Mateo 12:23 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - EN aquel tiempo iba Jesús por entre los panes en sábado; y sus discípulos tenían hambre, y comenzaron a coger espigas, y a comer.

2 - Y viéndolo los Fariseos, le dijeron: He aquí, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado.

3 - Y él les dijo: ¿No habéis leido, qué hizo David, teniendo hambre él, y los que estaban con él?

4 - ¿Cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer de ellos, ni a los que estaban con él, sino a solos los sacerdotes?

5 - O ¿no habéis leido en la ley, que los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa?

6 - Pues yo os digo, que uno mayor que el templo está aquí.

7 - Mas si supieseis qué es: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes.

8 - Porque Señor es aun del sábado el Hijo del hombre.

9 - Y partiéndose de allí, vino a la sinagoga de ellos.

10 - Y, he aquí, había allí uno que tenía una mano seca; y le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito curar en sábado? por acusarle.

11 - Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere esta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante?

12 - ¿Pues cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que lícito es en los sábados hacer bien.

13 - Entónces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fué restituida sana como la otra.

14 - Y salidos los Fariseos consultaron contra él para destruirle.

15 - Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y le siguieron grandes multitudes, y sanaba a todos.

16 - Y él les mandó rigurosamente, que no le descubriesen;

17 - Para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo:

18 - He aquí mi siervo, al cual he escogido; mi amado, en el cual se agrada mi alma: pondré mi Espíritu sobre él, y a los Gentiles anunciará juicio.

19 - No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz:

20 - La caña cascada no quebrará; y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio;

21 - Y en su nombre esperarán los Gentiles.

22 - Entónces fué traido a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo hablaba y veía.

23 - Y todo el pueblo estaba fuera de sí, y decía: ¿Es éste aquel Hijo de David?

24 - Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Belzebú, príncipe de los demonios.

25 - Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es desolado; y toda ciudad o casa, dividida contra sí misma, no permanecerá.

26 - Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido: ¿cómo, pues, permanecerá su reino?

27 - Y si yo por Belzebú echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos, por quién los echan? Por tanto ellos serán vuestros jueces.

28 - Y si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

29 - Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entónces saqueará su casa.

30 - El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no coge, derrama.

31 - Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia del Espíritu no será perdonada a los hombres.

32 - Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero.

33 - O hacéd el árbol bueno, y su fruto bueno; o hacéd el árbol carcomido, y su fruto podrido; porque por su fruto es conocido el árbol.

34 - ¡O generación de víboras! ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazón habla la boca.

35 - El buen hombre del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el mal hombre del mal tesoro saca malas cosas.

36 - Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.

37 - Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

38 - Entónces respondieron unos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de tí señal.

39 - Y él respondió, y les dijo: La generación mala y adulterina demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás el profeta.

40 - Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres dias y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres dias y tres noches.

41 - Los de Nínive se levantarán en juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y, he aquí, uno mayor que Jonás en este lugar.

42 - La reina del austro se levantará en juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oir la sabiduría de Salomón; y, he aquí, uno mayor que Salomón en este lugar.

43 - Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándole,

44 - Entónces dice: Me volveré a mi casa, de donde salí. Y cuando viene, la halla desocupada, barrida, y adornada.

45 - Entónces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados moran allí; y son peores las postrimerías del tal hombre, que sus primerías. Así también acontecerá a esta generación mala.

46 - Y estando él aun hablando al pueblo, he aquí, su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querían hablar.

47 - Y le dijo uno: He aquí, tu madre y tus hermanos están fuera, que te quieren hablar.

48 - Y respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?

49 - Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre, y mis hermanos.

50 - Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.