Mateo 11 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - Y ACONTECIÓ, que acabando Jesús de dar mandamientos a sus doce discípulos, se fué de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.

2 - Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, envióle dos de sus discípulos,

3 - Diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperarémos a otro?

4 - Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, hacéd saber a Juan las cosas que oís y veis.

5 - Los ciegos ven, y los cojos andan: los leprosos son limpiados, y los sordos oyen: los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio.

6 - Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.

7 - E idos ellos, comenzó Jesús a decir de Juan a las multitudes: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿una caña que es meneada del viento?

8 - O ¿qué salisteis a ver? ¿un hombre vestido de ropas delicadas? He aquí, los que traen ropas delicadas, en las casas de los reyes están.

9 - O ¿qué salisteis a ver? ¿profeta? Ciertamente os digo, y más que profeta.

10 - Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envio mi mensajero delante de tu faz, que aparejará tu camino delante de tí.

11 - De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres otro mayor que Juan el Bautista: mas el que es muy pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.

12 - Y desde los dias de Juan el Bautista hasta ahora al reino de los cielos se hace fuerza; y los valientes lo arrebatan.

13 - Porque todos los profetas, y la ley, hasta Juan profetizaron.

14 - Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.

15 - El que tiene oidos para oir, oiga.

16 - Mas ¿á quién compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,

17 - Y dicen: Os tañímos flauta, y no bailasteis: os endechámos, y no lamentasteis.

18 - Porque vino Juan que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.

19 - Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la sabiduría es justificada de sus hijos.

20 - Entónces comenzó a zaherir a las ciudades en las cuales habían sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habían arrepentido, diciendo:

21 - ¡Ay de tí, Corazín! ¡Ay de tí, Betsaida! porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho las maravillas que han sido hechas en vosotras, ya mucho ha que se hubieran arrepentido en saco y en ceniza.

22 - Por tanto yo os digo, que a Tiro y a Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a vosotras.

23 - Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos serás abajada; porque si en Sodoma se hubiesen hecho las maravillas que han sido hechas en tí, hubieran permanecido hasta el día de hoy.

24 - Por tanto yo os digo, que a la tierra de Sodoma será más tolerable el castigo en el día del juicio, que a tí.

25 - En aquel tiempo respondiendo Jesús, dijo: Gracias te doy, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.

26 - Así, Padre, pues que así agradó a tus ojos.

27 - Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoció al Hijo, sino el Padre: ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo le quisiere revelar.

28 - Veníd a mí, todos los que estáis trabajados, y cargados, que yo os haré descansar.

29 - Llevád mi yugo sobre vosotros, y aprendéd de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

30 - Porque mi yugo es suave, y ligera mi carga.