Mateo 27:47 - Biblia Reina Valera Revisión 1960

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - par par {qc  Jesús ante Pilatopar} Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.

2 - Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. par par {qc  Muerte de Judaspar}

3 - Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,

4 - diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!

5 - Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.

6 - Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.

7 - Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.

8 - Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.{supercf6 (A)}

9 - Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;

10 - y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.{supercf6 (B)} par par {qc  Pilato interroga a Jesúspar (Mr. 15.2-5; Lc. 23.3-5; Jn. 18.33-38)par}

11 - Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.

12 - Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió.

13 - Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?

14 - Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho. par par {qc  Jesús sentenciado a muertepar (Mr. 15.6-20; Lc. 23.13-25; Jn. 18.38--19.16)par}

15 - Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.

16 - Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.

17 - Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

18 - Porque sabía que por envidia le habían entregado.

19 - Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.

20 - Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.

21 - Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.

22 - Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!

23 - Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!

24 - Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos{supercf6 (C)} delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.

25 - Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

26 - Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.

27 - Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;

28 - y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,

29 - y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!

30 - Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.

31 - Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle. par par {qc  Crucifixión y muerte de Jesúspar (Mr. 15.21-41; Lc. 23.26-49; Jn. 19.17-30)par}

32 - Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz.

33 - Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera,

34 - le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.

35 - Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes,{supercf6 (D)} para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

36 - Y sentados le guardaban allí.

37 - Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.

38 - Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

39 - Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,{supercf6 (E)}

40 - y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas,{supercf6 (F)} sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.

41 - De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:

42 - A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.

43 - Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere;{supercf6 (G)} porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.

44 - Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.

45 - Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

46 - Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: {cf6 Elí, Elí, ¿lama sabactani?} Esto es: {cf6 {i Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?}}{supercf6 (H)}

47 - Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.

48 - Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber.{supercf6 (I)}

49 - Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

50 - Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.

51 - Y he aquí, el velo{supercf6 (J)} del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;

52 - y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;

53 - y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

54 - El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.

55 - Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,

56 - entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.{supercf6 (K)} par par {qc  Jesús es sepultadopar (Mr. 15.42-47; Lc. 23.50-56; Jn. 19.38-42)par}

57 - Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.

58 - Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.

59 - Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,

60 - y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.

61 - Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. par par {qc  La guardia ante la tumbapar}

62 - Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato,

63 - diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.{supercf6 (L)}

64 - Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

65 - Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.

66 - Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.