Mateo 23:10 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - ENTÓNCES Jesús habló a la multitud, y a sus discípulos,

2 - Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se asientan los escribas y los Fariseos:

3 - Así que todo lo que os dijeren que guardéis, guardádlo, y hacédlo; mas no hagáis conforme a sus obras; porque dicen y no hacen.

4 - Porque atan cargas pesadas, y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover.

5 - Ántes todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos,

6 - Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,

7 - Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres, Rabbi, Rabbi.

8 - Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbies; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.

9 - Y vuestro Padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos.

10 - Ni os llaméis doctores; porque uno es vuestro Doctor, el Cristo.

11 - Mas el que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

12 - Porque el que se enalteciere será humillado; y el que se humillare será enaltecido.

13 - Mas ¡ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que entran dejáis entrar.

14 - ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas con color de larga oración; por esto llevaréis más grave juicio.

15 - ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros.

16 - ¡Ay de vosotros, guias ciegos! que decís: Cualquiera que jurare por el templo, es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es.

17 - ¡Insensatos y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?

18 - Y, cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es.

19 - ¡Insensatos y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, o el altar que santifica al presente?

20 - Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él.

21 - Y el que jurare por el templo, jura por él, y por el que habita en él.

22 - Y el que jurare por el cielo, jura por el trono de Dios, y por el que está sentado sobre él.

23 - ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta, y el eneldo, y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio, y la misericordia, y la fé. Esto era menester hacer, y no dejar lo otro.

24 - ¡Guias ciegos! que coláis el mosquito, mas tragáis el camello.

25 - ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo que está de fuera del vaso, o del plato; mas de dentro está todo lleno de robo y de injusticia.

26 - ¡Fariseo ciego! limpia primero lo que está dentro del vaso y del plato, para que también lo que está de fuera se haga limpio.

27 - ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos; mas de dentro están llenos de huesos de muertos, y de toda suciedad.

28 - Así también vosotros, de fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; mas de dentro, llenos estáis de hipócresía e iniquidad.

29 - ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,

30 - Y decís: Si fuéramos en los dias de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas.

31 - Así que testimonio dais a vosotros mismos que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.

32 - Vosotros también henchíd la medida de vuestros padres.

33 - ¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno?

34 - Por tanto, he aquí, yo envio a vosotros profetas, y sabios, y escribas; y de ellos unos mataréis y crucificaréis; y otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;

35 - Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual matasteis entre el templo y el altar.

36 - De cierto os digo, que todo esto vendrá sobre esta generación.

37 - ¡Jerusalem! ¡Jerusalem! que matas los profetas, y apedreas a los que son enviados a tí, cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste.

38 - He aquí, vuestra casa os es dejada desierta.

39 - Porque yo os digo, que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.