Mateo 18:27 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - EN aquel tiempo se llegaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

2 - Y llamando Jesús a un niño, le puso en medio de ellos,

3 - Y dijo: De cierto os digo, que sino os convirtiereis, y os hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

4 - Así que cualquiera que se humillare, como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos.

5 - Y cualquiera que recibiere a un tal niño en mi nombre, a mí recibe.

6 - Y cualquiera que ofendiere a alguno de estos pequeños, que creen en mí, mejor le sería que le fuera colgada del cuello una piedra de molino de asno, y que fuese anegado en el profundo de la mar.

7 - ¡Ay del mundo por los escándalos! porque necesario es que vengan escándalos; mas ¡ay de aquel hombre, por el cual viene el escándalo!

8 - Por tanto, si tu mano o tu pié te fuere ocasión de caer, córtalos y échalos de tí: mejor te es entrar cojo o manco a la vida, que teniendo dos manos o dos piés ser echado al fuego eterno.

9 - Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácale, y échale de tí; que mejor te es entrar con un ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado al fuego del infierno.

10 - Mirád no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre, que está en los cielos.

11 - Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se había perdido.

12 - ¿Qué os parece? Si tuviese algún hombre cien ovejas, y se perdiese una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que se había perdido?

13 - Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que más se goza de aquella, que de las noventa y nueve que no se perdieron.

14 - Así no es la voluntad de vuestro Padre, que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.

15 - Por tanto si tu hermano pecare contra tí, vé, y redargúyele entre tí y él solo: si te oyere, ganado has a tu hermano.

16 - Mas, si no te oyere, toma aun contigo uno o dos, para que en boca de dos o de tres testigos conste toda palabra.

17 - Y si no oyere a ellos, dílo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia ténle por un gentil, y un publicano.

18 - De cierto os digo, que todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en el cielo.

19 - Dígoos además, que si dos de vosotros convinieren sobre la tierra, tocante a cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre, que está en los cielos.

20 - Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

21 - Entónces Pedro llegandose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete?

22 - Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.

23 - Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.

24 - Y comenzando a hacer cuentas, le fué presentado uno que le debía diez mil talentos.

25 - Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor vender a él, y a su mujer, e hijos, con todo lo que tenía, y pagar.

26 - Entónces aquel siervo postrado le rogaba, diciendo: Señor, deten la ira para conmigo, y todo te lo pagaré.

27 - El señor de aquel siervo movido a misericordia, le soltó, y le perdonó la deuda.

28 - Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; y trabándo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que debes.

29 - Entónces su compañero, postrándose a sus piés, le rogaba, diciendo: Deten la ira para conmigo, y todo te lo pagaré.

30 - Mas él no quiso, sino fué, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda.

31 - Y viendo sus compañeros lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo declararon a su señor todo lo que había pasado.

32 - Entónces llamándole su señor, le dice: Mal siervo, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste:

33 - ¿No te convenía también a tí tener misericordia de tu compañero, como también yo tuve misericordia de tí?

34 - Entónces su señor enojado le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.

35 - Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.