa. par Y nos obligó a quedarnos.

16 - Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación,{cf5super [16]} la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.{cf5super [17]}

17 - Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: par --¡Estos hombres son siervos del Dios altísimo!{cf5super [18]} Ellos os anuncian el camino de salvación.{cf5super [19]}

18 - Esto lo hizo por muchos días, hasta que, desagradando a Pablo, se volvió él y dijo al espíritu: par --Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella. par Y salió en aquella misma hora.

19 - Pero al ver sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades.

20 - Los presentaron a los magistrados y dijeron: par --Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad

21 - y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.

22 - Entonces se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarlos con varas.

23 - Después de haberlos azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardara con seguridad.

24 - El cual, al recibir esta orden, los metió en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.{cf5super [20]}

25 - Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.

26 - Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas{cf5super [21]} de todos se soltaron.

27 - Se despertó el carcelero y, al ver abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido.

28 - Pero Pablo le gritó: par --¡No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí!

29 - Él entonces pidió una luz, se precipitó adentro y, temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas.

30 - Los sacó y les dijo: par --Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31 - Ellos dijeron: par --Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa.{cf5super [22]}

32 - Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

33 - Él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas, y en seguida se bautizó con todos los suyos.

34 - Luego los llevó a su casa, les puso la mesa y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

35 - Cuando fue de día, los magistrados enviaron guardias a decir: par --Suelta a esos hombres.

36 - El carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: par --Los magistrados han mandado a decir que se os suelte; así que ahora salid y marchaos en paz.

37 - Pero Pablo le dijo: par --Después de azotarnos públicamente sin sentencia judicial y siendo ciudadanos romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos liberan encubiertamente? No, por cierto, sino vengan ellos mismos a sacarnos.{cf5super [23]}

38 - Los guardias hicieron saber estas palabras a los magistrados, los cuales tuvieron miedo al oir que eran romanos.

39 - Fueron y se excusaron; los sacaron y les pidieron que salieran de la ciudad.{cf5super [24]}

40 - Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia y, habiendo visto a los hermanos, los consolaron{cf5super [25]} y se fueron.