Capitulos:
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1 - Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib, rey de los asirios, invadió a Judá y acampó contra las ciudades fortificadas con la intención de conquistarlas.
2 - Al ver EzequÃas que Senaquerib habÃa llegado con la intención de combatir a Jerusalén,
3 - consultó con sus prÃncipes y sus hombres valientes y les propuso cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos lo apoyaron.
4 - {cf5super [1]} Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes y el arroyo que corrÃa a través del territorio, diciendo: "¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?"
5 - Con ánimo resuelto edificó luego EzequÃas todos los muros caÃdos, e hizo alzar las torres y otro muro por fuera; fortificó además a Milo, en la Ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.{cf5super [2]}
6 - Puso capitanes de guerra sobre el pueblo, los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y les habló al corazón, diciendo:
7 - "Esforzaos y animaos; no temáis ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.{cf5super [3]}
8 - Con él está el brazo de carne, pero con nosotros está Jehová, nuestro Dios, para ayudarnos y pelear nuestras batallas". Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de EzequÃas, rey de Judá.{cf5super [4]}
9 - Después de esto, Senaquerib, rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a EzequÃas, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén:
10 - "Asà ha dicho Senaquerib, rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén?
11 - ¿No os engaña EzequÃas para entregaros a la muerte por hambre y sed, cuando dice: "Jehová, nuestro Dios, nos librará de manos del rey de Asiria"?
12 - ¿No es EzequÃas el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: "Solo delante de este altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso"?
13 - ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mis manos?
14 - ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiera salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mis manos?
15 - Ahora, pues, no os engañe EzequÃas ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mis manos?"
16 - Esto y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo EzequÃas.
17 - Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová, el Dios de Israel, y hablaba contra él diciendo: "Asà como los dioses de las naciones de los paÃses no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de EzequÃas librará al suyo de mis manos".
18 - Entonces gritaron bien fuerte en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarlos y atemorizarlos, a fin de poder tomar la ciudad.
19 - Hablaban del Dios de Jerusalén como de los dioses de los otros pueblos de la tierra, que son hechos por los hombres.
20 - Pero el rey EzequÃas y el profeta IsaÃas hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo.
21 - Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Por tanto, este volvió a su tierra avergonzado; y al entrar en el templo de su dios, lo mataron a espada sus propios hijos.
22 - Asà salvó Jehová a EzequÃas y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados.
23 - Muchos trajeron entonces a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a EzequÃas, rey de Judá; el cual fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.
24 - En aquel tiempo EzequÃas enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió y le dio una señal.
25 - Pero EzequÃas no correspondió al bien que le habÃa sido hecho, sino que se enalteció su corazón, por lo cual vino la ira contra él, contra Judá y Jerusalén.
26 - Pero después de haberse enaltecido su corazón, EzequÃas se humilló, él y los habitantes de Jerusalén; por eso no estalló sobre ellos la ira de Jehová en los dÃas de EzequÃas.
27 - EzequÃas tuvo riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes, escudos, y toda clase de joyas deseables.
28 - Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados.
29 - Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia, porque Dios le habÃa dado muchas riquezas.
30 - Fue EzequÃas quien cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la Ciudad de David. Y fue prosperado EzequÃas en todo lo que hizo.
31 - Pero en lo referente a los mensajeros de los prÃncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que habÃa acontecido en el paÃs, Dios lo dejó, para probarle y conocer todo lo que estaba en su corazón.
32 - Los demás hechos de EzequÃas y sus misericordias están escritos en la profecÃa del profeta IsaÃas hijo de Amoz, en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
33 - Durmió EzequÃas con sus padres y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros{cf5super [5]} de los hijos de David, y lo honró en su muerte todo Judá y toda Jerusalén. Reinó en su lugar su hijo Manasés.