Judas 1:18 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Judas
Capitulos:

1

1 - JÚDAS, siervo de Jesu Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios el Padre, y conservados en Jesu Cristo:

2 - La misericordia, y la paz, y el amor os sean multiplicados.

3 - Amados, por la gran solicitud que tenía yo de escribiros tocante a la común salud, háme sido necesario escribiros, amonestándoos que os esforcéis a perseverar en la fé que ha sido una vez dada a los santos.

4 - Porque algunos hombres han encubiertamente entrado sin temor ni reverencia de Dios: los cuales desde mucho ántes habían estado ordenados para esta condenación, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando a Dios, que solo es el que tiene dominio, y a nuestro Señor Jesu Cristo.

5 - Quiéroos, pues, traer a la memoria que una vez habéis sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no creían:

6 - Y que a los ángeles que no guardaron su origen, mas dejaron su propia habitación, los ha reservado debajo de oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del grande día.

7 - Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades comarcanas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido desenfrenadamente en pos de otra carne, fueron puestas por ejemplo, habiendo recibido la venganza del fuego eterno.

8 - Y semejantemente también, estos adormecidos inmundos ensucian su carne, y menosprecian la potestad, y ultrajan las glorias.

9 - Pues cuando él arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, ántes le dijo: El Señor te reprenda.

10 - Mas estos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que naturalmente conocen, se corrompen en ellas como animales sin razón.

11 - ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y han venido a parar en el error del premio de Balaam, y perecieron en la contradición de Coré.

12 - Estos son manchas en vuestros convites, que banquetéan juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno: nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos: árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos, y desarraigados:

13 - Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones: estrellas erráticas, a los cuales es reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.

14 - De los cuales también profetizó Enoc, que fué el séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares;

15 - A hacer juicio contra todos, y a convencer a todos los impíos de entre ellos de todas sus malas obras, que han hecho infielmente, y de todas las palabras duras, que los pecadores infieles han hablado contra él.

16 - Estos son murmuradores querellosos, andando según sus concupiscencias, y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho.

17 - Mas vosotros, amados, tenéd memoria de las palabras que de ántes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesu Cristo;

18 - Como os decían, que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos.

19 - Estos son los que se separan a sí mismos, sensuales, no teniendo el Espíritu.

20 - Mas vosotros, oh amados, edificáos a vosotros mismos sobre vuestra santísima fé, orando en el Espíritu Santo.

21 - Conserváos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesu Cristo, para vida eterna.

22 - Y recibíd a los unos en piedad, discerniendo;

23 - Y hacéd salvos a los otros por temor, arrebatándolos del fuego; aborreciendo aun hasta la ropa que es contaminada de tocamiento de carne.

24 - A aquel, pues, que es poderoso para preservaros de tropezadura, y para presentaros delante de su gloria, irreprensibles con alegría excesiva,

25 - A Dios solo sábio Salvador nuestro, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora, y en todos siglos. Amén.