Eclesiastes 2:4 - La Biblia Reina Valera Revisión 1995

Libro de Eclesiastes
Capitulos:

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1 - Dije yo en mi corazón: "Vamos ahora, te probaré con el placer: gozarás de lo bueno".{cf5super [1]} Pero he aquí, esto también era vanidad.

2 - A la risa dije: "Enloqueces"; y al placer: "¿De qué sirve esto?"

3 - Decidí en mi corazón agasajar mi carne con vino y, sin renunciar mi corazón a la sabiduría, entregarme a la necedad, hasta ver cuál es el bien en el que los hijos de los hombres se ocupan{cf5super [2]} debajo del cielo todos los días de su vida.{cf5super [3]}

4 - Acometí grandes obras, me edifiqué casas,{cf5super [4]} planté viñas para mí;

5 - me hice huertos y jardines, y planté en ellos toda clase de árboles frutales.

6 - Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles.

7 - Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa. Tuve muchas más vacas y ovejas que cuantos fueron antes de mí en Jerusalén.{cf5super [5]}

8 - Amontoné también plata y oro, y preciados tesoros dignos de reyes y de provincias.{cf5super [6]} Me hice de cantores y cantoras, y de toda clase de instrumentos musicales, y gocé de los placeres de los hijos de los hombres.{cf5super [7]} {cf5super [8]}

9 - Fui engrandecido{cf5super [9]} y prosperé más que todos cuantos fueron antes de mí en Jerusalén. Además de esto, conservé conmigo mi sabiduría.

10 - No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni privé a mi corazón de placer alguno, porque mi corazón se gozaba de todo lo que hacía. Esta fue la recompensa de todas mis fatigas.

11 - Miré luego todas las obras de mis manos y el trabajo que me tomé para hacerlas; y he aquí, todo es vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.

12 - Después volví a considerar la sabiduría, los desvaríos y la necedad; pues ¿qué podrá hacer el hombre que venga después de este rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho.

13 - He visto que la sabiduría aventaja a la necedad, como la luz a las tinieblas.

14 - El sabio tiene sus ojos abiertos, par mas el necio anda en tinieblas.{cf5super [10]} par Pero también comprendí que lo mismo ha de acontecerle al uno como al otro.{cf5super [11]}

15 - Entonces dije en mi corazón: "Como sucederá al necio, me sucederá a mí. ¿Para qué, pues, me he esforzado hasta ahora por hacerme más sabio?" Y dije en mi corazón que también esto era vanidad.

16 - Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros todo será olvidado, y lo mismo morirá el sabio que el necio.

17 - Por tanto, aborrecí la vida, pues la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa, por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.

18 - Asimismo aborrecí todo el trabajo que había hecho debajo del sol, y que habré de dejar a otro que vendrá después de mí.

19 - Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se adueñe de todo el trabajo en que me afané y en el que ocupé mi sabiduría debajo del sol? Esto también es vanidad.

20 - Volvió entonces a desilusionarse mi corazón de todo el trabajo en que me afané, y en el que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.

21 - ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, con ciencia y rectitud, y que haya de dar sus bienes a otro que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y un gran mal.

22 - Porque ¿qué obtiene el hombre de todo su trabajo y de la fatiga de su corazón con que se afana debajo del sol?

23 - Porque todos sus días no son sino dolores,{cf5super [12]} y sus trabajos molestias, pues ni aun de noche su corazón reposa. Esto también es vanidad.

24 - No hay cosa mejor para el hombre que comer y beber, y gozar del fruto de su trabajo. He visto que esto también procede de la mano de Dios.{cf5super [13]}

25 - Porque, ¿quién comerá y quién se gozará sino uno mismo?{cf5super [14]}

26 - Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia{cf5super [15]} y gozo; pero al pecador le da el trabajo de recoger y amontonar, para dejárselo al que agrada a Dios.{cf5super [16]} También esto es vanidad y aflicción de espíritu.