Salmos 39:3 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Salmos
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1 - Al Vencedor; a Iditún. Salmo de David. YO dije: Miraré por mis cami- nos, para no pecar con mi lengua: guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.

2 - Enmudecí con silencio, me callé de lo bueno; y mi dolor se alborotó.

3 - Calentóse mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego: hablé con mi lengua.

4 - Notifícame, Jehová, mi fin, y la medida de mis dias cuanta sea, sepa yo cuanto tengo de ser del mundo.

5 - He aquí, como a palmos diste mis dias, y mi edad es como nada delante de tí: ciertamente toda la vanidad es todo hombre que vive. Selah.

6 - Ciertamente en tiniebla anda el hombre: ciertamente en vano se inquietan: allega, y no sabe quien lo cogerá.

7 - Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en tí está.

8 - Escápame de todas mis rebeliones, no me pongas por afrenta de insensato.

9 - Yo enmudecí, no abrí mi boca; porque tú lo hiciste.

10 - Quita de sobre mí tu llaga; de la guerra de tu mano soy consumido.

11 - Con castigos sobre el pecado corriges al hombre, y haces desleir, como de polilla, su grandeza: ciertamente vanidad es todo hombre. Selah.

12 - Oye mi oración, o! Jehová escucha mi clamor; no calles a mis lágrimas; porque peregrino soy contigo; advenedizo, como todos mis padres.

13 - Déjame, y tomaré fuerzas, ántes que me vaya y perezca.