Lucas 20:6 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Y ACONTECIÒ un día, que enseñando él al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, sobrevinieron los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, con los ancianos,

2 - Y le hablaron, diciendo: Dínos ¿con qué autoridad haces estas cosas: o quién es el que te ha dado esta autoridad?

3 - Respondiendo entónces Jesús, les dijo: Preguntáros he yo también una palabra; respondédme:

4 - ¿El bautismo de Juan, era del cielo, o de los hombres?

5 - Mas ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Si dijéremos: Del cielo; dirá: ¿Por qué pues no le creisteis?

6 - Y si dijéremos: De los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están ciertos que Juan era un profeta.

7 - Y respondieron, que no sabían de donde había sido.

8 - Entónces Jesús les dijo: Ni yo os digo tampoco con qué autoridad hago yo estas cosas.

9 - Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a unos labradores, y se ausentó por mucho tiempo.

10 - Y al tiempo oportuno envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; mas los labradores hiriéndole, le enviaron vacío.

11 - Y volvió a enviar otro siervo; y ellos a éste también, herido y afrentado, le enviaron vacío.

12 - Y volvió a enviar al tercer siervo; y también a éste echaron herido.

13 - Entónces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? enviaré mi Hijo amado: quizá cuando a éste vieren, le tendrán respeto.

14 - Mas los labradores viéndole pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero: veníd, matémosle, para que la herencia sea nuestra.

15 - Y echándole fuera de la viña, le mataron: ¿Qué pues les hará el señor de la viña?

16 - Vendrá, y destruirá a estos labradores; y dará su viña a otros. Y como ellos lo oyeron, dijeron: Guarda.

17 - Mas él mirándolos, dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores, esta vino a ser cabeza de la esquina?

18 - Cualquiera que cayere sobre aquella piedra será quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzará.

19 - Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, mas tuvieron miedo del pueblo; porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola.

20 - Y acechándole, enviaron espiones que se simulasen justos, para tomarle en sus palabras, para que así le entregasen a la jurisdicción y a la potestad del presidente:

21 - Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien; y que no tienes respeto a la persona de nadie, ántes enseñas el camino de Dios con verdad.

22 - ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?

23 - Mas él, entendida la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentais?

24 - Mostrádme una moneda. ¿De quién tiene la imágen, y la inscripción? Y respondiendo, dijeron: De César.

25 - Entónces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios.

26 - Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo: ántes maravillados de su respuesta, callaron.

27 - Y llegándose unos de los Saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron,

28 - Diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente a su hermano.

29 - Fueron pues siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió sin hijos.

30 - Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos.

31 - Y la tomó el tercero: asimismo también todos siete; y no dejaron simiente, y murieron.

32 - Y a la postre de todos murió también la mujer.

33 - En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? porque los siete la tuvieron por mujer.

34 - Entónces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento;

35 - Mas los que fueron tenidos por dignos de aquel siglo, y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.

36 - Porque no pueden ya más morir; porque son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.

37 - Y que los muertos hayan de resucitar, Moisés aun lo enseñó junto al zarzal, cuando dice al Señor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.

38 - Porque Dios, no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven en cuanto a él.

39 - Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.

40 - Y no osaron más preguntarle algo.

41 - Y él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?

42 - Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Asiéntate a mi diestra,

43 - Entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus piés.

44 - Así que David le llama Señor, ¿cómo pues es su hijo?

45 - Y oyéndolo todo el pueblo, dijo a sus discípulos:

46 - Guardáos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas; y las primeras sillas en las sinagogas; y los primeros asientos en las cenas:

47 - Que devoran las casas de las viudas, simulando larga oración: estos recibirán mayor condenación.