Salmos 74:1 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Salmos
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1 - Masquil de Asaf. ¿POR qué o! Dios, nos has des- echado para siempre? ¿por qué ha humeado tu furor contra las ovejas de tu dehesa?

2 - Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de tiempo antiguo: cuando redimiste la vara de tu heredad, este monte de Sión, donde has habitado.

3 - Levanta tus piés a los asolamientos eternos: a todo enemigo que ha hecho mal en el santuario.

4 - Tus enemigos han bramado en medio de tus sinagogas: han puesto en ellas sus señas, señas.

5 - Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera para el edificio del santuario.

6 - Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras.

7 - Han puesto a fuego tus santuarios, el tabernáculo de tu nombre han ensuciado en tierra.

8 - Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez: quemaron todas las sinagogas de Dios en la tierra.

9 - No vemos ya nuestras señales: no hay más profeta, ni hay con nosotros quien sepa: ¿hasta cuándo?

10 - ¿Hasta cuándo, o! Dios, nos afrentará el angustiador? ¿blasfemará el enemigo perpetuamente tu nombre?

11 - ¿Por qué retráes tu mano, y tu diestra la escondes dentro de tu seno?

12 - Y Dios ha sido mi rey de tiempo antiguo: el que obraba saludes en medio de la tierra.

13 - Tú hendiste la mar con tu fortaleza: quebrantaste cabezas de ballenas en las aguas.

14 - Tú magullaste las cabezas del leviatán: le diste por comida al pueblo de los desiertos.

15 - Tú abriste fuente y río: tú secaste ríos impetuosos.

16 - Tuyo es el día, tuya también es la noche: tú aparejaste la lumbre y el sol.

17 - Tú estableciste todos los términos de la tierra: el verano y el invierno tú los formaste.

18 - Acuérdate de esto, que el enemigo ha dicho afrentas a Jehová: y que el pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19 - No entregues a las bestias el alma de tu tórtola: y no olvides para siempre la compañía de tus afligidos.

20 - Mira al concierto: porque las oscuridades de la tierra se han henchido de habitaciones de violencia.

21 - No vuelva avergonzado el abatido: el afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.

22 - Levántate, o! Dios, pleitea tu pleito: acuérdate de tu injuria con que el insensato te injuria cada día.

23 - No olvides las voces de tus enemigos: el tropel de los que se levantan contra tí sube continuamente.