Mateo 26 - La Biblia Reina Valera 1909

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - Y ACONTECIO que, como hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo á sus discípulos:

2 - Sabéis que dentro de dos días se hace la pascua, y el Hijo del hombre es entregado para ser crucificado.

3 - Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo se juntaron al patio del pontífice, el cual se llamaba Caifás;

4 - Y tuvieron consejo para prender por engaño á Jesús, y matarle.

5 - Y decían: No en el día de la fiesta, porque no se haga alboroto en el pueblo.par

6 - Y estando Jesús en Bethania, en casa de Simón el leproso,

7 - Vino á él una mujer, teniendo un vaso de alabastro de unguento de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado á la mesa.

8 - Lo cual viendo sus discípulos, se enojaron, diciendo: ¿Por qué se pierde esto?

9 - Porque esto se podía vender por gran precio, y darse á los pobres.

10 - Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena á esta mujer? Pues ha hecho conmigo buena obra.

11 - Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas á mí no siempre me tendréis.

12 - Porque echando este unguento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho.

13 - De cierto os digo, que donde quiera que este evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho.par

14 - Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fué á los príncipes de los sacerdotes,

15 - Y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.

16 - Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.par

17 - Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos á Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la pascua?

18 - Y él dijo: Id á la ciudad á cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la pascua con mis discípulos.

19 - Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la pascua.

20 - Y como fué la tarde del día, se sentó á la mesa con los doce.

21 - Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.

22 - Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos á decirle: ¿Soy yo, Señor?

23 - Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar.

24 - A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ­ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.

25 - Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo. ¿Soy yo, Maestro? Dícele: Tú lo has dicho.par

26 - Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dió á sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. esto es mi cuerpo.

27 - Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dió, diciendo: Bebed de él todos;

28 - Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.

29 - Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

30 - Y habiendo cantado el himno, salieron al monte de las Olivas.par

31 - Entonces Jesús les dice: Todos vosotros seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al Pastor, y las ovejas de la manada serán dispersas.

32 - Mas después que haya resucitado, iré delante de vosotros á Galilea.

33 - Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado.

34 - Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.

35 - Dícele Pedro. Aunque me sea menester morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.par

36 - Entonces llegó Jesús con ellos á la aldea que se llama Gethsemaní, y dice á sus discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore.

37 - Y tomando á Pedro, y á los dos hijos de Zebedeo, comenzó á entristecerse y á angustiarse en gran manera.

38 - Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

39 - Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú.

40 - Y vino á sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo á Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?

41 - Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma.

42 - Otra vez fué, segunda vez, y oró diciendo. Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.

43 - Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados.

44 - Y dejándolos fuése de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.

45 - Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.

46 - Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado.par

47 - Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él mucha gente con espadas y con palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.

48 - Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle.

49 - Y luego que llegó á Jesús, dijo: Salve, Maestro. Y le besó.

50 - Y Jesús le dijo: Amigo, ¿á qué vienes? Entonces llegaron, y echaron mano á Jesús, y le prendieron.

51 - Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, é hiriendo á un siervo del pontífice, le quitó la oreja.

52 - Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada á su lugar; porque todos los que tomaren espada, á espada perecerán.

53 - ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar á mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?

54 - ¿Cómo, pues, se cumplirían las Escrituras, que así conviene que sea hecho?

55 - En aquella hora dijo Jesús á las gentes: ¿Como á ladrón habéis salido con espadas y con palos á prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.

56 - Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole.par

57 - Y ellos, prendido Jesús, le llevaron á Caifás pontífice, donde los escribas y los ancianos estaban juntos.

58 - Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del pontífice; y entrando dentro, estábase sentado con los criados, para ver el fin.

59 - Y los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el consejo, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregale á la muerte;

60 - Y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se llegaban; mas á la postre vinieron dos testigos falsos,

61 - Que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.

62 - Y levantándose el pontífice, le dijo: ¿No respondes nada? ¿qué testifican éstos contra ti?

63 - Mas Jesús callaba. Respondiendo el pontífice, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios.

64 - Jesús le dijo: Tú lo has dicho: y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo de los hombres sentado á la diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo.

65 - Entonces el pontífice rasgó sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.

66 - ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: Culpado es de muerte.

67 - Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de bofetadas; y otros le herían con mojicones,

68 - Diciendo: Profetízanos tú, Cristo, quién es el que te ha herido.par

69 - Y Pedro estaba sentado fuera en el patio: y se llegó á él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el Galileo estabas.

70 - Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.

71 - Y saliendo él á la puerta, le vió otra, y dijo á los que estaban allí: También éste estaba con Jesús Nazareno.

72 - Y nego otra vez con juramento: No conozco al hombre.

73 - Y un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron á Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu habla te hace manifiesto.

74 - Entonces comienzó á hacer imprecaciones, y á jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y el gallo cantó luego.

75 - Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliéndose fuera, lloró amargamente.par